BREVEDADES INFINITAS
UN MINIANÁLISIS
Exigir la mortalidad del individuo
es querer perpetuar un error hasta el infinito.
Arthur Schopenhauer
(2do epígrafe usado en el libro
Brevedades infinitas de Marcia Ramos)
Conocí a Marcia Ramos en Culiacán por eso del 2015. Durante el breve periodo de una semana compartimos clases y comida en el encuentro Interfaz. En esos días tuvimos la oportunidad de conocernos un poco, de platicar de nuestras ciudades -Tijuana, ella; Mexicali, yo- y, por supuesto, del motivo que nos había convocado lejos de nuestras fronteras: la literatura. Ella ya se había graduado de letras y trabajaba como maestra, yo estaba comenzando la licenciatura; ella encarnaba los sueños que tenía -aún tengo- de escribir y enseñar. No me atreví aquella ocasión a preguntarle muchas cosas por temor a incomodarle, pero le escuché atentamente. Fue lo que me dijo una de las mañanas rumbo a la Casa de la cultura en el centro de Culiacán lo que se quedaría conmigo desde entonces; al final, si el recuerdo no me falla, sus inicios en la escritura, el motivo de esta reseña/análisis y el tipo de literatura que he asociado con ella desde entonces se reduce todo a un término: minificción.
Marcia Ramos
Después de diversos logros de Marcia, ha llegado a mis manos su libro más reciente: Brevedades infinitas. Este libro es el no. 2 de la colección Narrativa Breve de la editorial La Tinta del Silencio y viene dividido en varias secciones: Castillo de sangre, Brevedad infinita, Dos mil trece vol. 1 y Novísimos, cada uno con temática diferente, pero con sellos particulares que los caracterizan y cohesionan como un solo libro. A lo largo de las páginas, encontramos un estudio de la violencia, lo que significa ser mujer y del comportamiento humano. Conforme avanzan las páginas, el libro se vuelve progresivamente violento, se diluyen los límites entre lo ficticio y lo real y se genera una ambigüedad que en ocasiones se encuentra al borde de lo metaficcional.
CASTILLO DE SANGRE
Esta primera parte del libro se ha compuesto, en su mayoría, de protagonistas femeninas. Personajes de cuentos de hadas, en especial princesas que atienden tanto a los cuentos clásicos rescatados por Perrault o los Hermanos Grimm como a concepciones animadas contemporáneas. Las minificciones de esta sección del libro son potentes, con giros sangrientos y certeros. Destaco entre ellos el siguiente, que me parece, resume en su última frase el cambio de paradigmas que los cuentos de hadas están enfrentando actualmente:
Mortífera desnudó lentamente a Úrsula, al verse en el espejo descubrieron que no deberían andar con cuentos. Las historias de príncipes y princesas ya no eran nuevas.
BREVEDAD INFINITA
La segunda parte del libro no sólo presta el nombre para el título, sino que juega con su mismo concepto: la sensación de tiempo prolongado en unas cuantas letras. Brevedad infinita es un ejercicio sobre las posibilidades de la ficción, donde la constante es que todo lo que es posible, va a suceder. Mi favorita:
Fantasmas
Deseaban ser uno mismo, pero desaparecían.
DOS MIL TRECE VOL. 1
Esta sección del libro merece una lectura detenida. Los textos se entrelazan entre sí creando una historia conjunta que va más allá de lo visible en el texto. Nos cuenta la historia del robot femenino Yokisha, quien aun en condición de robot se ve inmersa en una sociedad futurista-apocalíptica donde el cuerpo femenino es un objeto sexual y los gigantes destruyen ciudades. Me fue inevitable recordar la película de Ghost in the Shell y ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? por los tintes de ciencia ficción y sentimiento de desolación.
Yokisha se alimenta de un libro de poesía.
NOVÍSIMOS
La parte final del libro no decepciona. Consta de 4 minificciones, también con tintes fantásticos, emotivos, eróticos y realidades desgarradoras. Nos presenta la historia de un amor eterno de 40 años, una madre desnaturalizada, una sirena y una zombi. Cuentan con el suficiente nivel de emotividad y sorpresa para mantenerte cautivo hasta la última línea.
El viaje más largo
… Comprueba que la eternidad son los cuarenta años que pasaron juntos, uno sin el otro.
Es evidente el cuidado, pasión y empeño que ha sido puesto en cada una de las historias de Brevedades infinitas. Mi único inconveniente con el libro: desearía que el libro contuviera más minificciones, los textos son tan interesantes y fáciles de leer que me hicieron falta más. Me consuela la idea de que esta vez no será la última vez que nos encontremos Marcia y yo en las letras, porque estoy convencida que este fabuloso libro será uno más de los éxitos literarios de esta mujer que inconscientemente ha sido uno de mis modelos a seguir desde hace un tiempo.
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Valerie Vetra nació en Irapuato, Guanajuato, el 5 de diciembre de 1994. A los pocos meses se trasladó a Mexicali, Baja California, donde ha vivido casi toda su vida. Formó parte del taller de creación literaria del programa Talentos Artísticos de Baja California del 2010 al 2013, en cuyo periodo se publicó una antología con los trabajos del grupo. Obtuvo mención honorífica en el certamen de cuento Intercobach 2011. Cursó satisfactoriamente el seminario de formación de novelistas impartido por el académico de la lengua, el profesor Élmer Mendoza. En el 2012 contribuyó a la publicación de dos antologías de cuento (Voz en Silencio II y Frutos del árbol muerto). Publicó un cuento en la revista electrónica Letras Raras de julio del 2012, así como en Círculo de Poesía a mediados del 2015. En 2014 formó parte del taller de cuento del Centro de Apreciación Literaria de la Universidad Autónoma de Baja California. En agosto del mismo año fue invitada como escritora a participar en el VI encuentro de escritores Tiempo de literatura, celebrado en Mexicali. Fue becaria de Signos en rotación, de la Caravana Cultural del ISSSTE a principios del 2015. Actualmente cursa la licenciatura de docencia de la lengua y la literatura en la UABC e imparte un taller de escritura creativa en un plantel de COBACH en Baja California. Prefiere la narración, enfocándose principalmente en la ficción.
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