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DENTATA

Vivi Page

 

Se ha reflejado en más de una ocasión en el terror uno de los principales miedos masculinos: la mujer y su sexualidad. Aunque no es la primera vez que se menciona este tema en mi columna, lo cierto es que ejemplos de este ítem son bastantes y variados.

¿Has escuchado la leyenda mexicana de la Piøwachuwø (Piowacwe, la mujer-volcán)? Se trata de un ser sobrenatural que seduce a los hombres —algunos relatos dicen que se disfraza de su amante, esto aplicado a los hombres que ya eran infieles— y en el acto sexual los asesina con su vagina dentada, pues en su forma real es una culebra.

Esta leyenda tendrá su propia versión según el lugar en el que se cuente y, aunque tiene su contraparte masculina (el ser sobrenatural que mata con su órgano sexual convertido en coralillo a las mujeres infieles), lo cierto es que el mito de la mujer devorando al hombre es calcado de cultura a cultura y de generación a generación.

«Si la equivalencia más conocida por nosotros y, sin duda, también más difundida en el mundo, hace del macho el comedor y de la mujer lo comido, no hay que olvidar que la fórmula inversa a menudo se da en el plano mítico». (Lévi-Strauss, 1912).

Lévi-Strauss escribió acerca del mito de la vagina dentada que es un retrato de la dominación masculina sobre la mujer, pues era importante que ella no le robara su fuerza vital en el acto sexual.

Lo cierto es que la cultura popular en el arte y en el entretenimiento han referenciado esta imagen en múltiples ocasiones.

Uno de los ejemplos más populares que contiene a este famoso ser sobrenatural es Cristóbal nonato, novela de Carlos Fuentes publicada en 1992. Es un libro de ciencia ficción, combinado con crítica social, decorado con frases sarcásticas e hilarantes y narrado por un personaje aún no nacido. Denota los contrastes de la vida: el narrador es un feto a punto de nacer en un México apocalíptico. Además, es un futuro imaginario con la siempre presente huella del pasado. Y así es el mito: un órgano sexual que da vida es a la vez un instrumento mortal.

Por otro lado, la película Teeth (Lichtenstein, 2007) trata sobre una chica religiosa que le da mucho valor a la virginidad, pero cuando cede a las hormonas y tiene relaciones su vagina dentada desangra a su compañero. No es una película con buenas críticas, pero sí replica el mensaje inicial: los dientes son un castigo ante el pecado de la lujuria. Por supuesto la historia ha sido escrita con pluma masculina. Las villanas son las mujeres, la vagina siempre es el peligro, sea porque vamos a castrarlos o porque, según el pensamiento de Freud, la vagina alguna vez fue castrada.

Recordando cuando el feminismo convirtió el símbolo de la bruja en un sinónimo de sonoridad, situación similar sucede con los dientes: no es un castigo por disfrutar de la libertad sexual, es más bien una punición a quien violenta el derecho que tenemos sobre nuestros cuerpos. Así es: convertir en halago lo que alguna vez fue un intento de satanizarnos.

Por cierto, en internet rondan pinturas, esculturas e ilustraciones de preciosas vaginas dentadas, les recomiendo buscarlas. Y como representaciones gráficas del órgano sexual femenino hay muchas, compartiré mis favoritas en la siguiente columna.

Vagina Dentata, por Wednesday Wolf.

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Vivi Page

Nací en la ciudad de Puebla, el 2 de diciembre de 1997. A muy temprana edad me enamoré de las palabras y desde entonces hasta ahora he intentado conquistarlas.

Estudié un año lingüística y literatura. Sin embargo, por azares del destino, dejé la carrera, pero no las letras. Mis relatos van desde lo erótico hasta lo escabroso, publicados en algunas revistas digitales.

Y este es solo el comienzo.

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