#MINIRP
43
#minirp es un ejercicio literario (utilizando la plataforma Twitter) que incentiva la imaginación, partiendo de una imagen dada para crear historias.
Las historias que sobresalieron en nuestro ejercicio 43:
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Está tan gastado tu recuerdo que voy a pensarte una última vez, así te rompo.
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Tu recuerdo está en lo más profundo de mi infierno, tan gastado ya después de tu muerte, que lo dejaré junto a las penas.
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La muerte también se ha ahogado en alcohol más de una vez, cuando recuerda las penas que lloró en el Aqueronte.
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Fue tanta la pasión que puso en crear al hombre que apenas lo vio asesinar, se suicidó.
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Opio, desolación: lo restante de este tornado infame, decía el triste demonio alado: reposaré sobre esta lápida, mi última posesión.
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FINIS MUNDIS. Con el primer minuto del año, la parca pronunció la frase en latín. Y se murió esperando, igual que su antecesora.
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Y están aquellos que, sin poder levantarse del piso, insisten en que en la destrucción hay amor.
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Estos son los despojos de un universo que uno de tantos demiurgos no supo cuidar.
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Después de recoger aquellas almas agonizantes durante el fin del mundo, al ángel de la muerte no le quedo más que esperar su turno.
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Todo se vino abajo en el planeta. Las espaldas de Atlas fueron vencidas por el cansancio y el tedio acumulados.
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Poco a poco los demonios destruían el universo; la siguiente parada era la Tierra, que resultó más agobiante de lo que creían.
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Trozaron sus alas y le condenaron al exilio, todo para que la película del «Fin de los tiempos» tuviera parecido con la realidad.
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Dios y Diablo no existen; es sólo un ángel triste y solitario imaginando mundos posibles.
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¡Hey, tú, remedo icariano! Verás lo que haré cuando despiertes. Si no has dejado piedra sobre piedra, yo no dejaré lugar sin patear.
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Ícaro cayó hasta lo más profundo del infierno. Se bebió las aguas del Aqueronte, para sentir que volaba de nuevo.
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Era de esos ángeles que sólo tenía alas en recuerdos devastados. Quizá ni siquiera era de esos ángeles. Quizá ni había recuerdos.
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Mira, se terminó el año y, a pesar de las plegarias y los buenos deseos, seguimos siendo la resaca dominical de un dios ebrio.
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¿Fin del mundo? Sólo quería la receta para evanescer Absenta. Ahora me culparán del desastre. Creo que mezclé mal ajenjo y porvenir.
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Tómese un momento de relajamiento, tómese un momento como si no hubiera mañana.
Cigarros Finis. Los cigarros del fin del mundo.
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La adormidera provocó el fin de la séptima plaga, el carro de Ezequiel se aleja como alegoría marchita por la extremadura del alma.
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Imagina si destruyo el mundo en Navidad. Vagamos, nos condenan y contritos, claudicamos. Ya verás: te daré un mundo nuevo en Navidad.
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Cinefilia
El hombre que pudo reinar supo Por quién doblan las campanas al tomar Las uvas de la ira en el Guateque del Séptimo sello.
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La Muerte, casi gloriosa, dio un respiro antes de colapsar el mundo en sus colmillos.
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MENCIONES TERRORÍFICAS
Registré el mundo entero hasta que le encontré y le vencí. Pero fue demasiado tarde, ya no quedaba arena en el reloj de mis días.
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Peregrino, sigue el lamento de la campana y, cuando llegues a Finisterre, no despiertes lo que parece dormido.
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La profecía se cumplió: sólo sobrevivieron las cucarachas, cubrieron sus alas de plumas y escribieron con ellas nuestro final.
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Le construí un hogar, le pinté un mundo en el que esconderse y toqué para él la campana del alba, pero la maldición nos encontró.
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Fastidiado de su creación, colocó humanos en el planeta y se sentó a ver cómo lo destruían.
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Quemó el mundo en una pipa y soñó todas las vidas que se consumían.
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¿Dónde está Dios? Preguntó el caminante al llegar al fin del mundo. El diablo, con una sonrisa, le respondió: al inicio.
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Ha caído el último grano de arena. Decepcionados, los hombres se suicidan porque ya no les queda tiempo para otra guerra.
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Todos los lunes publicaremos una nueva imagen.
¡Muchas gracias por jugar con nosotros!
