BESTIAS HUMANAS
el culto a los asesinos seriales en el cine
Miriam Gálvez Mancera
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La figura legendaria del vampiro se convirtió en protagonista influenciada por realizadores del “expresionismo alemán” como Fritz Lang, Robert Wiene o Friedrich Murnau (1). Por su parte, la licantropía no fue la excepción con el precedente eximio que comenzó con Dr. Jekyll and Mr. Hyde / El doctor y el monstruo (John S. Robertson, 1920), en el que se hace de alguna manera alusión metafórica y social el dejar salir a la «bestia salvaje» que todos llevamos dentro. La temática se relaciona de manera directa y clara con la conducta de los asesinos seriales, como lo mencionó Julian Press en su publicación de 1973: Perverse Crimes in History: Evolving Concepts of Sadism, Lust-murder, and Necrophilia ―From Ancient to Modern Times―(2).
Actualmente la efigie del asesino serial compite agreste contra aquellos monstruos fantásticos de antaño que han dejado huella en la historia comunitaria con morbo acérrimo; incluso algunos casos han resultado tan mediáticos que los delincuentes han recibido trato de celebridades al grado de suscitar atracción, fascinación y aquiescencia, siendo hasta «humanizados» por la contemplación que rodean sus crímenes (3), como Ted Bundy, Richard Ramírez (Ti West lo hace partícipe de la narrativa en su más reciente filme: MaXXXine, 2024), Jeffrey Dahmer, Paul Bernardo o Henry Lee Lucas ―por mencionar algunos―, de lo irracional que sus acciones resultaron.
Las fábulas de true crime contribuyen primigeniamente como fuente inagotable de inspiración para diversos directores, que las han llevado al celuloide desde su propia perspectiva o creando personajes del imaginario. Material vasto para realizar épicas horroríficas, thrillers macabros y slashers que se han convertido en películas de culto. Pero también músicos han tomado referencias de ellas, como Mike Patton que nombró a uno de sus proyectos Peeping Tom o la canción tributo de Fantômas que se desprende del álbum The Director’s Cut (2001), “Henry: Portrait of a Serial Killer” o “Ted, Just Admit It…” de Jane ‘s Addiction. ¡Y cómo olvidar a “Jack The Ripper” interpretada por Motörhead o su exégesis con The Horrors!
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¿Cuántos no hemos coreado a todo pulmón “I Don’t Like Mondays” (The Boomtown Rats)? Compuesta por Johnnie Fingers y Bob Geldolf, se inspiró en los hechos que la adolescente de 16 años Brenda Ann Spencer cometió en 1963 disparando, hiriendo y matando desde la ventana de su habitación a todo estudiante y maestro que se cruzara en la mira de su rifle ―regalo del progenitor― en la Cleveland Elementary School (San Diego California) sólo porque estaba aburrida y odiaba los lunes. ¿Quién no odia los lunes? Aunque su caso es aislado ―ya que no hubo asesinatos posteriores―, siendo apresada casi de inmediato, la anécdota ilustra lo que un demente representa. There could be (no reasons) / Because there are (no reasons) / Tell me why / I don’t like Mondays / Tell me why / I’m gonna shoot the whole day down, down, down / I’ll shoot it all down…♫
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Algunos de los asesinos en serie más famosos del séptimo arte son Norman Bates (Anthony Perkins, Psycho / Psicosis; Alfred Hitchcock, 1960), Patrick Bateman (Christian Bale, American Psycho / Psicópata americano; Mary Harron, 2000), Leatherface (Gunnar Hansen, The Texas Chain Saw Massacre / La matanza de Texas; Tobe Hooper, 1974) o los magistrales Buffalo Bill y Dr. Hannibal Lecter (Ted Levine / Anthony Hopkins, The Silence of the Lambs / El silencio de los inocentes; Jonathan Demme, 1991). Sin embargo, la lista fílmica es larga y su elección complicada, pero estos son sólo algunos de mis trabajos predilectos en orden cronológico.
Para ver la lista completa accede (AQUÍ) a mi cuenta de Letterboxd.
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Peeping Tom / El fotógrafo del pánico
(Michael Powell, 1960)
1960 fue un año extraordinario para el cine de horror —así como del thriller—, ya que se estrenaron varias películas monumentales como Psycho / Psicosis (Alfred Hitchcock), Eyes Without a Face / Les Yeux sans visage (Georges Franju), Village Of The Damned / El pueblo de los malditos (Wolf Rill), Black Sunday / La maschera del demonio / Domingo negro (Mario Bava). Todas presentaban personajes complejos y Peeping Tom no fue la excepción, proponiendo a un fotógrafo voyeurista —Carl Boehm (Mark Lewis)— cuyo fetiche era tomar instantáneas de mujeres convirtiéndose en necesidad capturar de forma precisa el terror cuando son ejecutadas en sus últimos momentos de vida. Sorprendentemente se volcó en uno de los filmes más importantes del cine por convertirse en la extremidad del personaje, creando tanta controversia que fue vetada a los cinco días de su estreno. Posteriormente, Scorsese —como uno de los más grandes admiradores de esta cinta— la restauró para presentarla en una de las ediciones del The New York Film Festival (4). Los cortes y las tomas inestables se vuelven estratégicas capturadas en el display de la cámara de Powell, haciendo de ella un must imperdible.
AQUÍ la película completa.
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Henry: Portrait of a Serial Killer / Henry: retrato de un asesino
(John McNaughton, 1986)
Henry Lee Lucas y Otis Toole fueron de los más prolíficos criminales que existieron, confesando más de 500 asesinatos. Sin embargo, Lucas (quien sufrió abusos insondables desde la niñez y adolescencia por una madre opresiva y carente de escrúpulos, convirtiéndose en un psicópata alcohólico y con tendencias suicidas) comenzó ejecutándola y fue enviado a prisión durante siete años (5). Existe un antes y después del filme, ya que mostraba de una manera más íntima la vida del delincuente dejando en segundo plano a las víctimas. Si abrimos la toma con una mujer de 26 años ajusticiada, presentando heridas abdominales en el tórax superior, quizá podamos ver a Henry (Michael Rooker) saciando su apetito voraz viajando por las calles con un ejemplar del Necronomicón en la cajuela mientras los brutales crímenes que sucedieron se contraponen con las acciones que presentaron los eventos más terroríficos. McNaughton presenta esta hagiografía cruda en extremo que causará en el espectador sentimientos de vacío y aversión. Sin embargo, es de los metrajes más realistas que se han filmado sobre un caso verídico.
AQUÍ la película completa.
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Profundo carmesí / Deep Crimson
(Arturo Ripstein, 1996)
Raymond Fernandez y Martha Beck, los «asesinos de los corazones solitarios» (Lonely Heart Killers), fueron una pareja de amantes estadounidense que entre 1947 y 1949 ―haciéndose pasar por hermanos― se dedicaba a estafar mujeres mayores y adineradas que buscaban casarse a través de anuncios de citas que publicaban en periódicos. Sin embargo, todo se empieza a salir de control cuando ellas se dan cuenta del fraude y comienzan a matarlas. En 1970 Leonard Kastle trae a la pantalla The Honeymoon Killers, flamante y sórdido filme de Serie B que fotografía de manera objetiva y precisa a una enfermera que padece de obesidad, Beck (Shirley Stoler, quien está espectacularmente grotesca en su retorcida interpretación), y al encantador Fernandez (Tony Lo Bianco). Joya cinematográfica. Sin embargo, la versión de Ripstein, Profundo carmesí, me impresionó por su abrumador fuego puramente idílico desde la manera de recitar los diálogos por los magníficos Daniel Giménez Cacho y Regina Orozco, cuya actuación es deliciosa. La paleta de colores en rojo ―tomando partida desde el nombre que lo caracteriza― simboliza la sangre, el tormento y la pasión a lo largo del metraje que es impecablemente filmado por Arturo, convirtiéndolo en una instantánea clásica del cine mexicano.
AQUÍ la película completa.
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Knife + Heart / Un couteau dans le cœur/ La daga en el corazón
(Yann Gonzalez, 2018)
Gonzalez muestra su erótica poesía visual plagada de simbolismos a través de esta hedonista, perfecta y perturbadora cinematografía. En su orbe queer se arraigan personajes surrealistas y boyantes con almas retorcidas y atormentadas que buscan la redención a través de lo genésico con lasciva que doblega, lastima y somete. A finales de los años setenta, Ann Parèze (Vanesa Paradis) produce cintas homo-eróticas. Un asesino de figura lánguida y enmascarado comienza a replicar escenas sexuales inspiradas en sus filmes, aniquilando de manera despiadada y sangrienta a los noveles actores (pero en sus propias circunstancias: el homicida reemplaza los miembros viriles con una daga). La línea de narrativa entre la utopía y la realidad discurren. Se perciben maravillosamente las influencias del giallo de Argento (The Bird with the Crystal Plumage, 1970) o Fulci (A Lizard in a Woman’s Skin, 1971), pero también de Franju (Eyes Without a Face, 1960) y del avant-garde francés posmoderno en donde una nueva perspectiva del cine transgresora, LGBTQ+, colorida, neón y provocativa da a luz a alucinantes y estrambóticos directores como Alexis Langlois (The Demons of Dorothy, 2021), Tom de Pékin (Gode Save the Gouine, 2022) o el gran Bertrand Mandico (The Wild Boys / Les Garçons sauvages, 2017), maestro dogmático de los «fluidos lisérgicos» y uno de mis grandes favoritos (además, realizando un singular cameo en la historia de Gonzalez). Filme de horror trágico de explotación, crimen y caos; neo-giallo de genuina belleza estética que permitirá vivir una nueva práctica recurrente, emocional, óptica y apuñalada dentro del cine de género. Verdaderamente, «un cuchillo en el corazón» (6).
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The Golden Glove / Der goldene Handschuh / El monstruo de St. Pauli
(Fatih Akin, 2019)
Algunas de las historias más poéticas, feroces y redentoras que he visto están acompañadas de la mano de Akin (I´m Juli, 2000 / Crossing the Bridge: The Sound of Istanbul, 2005 / In the Fade, 2017), y con ese bucólico ojo ―paradójicamente― desarrolla la historia de Fritz Honker (Jonas Dassler), cometiendo un maretazo de asesinatos a principios de los años setenta en su mayoría a marginales y solitarias trabajadoras sexuales de Hamburgo a las que nadie importaría su desaparición. Dassler desarrolla el personaje de una manera maravillosa y verosímil a pesar de que era muy joven cuando se rodó el filme. Sus movimientos corporales en general y los estallidos de ira son cautivadores. Destaca la fotografía de Rainer Klausmann y la poderosa atmósfera que Fatih logra: prodigiosamente claustrofóbica, oscura y lúgubre. En definitiva, no es para todo público, ya que atraviesa por factores de carácter sádico que resultan perturbadores.
La puedes ver en Mubi.
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Extremely Wicked, Shockingly Evil and Vile / Durmiendo con el asesino
(Joe Berlinger, 2019)
Ted Bundy cometió actos atroces y crueles contra jovencitas de campus universitarios en Estados Unidos durante la década de los setenta. Estos «fueron extremadamente perversos, sorprendentemente malvados y viles», mostrando tal indiferencia a la vida humana que por ello fue condenado a la silla eléctrica. Un tipo muy bien parecido, con buena educación, elocuente, magnífico orador, extremadamente argénteo y encantador. ¿Cómo una persona con tales características pudo ser capaz de tal envilecimiento? Berlinger (Book of Shadows: Blair Witch, 2000 / Conversations with a Killer: The Jeffrey Dahmer Tapes, 2022) adapta la historia basada en el libro de Elizabeth Kloepfer (Liz Kendall), quien fuera pareja del hombre. Palmariamente cuenta con la delirante pasión por recrear las escenas sobre las audiencias de manera meticulosa. Al final obtenemos no sólo la crónica vista desde otra perspectiva sino el planteamiento sugestivo que Liz (Lilly Collins) retribuye en muchas de las protestas que nuestras manías por el crimen corren el riesgo de ignorar: las víctimas. Por ejemplo, se reprocha a sí misma que de haber actuado a tiempo y ver todos los focos rojos hubiera podido salvar a muchas, muchas mujeres. A pesar de la visión sesgada y hasta en ocasiones confusa, me parece una película bien hecha y hay que darle crédito a Joe por todo el exhaustivo trabajo de investigación que ha realizado detrás, así como a Zac Effron encarnando a un torturado y afable Ted.
La puedes ver en Netflix.
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- 1) Expresionismo Alemán en el cine: características y películas. Historia del Cine; España, 2023.
- 2) Gálvez Mancera, Miriam: “La figura femenina en la licantropía: La loba (1965) de Rafael Baledón” (fragmento). La maldición de la luna llena, VV.AA.; Editorial Fantasmagoria, Festival Fantasmagoria Medellín 2024.
- 3) Chamosa Sandoval, María Esther y Herrera González, Alejandro: “Percepción sobre los asesinos seriales de película entre estudiantes universitarios y profesionistas”. CLACSO / UNAM [en lìnea] https://conferenciaclacso.org/programa/resumen_ponencia.php?&ponencia=Conf-1-5671-74200&eje=14
- 4) Concannon, Phillip: “Peeping Tom: Inside the Restoration of Michael Powell’s Shocking Serial Killer Drama”. THE FILM FOUNDATION [en lìnea] https://www.film-foundation.org/peeping-tom-restoration-bfi
- 5) Matus, Álvaro: HENRY LEE LUCAS Y OTTIS TOOLE – «LA PAREJA DEL INFIERNO» (PRIMERA PARTE). Canal del Crimen, YouTube https://www.youtube.com/watch?v=gnlFP30xGaA
- 6) Gálvez Mancera Miriam: “KNIFE + HEART sangre, entrañas y crímenes”. Revista Penumbria [en lìnea] https://www.penumbria.mx/knife-heart-sangre-entranas-y-crimenes/
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Miriam Gálvez Mancera
SuperHeroína coyoacanense. Bakeadicta. Cazadora de imágenes.
Pesadilla, malestar creado por la mente enferma de algún noctámbulo en insomnio desesperado.
Fundadora de The Junkie Cinema Club y colaboradora de Fantasmagoría: festival de cine fantástico y de terror de Medellín.
https://www.instagram.com/noirtopia/
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