Santiago se va

Vanessa Puga

 

Hoy voy a hacer trampa: les hablaré de fantasía pero no de algo catalogado forzosamente como LIJ. La ventaja de haber puesto yo las reglas del juego es que de vez en cuando me puedo dar el lujo de moverlas un poco.

Esto se debe a que hay libros que son tan maravillosos que uno quiere compartirlos con todo el mundo, cueste lo que cueste. ¿Y no estoy aquí para hablarles justo de los libros más maravillosos que hallo?

Imagino que a todos nos gana a veces el pequeño Narciso (o el gran Temor Social, cualquiera sea el caso que les acomode) que llevamos dentro y nos preguntamos qué opinan las personas a nuestro alrededor acerca de nosotros. Pero ¿qué pasaría si encomendáramos a nuestro mejor amigo en la vida para entrevistar a las personas más relevantes de nuestra existencia?

Así arranca el viaje del narrador, el amigo de Santiago, quien por solicitud previa de su cuate, se embarca en la misión de ayudarle con un documental sobre su vida. El narrador se acerca a entrevistar a las mujeres importantes en la vida de Santiago y nosotros, los lectores, somos espectadores a través de las transcripciones de las entrevistas. Todas las mujeres coinciden en que Santiago era un soñador (y probablemente un bueno para nada), y en general el recuerdo no es tan agradable.

Siempre con sus inventos… esos inventos fantásticos… esos inventos que pueden cambiar al mundo si alguien se atreve a creer en ellos.

Cuando podemos vislumbrar esos inventos nos damos cuenta de que no estamos leyendo una novela cualquiera. Estamos leyendo el producto de la genial mente de José Urriola, autor de la novela Santiago se va, editada por Editorial Libros del Fuego.

Lo que inicia como una novela curiosa, donde vemos las voces de diferentes mujeres recordando a un hombre que transitó por su vida, se convierte en un viaje de descubrimientos asombrosos, con la premisa de que el tiempo nada perdona, ni siquiera a las impresiones o a los recuerdos.

¿Qué pasaría si alguien desaparece, si ya no está? ¿Qué pasaría si antes de irse nos deja una última carta y la petición de leerla, 10 años después de su partida, ante una cámara? ¿Qué pasaría si podemos elegir los recuerdos que nos forman?

Urriola nos regala una novela en la que lo fantástico coquetea de una forma tan sutil con lo real y cotidiano que hace dudar de la cordura no tanto de Santiago sino de uno mismo: ¿es eso posible y yo no lo veo?

Las grandes interrogantes que me surgían tras haber leído la novela:

¿Se altera la memoria que tenemos de alguien a causa de su ausencia? ¿Perdonamos los rencores? ¿Se acrecentan los sentimientos?

Dándole una voz única a cada una de las entrevistadas y a su entrevistador, José consigue hacernos transitar por esas y otras cuestiones a lo largo de la novela. Puntos extra por lograr que los diálogos sean fluidos y que no se noten forzados o repetitivos. Cada personaje tiene su propia esencia y su propio giro.

Además, un plus maravilloso para alguien que no puede vivir sin audífonos como yo: esta novela no sólo se lee, sino que también se escucha. Todos recuerdan que para Santiago la música era importante. Cada entrevista va con una canción de fondo. La novela entera construye una banda sonora a lo largo de sus páginas.

Los dos tiempos de la novela: el momento en que entramos y 10 años después para la entrevista de seguimiento, nos muestran una evolución de los personajes y, ante todo, de los recuerdos. Una vez que empecé a leerla, no pude parar.

¡Y el final! El final no se los voy a contar, es una explosión de la literatura de la imaginación que ustedes mismos deben presenciar.

Acérquense a conocer a José Urriola y su trabajo. Pueden seguirlo en Twitter (@Jsurriola).

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Vanessa Puga

También responde al nombre de Nerea o al apelativo de bruja. Dicen que nació en la Ciudad de México, pero ella sospecha que la inventaron las novelas de fantasía y aventura y la aventaron en un mundo que no le corresponde. Tiene un serio crush con lo creepy. Ávida lectora y escritora —de preferencia a mano, con letra cursiva y tintas de colores—, es imán de geeks aunque no entienda todos los fandoms. Hornea panqués cuando está excesivamente estresada.

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