Seleccionar página

CONTRASTE HISTÓRICO ENTRE EL IMAGINARIO DE LA BRUJERÍA TRADICIONAL Y EL PRIMER EPISODIO DE LA SERIE SALEM

III

 

Iris Lucero Sánchez Rivero

Universidad Autónoma de Aguascalientes

 

Primera parte

Segunda parte

DE CÓMO LA MAGIA INFLUYE EN EL MUNDO

Inconsciente colectivo, arquetipos y sus regímenes

Para entender la relación entre la imagen de la bruja y el imaginario colectivo (también llamado inconsciente colectivo) es importante ahondar en su significado y en que “tiene contenidos y modos de comportamiento que son […] los mismos en todas partes y en todos los individuos. En otras palabras, es idéntico en sí mismo en todos los hombres y constituye así un fundamento anímico de naturaleza suprapersonal existente en todo hombre” (Jung, 1970). Más adelante, Jung indica que debido a su raíz etimológica la palabra “arquetipo” también se ciñe al inconsciente colectivo, pues se tratan de figuras primitivas simbólicas.

Es así como explica que en periodos de tiempo pretéritos dichos arquetipos pasaron de ser meramente inconscientes a conscientes, pues fueron trasmitidos por la tradición, aplicándose a representaciones colectivas.

En este sentido, Jung (1970) se refiere a las creaciones mitológicas del ser primitivo como alegorías:

Poco le importa al primitivo una explicación objetiva de las cosas que percibe; tiene, en cambio, una imperiosa necesidad o, mejor dicho, su psique inconsciente tiene un impulso invencible que lo lleva a asimilar al acontecer psíquico todas las experiencias sensoriales externas. No le basta al primitivo con ver la salida y la puesta del sol, sino que esta observación exterior debe ser al mismo tiempo un acontecer psíquico, esto es, que el curso del sol debe representar el destino del dios o de un héroe. Todos los procesos naturales convertidos en mitos como el verano y el invierno, las fases lunares, la época de lluvia, etc., no son sino alegorías.

De la misma manera, remarca que “el dogma remplaza lo inconsciente colectivo” (Jung, 1970), refiriéndose a la época de la cristianización en Europa.

Por su parte, Fernando Plascencia Martínez en su libro La función simbólica en la interpretación del mundo. Una versión para zombis (2016), haciendo uso de los arquetipos mencionados en Arquetipos e inconsciente colectivo (1970), alude a dos tipos de regímenes: el diurno y el nocturno.

*

Copulation (Jack Wilson, 2020)

*

Al diurno lo define como “patriarcal”, y menciona que:

La polarización del régimen diurno reside en la dominante postural, sus esquemas son formas de la división (airésis): la separación (lo que da lugar a arquetipos puros y luminosos) y la ascensión (con su arquetipo de la torre o la cima). […] Separa y excluye la diferencia.

La angustia y la muerte se atribuyen al devenir y al destino, es así que el tiempo vivido se convierte en diversos tipos de engendros, representados mediante los símbolos teriomorfos (animalidad, como el hombre lobo), nictomorfos (nocturnos, como brujas y fantasmas) y catamorfos (símbolos de la caída y el fracaso, como el destierro de Adán y Eva o la caída de Lucifer). Estos símbolos son monstruos terribles o situaciones peligrosas con connotaciones fuertemente femeninas.

Y es aquí donde sabemos que, en contraste con los arquetipos diurnos, falocentristas, se encuentran los arquetipos nocturnos: aquellos que representan el mal, la caída y la tentación del héroe, pero sobre todo que poseen particularidades femeninas, pues se centran en la muerte y el seno terrestre. Entre ellos se halla innegablemente la bruja (la tentadora, la que lleva a los hombres de buena fe a perder la cordura y la salud, como le llamaran autores y creyentes durante cientos de años).

Para entender del todo a que se refieren con esta feminidad oscura, es importante definir el régimen nocturno y que “comprende a la dominante digestiva y a su derivada, la dominante copulativa” (Martínez, 2016):

Invierte la negatividad de las imágenes de la muerte, la carne y la noche, con lo cual se revalora el aspecto femenino y maternal de la libido gratificante.

Lo valioso ya no reside más en la cima, sino en la sima, en las profundidades del abismo donde se encuentra el tesoro. Lo bajo deja su valoración negativa y el descenso pierde su calidad vertiginosa y angustiante para convertirse en una caída lenta, en una situación placentera.

Con lo anterior se entiende que, si bien durante la Antigüedad la mujer fue sacralizada debido a su capacidad para dar vida y su conexión con la naturaleza, ante la popularización del cristianismo dichas sacerdotisas, sabias y magas adquieren un matiz perverso. Dice Martín (2014):

Ninguna representación monstruosa de la naturaleza femenina ha tenido tanto eco en el imaginario colectivo como la iconografía de la bruja medieval. Sus conocimientos mágicos, su culto al diablo, su sexualidad excesiva y castradora, la ausencia de instinto maternal, su nocturnidad y la creación de círculos de solidaridad femenina (aquelarres) convierten a las brujas en el icono transgresor.

Ante esto, el primer episodio de la serie Salem (2014) es una representación no sólo del terror alimentado por la histeria religiosa y el recelo social a la mujer, también de las supuestas tinieblas que impera en la feminidad y que se nos han enseñado a temer durante generaciones, incluso a las mujeres que inequívocamente portamos dichas características desde nuestro nacimiento, haciendo que rechacemos una parte intrínseca de nuestra naturaleza.

*

*

EL PACTO O LA MUERTE DE LA MUJER Y EL (RE)NACIMIENTO DE LA BRUJA

El primer episodio de Salem (2014) —“The Vow” o “El voto”— presenta al elenco conformado por Mary Sibley, Tituba, John Alden y Cotton Mather y las motivaciones que los han llevado hasta este punto de su historia personal. En estos más de cuarenta minutos presenciamos rituales, pactos, posesiones y maleficios que durante la época medieval y renacentista fueron descritos como particularidades de aquellos acusados de hacer un trato con Satán.

Además de las ya mencionadas características impuestas por el clero, debemos remitirnos a la existencia de entidades malignas como las brujas, que son dadas por imaginarios colectivos que han imperado en la sociedad desde siglos anteriores hasta nuestra época y que con el cambio de perspectiva social han visto un alejamiento de la realidad que presentaba la Brujomanía.

El concepto de la bruja ha mutado adecuándose a la época y el contexto popular, perdiendo a su vez la concepción cristiana y renacentista de la que se origina, dando pie a la desinformación.

La bruja tradicional, como le llaman algunos, es según Morales (2006) “una mujer humana haciendo un pacto con el Demonio”. Esta descripción, aunque breve, engloba más creencias en las que me veré en la tarea de describir. Un ejemplo es la marca de la bruja (Calvo, 2016):

Para ratificar la renuncia, el diablo le hace al candidato una marca en alguna parte de su cuerpo. La sangre que brota de la herida es recogida en un paño o en una vasija. A partir de ese momento la señal se vuelve indeleble e indolora. Dicha marca no siempre tiene la misma forma: a veces es una liebre; otras, parece el pie de un sapo, una araña, un gozque o un lirón. La marca es impresa en las partes más escondidas del cuerpo —en el hombre, bajo los párpados, bajo la axila, en los labios, en el hombro, en el ano, etc.; en las mujeres, generalmente, sobre los senos o en las partes genitales—. Y el sello que hace estas marcas no es otro que la garra del diablo. Le pone una pequeña figura de un sapo en la niña del ojo izquierdo, gracias a la cual se pueden identificar los miembros que profesan la brujería. Muchos inquisidores justifican las condenas impuestas a supuestas brujas justamente en la existencia de dicha señal, tanto la del cuerpo como la del ojo.

*

Bruja alimentando a sus familiares.

*

En la serie nos encontramos ante esta marca cuando descubrimos a Mary Sibley alimentando a su “demonio familiar”, como lo nombran en El martillo de las brujas (2014), o al “animal de compañía”, como lo denomina Lazzarato (1992): “Un gato o un perro, un sapo, un murciélago, un cuervo, una rata, una comadreja, un búho o una lechuza […]. Se trata de su verdadero ayudante, al que la bruja le encomienda tareas de diversa índole […]. A cambio la bruja lo alimenta y le asegura una vida más larga de lo normal”. La marca se muestra como un pezón en la zona interior de su muslo, tras expulsarlo del estómago de su esposo George Sibley, a quien controla por medio de dicho ayudante mágico.

Una de las secuencias más importantes —debido a que constantemente es retomada a lo largo de sus tres temporadas—  va del minuto 6:24 al 8:26 del episodio piloto: Mary decide pactar con el Maligno al ir al bosque y entregar tanto su alma como la del nonato que lleva en su vientre (cabe destacar que en esa época, al tratarse de una mujer soltera, su reputación estaba en juego al sostener relaciones sexuales fuera del matrimonio) a cambio de (literalmente) “poseer el mundo”, lo que nos remite a las fantasías respecto al aborto en el antes mencionado El martillo de las brujas (2014):

[…] queda claro que hay tres géneros de vicios principales que parecen reinar sobre todo entre las mujeres malas: la infidelidad, la ambición y la lujuria. [..]. Y porque entre los tres, el último es dominante porque es insaciable, las que son ambiciosas son las más inficionadas, porque son más ardientes para satisfacer sus pasiones depravadas, como son las adúlteras, las fornicadoras, las concubinas de los grandes.

En la Bula, se trata de los siete modos para infectar mágicamente el acto venéreo y el feto concebido: Primero, arrastrando a los hombres a un amor desordenado; segundo, bloqueando su potencia generativa; tercero, escamoteando el miembro propio para tal acto; cuarto, cambiando mágicamente a los hombres en bestias diversas; quinto, arruinando la fecundidad de las mujeres; sexto, causando abortos; séptimo, ofreciendo los niños al demonio. (Sprenger, 2014)

*

Mary Sibley alimentando a su espíritu familiar.

*

Más tarde, en el mismo texto encontramos una referencia que esclarece este pensar respecto las brujas y la utilidad que podían dar a los fetos y recién nacidos:

Pruébase aquí la proposición por cuatro horrendos actos realizados sobre niños que todavía se encontraban en el seno de sus madres o que habían nacido ya. […] He aquí cuáles son estas obras: más los canonistas que los teólogos, tratando de impedimento maléfico, dicen que no solamente hay maleficio para que alguno sea incapaz de cumplir el acto carnal, sino también para que la mujer no conciba, o, si ha concebido, para que aborte. Añaden una tercera y cuarta manera de actuar las brujas: cuando no triunfan en el aborto, o bien devoran al niño o le convierten en ofrenda al demonio.

En dicha secuencia vemos a Mary acompañada de su sirvienta Tituba, quien la guía a través del rito que implica su alianza con el demonio, incitándola a reafirmar el deseo por el que Mary ha resuelto entregar su alma y, mientras esto pasa, su cuerpo se cubre de alimañas al tiempo que las raíces de los árboles cercanos la toman por las piernas. Sabemos que el Diablo ha aceptado su oferta porque su vientre está vacío, lo que indica que tanto el nonato como su fertilidad fueron cedidas, marcando así la pauta del episodio y dándonos una idea de lo que vamos a encontrar a lo largo de la serie.

*

*

Secuencia de pacto con el diablo de Mary Sibley.

*

Más tarde, con el paso de los episodios descubrimos que el objetivo de las brujas es traer al demonio del infierno y hacerlo nacer en la tierra por medio de lo que denominan el “Gran Rito” (1),  en el que deben hacer uso de un artefacto conocido como Malum (2), que desencadena la viruela negra en el pueblo y, así mismo, crea un portal en el bosque, en los riscos donde son arrojados sin miramientos aquellos a los que la gente de Salem llama los “indeseables”: delincuentes, católicos, sodomitas y, por supuesto, practicantes de magia negra.

Finalmente se descubre que el hijo de Mary —y John— está vivo y se ha transformado en la encarnación de Satán en la tierra (un niño encantador con perversas actitudes), quien deberá desposarse con su madre para fundar su reino en Salem. Y es en contra de su tiranía que las brujas se unirán (a pesar de sus continuas rencillas por el poder) para destruirlo porque, como ellas afirman, se trata de otro hombre que pretende controlarlas como durante siglos hizo la sociedad.

Una idea que no está alejada de las otras series, pues todas coinciden en que una bruja es una mujer libre de pensamiento y obra.

*

Malum en Salem (2018).

*

REFLEXIONES FINALES

Salem como retrato de la represión femenina

 

Al terminar esta breve inspección por series transmitidas en décadas previas y dar un vistazo a la configuración del imaginario colectivo, podemos deducir que el personaje de la bruja no ha perdido vigencia, aun cuando ha mutado adecuándose a las nuevas generaciones; a veces comportándose como una entidad juvenil con buenas intenciones que sólo se dedica a cambiar de imagen con sus poderes mágicos, otras como mujeres cuyos problemas familiares se mezclan con la necesidad de proteger al mundo de personajes sobrenaturales, y las series en las que han recobrado su primera forma —como lo es Salem (2014)— al hacer uso de escenarios clásicos renacentistas como los bosques y el pacto con el diablo que Michelet describe por medio de una conversación detallada en el sexto apartado de la primera parte de La bruja (2017):

Entonces oye claramente: «[…]Fuiste mía desde que naciste, por tu malicia contenida, por tu diabólico encanto. Yo era tu amante, tu marido. […] Yo te recibo en mis dominios, en mis libres praderas, en mis bosques… Y ¿cuál es mi ganancia? ¿Acaso no hace ya mucho tiempo que me respondes de inmediato? ¿Acaso no te he invadido, poseído, colmado con mi llama? Yo he cambiado, he reemplazado tu sangre. No existe una vena de tu cuerpo por la que yo no circule. Tú misma ignoras hasta qué punto eres mi esposa. Pero nuestras bodas no han cumplido aún con todas las formalidades. Tengo mis costumbres, soy muy escrupuloso… Seamos uno para toda la eternidad…».

«¿Qué puedo decirte, mi señor, en el estado en que me encuentro? Oh, ya he sentido, lo he sentido demasiado bien que, desde hace tiempo, tú eres mi destino. Maliciosamente me has acariciado, me has colmado, me has enriquecido para precipitarme… […]».

«[…] Yo no tomo, como se cree, tantas almas imbéciles que se me entregan. Yo quiero almas elegidas, cierto raro estado de furor y de desesperación… ¡Oh, cuánto tiempo te he amado!… Pero hoy no estoy hambriento de ti… […]. Si sólo quisieras ser rica, lo serías en el instante. Si quisieras ser reina, reemplazar a Juana de Navarra, por poderosa que sea, lo haríamos, y el rey no perdería ni un ápice de orgullo ni de maldad. Pero más grande aún es hacerte mujer. En fin, dime qué deseas».

«Señor: nada más que hacer el mal».

«[…] ¡Oh, qué razón tengo en amarte! En efecto, tu respuesta contiene todo, toda la ley y todos los profetas… Como has elegido tan bien, te será dado todo el resto por añadidura. Tendrás todos mis secretos: verás el fondo de la Tierra. El mundo vendrá a ti y echará oro a tus pies…». (Michelet, 2017)

¿No son acaso estas mismas promesas las que se le hacen a Mary Sibley para convencerla no sólo de entregar su alma sino también la de su hijo no nacido en el bosque? ¿No se le ve múltiples veces a lo largo de la serie comparada con reinas y gobernantes femeninas mientras ejerce un poder férreo sobre Salem como esposa de un hombre al que ha invalidado para controlar por medio de su espíritu familiar, un hombre que además la violó múltiples veces?

*

Dance with the Devil (Jack Wilson, 2020).

*

Mientras que las brujas Spellman, Halliwell y Bonnie Bennet ven surgir sus poderes por un medio más amable, las brujas de Salem (2014) se ven obligadas a decidir por su salvación y libertad, incluso por un ideal de un mundo en el que las mujeres no sean sometidas a la represión de sus pensamientos y deseos.

Entre las frases de la serie hay una que llama especialmente mi interés, pues Mary Sibley en una conversación con Cotton Mather lo cuestiona sobre la forma en que las mujeres deben pactar con el Diablo si su deseo es transformarse en bruja, a lo que él responde que tienen que firmar un contrato. Mary, fingiendo asombro, le pregunta respecto a la validez de dicho trato, porque en esa época una mujer sólo podía participar en uno por medio del permiso expreso de su marido.

Así se ratifica la idea de que el pánico a las brujas existió debido al temor que la sociedad después del cristianismo desarrolló hacia la autonomía de la mujer, valor que Salem (2014) comparte con el resto de las series con las que la he contrastado y que, no obstante, por el contrario a éstas, sigue fiel a los ideales de una época en la que el Demonio se escondía en todos los rincones oscuros de la mente humana, dándole así voz a una nueva generación de mujeres que, aunque villanas, tienen la posibilidad de decidir por sí mismas… Y éste, quizás, ha sido el mayor temor de las personas a lo largo del tiempo.

*

 

**

(1) Es el ritual más protegido y peligroso conocido por las brujas, al menos en cuanto a la serie se refiere.

(2) Malum, del latín demonio (y también manzana).

***

BIBLIOGRAFÍA

Apple TV. (20 de 10 de 2024). Salem. Obtenido de Salem: https://tv.apple.com/mx/show/salem/umc.cmc.5b8ieqy66wuv72ov05o5lkhuq

Calvo, M. J. (2016). Artes Maleficorum. Madrid: Calambur.

Celi, M. (2008). Moi, Tituba sorcière… noire de Salem de Maryse Condé. Obtenido de Nueva Revista de Lenguas Extranjeras: https://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/2636/celimoitituba.pdf

Heinemann, U. R. (1994). «Eunucos por el Reino de los Cielos». Madrid: Trotta.

Jung, C. G. (1970). Arquetipos e inconsciente colectivo. Barcelona: Paidós.

Lovecraft, H. P. (2011). El horror sobrenatural en la literatura y otros escritos teóricos y autobiográficos. Valdemar: Madrid.

Mahiques, R. G. (1991). Malum arbor. El código semiológico de la manzana. Obtenido de Dialnet: https://www.uv.es/dep230/revista/PDF350.pdf

Martín, Y. B. (2014). La sexualidad de las brujas. la deconstrucción y subversión de las representaciones artísticas de la brujería, la perversidad y la castración femenina en el arte feminista del siglo XX. SALIR DEL CAMINO. CREACIÓN Y SEDUCCIONES FEMINISTAS, 293-307.

Martínez, F. P. (2016). La función simbólica en la interpretación del mundo. Una versión para zombis. Aguascalientes: Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Michelet, J. (2017). La bruja. España: Akal.

Páez, A. M. (2022). Brujas. España: Debate.

Pato, S. (2019). Breve historia de la fantasía. Madrid: Nowtilus.

Sprenger, H. K. (2014). El martillo de las brujas. España: Maxtor.

Torres, M. J. (2005). “La influencia de la televisión en los hábitos de consumo del telespectador”. Obtenido de Dialnet : https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2926025 Universidad de Valencia. (11 de septiembre de 2023). Universidad de Valencia. Obtenido de Universidad de Valencia: https://www.uv.es/uvweb/master-historia-formacion-mundo-occidental/es/blog/edad-media-medievo-1285960141137/GasetaRecerca.html?id=1285961648027

 

BIBLIOGRAFÍA DIGITAL

Enlace de Disney+ para ver las tres temporadas de Salem (2014):

Disney+. Salem. Recuperado de:

https://www.disneyplus.com/es-mx/series/salem/3HNtoO3BxxDO

 

Mary Sibley alimentando a su espíritu familiar:

(2015 octubre 27). Salem: 203 ‘From Within’ George Sibley. [Video]. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=cVtexTVDjYU

 

Secuencia de Mary Sibley pactando con el diablo para convertirse en bruja:

(2023 agosto 31). Salem (Mary on a cross). [Video]. Recuperado de:

https://www.youtube.com/watch?v=tdYmR2gFI

 

****

 

Iris Rivero

Nació en Ciudad de México en 1995. Actualmente radica en el estado de Aguascalientes. Es ingeniera en Gestión Empresarial por el Instituto Tecnológico de Aguascalientes y licenciada en Estudios del Arte y Gestión Cultural por la Universidad Autónoma de Aguascalientes. En 2019, dos de sus cuentos formaron parte de la antología Cuentos para vagos por Alma Negra Ediciones (España). Es autora de la novela Pisada de bruja, publicada en 2023 por la editorial de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, donde explora el miedo, el folclor, las leyendas antiguas y la reivindicación de la feminidad, así como el papel de la mujer en las creencias previas al cristianismo. La brujería, el erotismo, la denuncia social y ecológica es tema frecuente en su trabajo. En 2025 formó parte de la antología Fénix de tinta de la colección Abrapalabra, en la que colaboró con dos cuentos de género especulativo. Recientemente, su cuento “La danza de la Rusalka” fue seleccionado para Penumbria Wyrd. En este momento se encuentra trabajando en la secuela de Pisada de bruja y otro proyecto en paralelo, en el que sigue tocando temas como las perspectivas femeninas, el ocultismo, el dolor y la otredad.

Instagram: @mdialuna

Facebook: Iris Rivero – Autora

¡COMPÁRTELO!

Sólo no lucres con él y no olvides citar a la autora y a la revista.