WOLF MAN Y OTROS LICÁNTROPOS
Margarita Aurora González Ramírez
La película Wolf Man (2025), dirigida por Leigh Whannell, me sorprendió por la manera en que presenta al hombre lobo, ya que no se apega a supersticiones ni a los rasgos sobrenaturales que lo han caracterizado. La trama se aleja bastante de la que conocemos por The Wolf Man (1941) y que se retomó con algunos cambios en The Wolfman (2010), lo que la hace todavía atractiva, sin por ello restarle méritos a las dos películas anteriores.
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En la película de Whannell se plantea que en 1995 un excursionista se perdió en las montañas de Central Oregon y contrajo una enfermedad conocida como “mal de las colinas” o face of the wolf, como los nativos la conocen, lo que ocasiona su transformación en hombre lobo. Durante una sesión de cacería con su hijo Blake, un cazador llamado Grady Lovell ve a una criatura, asegura que es el excursionista perdido y entonces se obsesiona con la idea de encontrarlo.
Grady era un padre estricto y Blake le tenía miedo, razón por la que se alejó de él. Treinta años después del episodio durante la cacería, Grady desaparece y lo declaran muerto después de un tiempo. Blake, ya casado y con una hija llamada Ginger, debe regresar a la casa de su infancia para hacerse cargo de varios asuntos. Antes de llegar a la vieja casa de Grady, el camión en el que van Blake y su familia sufre un accidente. Una criatura misteriosa los ataca, pero logran llegar aparentemente a salvo a la casa de Grady.
No obstante, Blake no llega ileso, pues la criatura lo rasguñó en un brazo y empieza a mostrar signos de infección, aunque al principio no parece tal porque sólo se insinúa que su olfato se ha agudizado y luego se muestra que su oído también es tan bueno como para escuchar que una tarántula camina a varios metros de distancia. La enfermedad avanza rápidamente: pierde un diente, siguen la pérdida del habla, sustituida por ruidos guturales y gruñidos, y la caída del cabello. También, para aliviar su comezón, muerde su propio cuerpo, se le caen las uñas y deja de comprender lo que le dice su esposa, si bien, de manera sorprendente, puede escribir, aunque con dificultad.
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Bastarán unas horas para que se haya completado el cambio de Blake, y parece que no es un cambio temporal sino permanente. El hombre lobo de esta película es bípedo y, claramente, su transformación no está ligada a la aparición de la luna llena. Además, no se contagia por la mordida, sino que basta un rasguño.
Así, vemos que este hombre lobo es un producto propio de este tiempo, en el cual la idea de una pandemia o de ser contagiado por una enfermedad que despoja al ser humano de su humanidad es aterradora. Es un caso muy similar al de las representaciones de los zombies, pues pasaron de ser cadáveres reanimados mágicamente a ser, en muchas de las historias más recientes, productos de algún tipo de virus desconocido pero altamente contagioso.
Es importante mencionar que esta película no es la única que ha planteado la idea de la conversión de un hombre a hombre lobo mediante el contagio de una enfermedad. En The Wolfman (2010), dirigida por Joe Johnston y protagonizada por Benicio del Toro, Anthony Hopkins y Emily Blunt, Sir John Talbot, padre de Ben y Lawrence Talbot, le confiesa al segundo que contrajo la enfermedad en la India, en donde hay una leyenda acerca de una criatura extraña que vivía en una cueva. John encontró la cueva y a la criatura, el cual era un niño salvaje, muy fuerte, que lo mordió y lo contagió. La licantropía le fue heredada a su hijo Lawrence, pero no a Ben. Es importante mencionar que los lobos de esta película sí dependen de la aparición de la luna llena para transformarse.
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En la película de Whannell se preservan algunos elementos de las películas anteriores, como la relación padre-hijo, pero se introduce un nuevo elemento, a saber, la relación que Blake tiene con su hija Ginger, la cual es muy distinta a la que él tenía con su padre. En este punto quiero destacar una similitud con la película The Wolfman (2010). En ella, Maleva, la gitana, dice que el hombre lobo podrá ser liberado por alguien que lo ama; en la película de 2025, el amor que Blake y Ginger comparten es lo que lo hace reaccionar en varias ocasiones y lo que lo ayuda a seguir fungiendo como su cuidador, aun cuando la transformación ya está prácticamente completa.
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Como dije, la relación padre-hijo está presente en varias películas de hombres lobo. Teen Wolf (1985), una comedia dirigida por Rod Daniel y protagonizada por Michael J. Fox, no es la excepción. En ella, Scott, un chico de preparatoria, descubre en un momento muy inoportuno que ha heredado la condición lupina de su padre. Aunque la primera impresión acerca de esa condición parece ser negativa, resulta benéfico para él, ya que pasa de ser un chico impopular a convertirse en el habitante más popular del pueblo, lo cual le permite acercarse a la chica que le gusta y lo ayuda a descubrir que su interés amoroso no es ella sino su amiga de la infancia.
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Margarita Aurora González Ramírez
Licenciada en Lingüística y Literatura Hispánica y maestra en Literatura Mexicana por la BUAP.
Ha tomado talleres de escritura. Diplomada en Literatura Fantástica y Ciencia Ficción por la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Actualmente es maestrante en Escritura Creativa en la Universidad de Salamanca.
Escribe y lee acerca de monstruos y de terror.
https://www.instagram.com/lavoraginedeeos/
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