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LOS DÍAS QUE PERDEMOS

análisis de El ladrón de días de Clive Barker

 

Lord Crawen

 

Hoy dedicado a Uriel Uriostegui Fuentes; mañana, espero a nadie más.

 

De niños tenemos la capacidad de imaginar el mundo a nuestro alrededor de una forma muy diferente a la de un adulto. La mayor parte de estas veces, sin necesidad de un acuerdo común, los colores saltan de las paletas imaginarias para permear en el onírico entorno. Todo esto con el fin de dejar, aunque sea a ratos, los problemas con los que un infante puede lidiar. ¡Y vaya que ahora, en la edad adulta, son risibles!

Actualmente nuestras infancias se ven inmiscuidas mucho más tiempo en el mundo visual creado por internautas especiales, tratando de sobrellevar su ya abultado, gris y triste mundo enmarañado de terrores pandémicos, guerras internacionales y una impermeable transferencia monetaria que nunca termina.

Hay pequeños, pero visibles casos, de niños que no pueden escapar a su realidad, una donde el sistema no les permite vivir de sus sueños, sino que deben coexistir a costa de ellos, siendo explotados de manera laboral, en busca de un alimento o el sustento diario, el cual no llega a cubrir sus necesidades habituales.

El mundo, dicen por ahí algunos autores y expertos, es de los niños. Ergo, los adultos no permitimos que sucedan este tipo de acontecimientos catastróficos, dirían algunos especialistas en movidas mentales.

A donde voy con todo este discurso literario que vivimos hace algunos ayeres es al breve análisis de un libro cuyo autor es uno de los exponentes más increíbles del body horror: Clive Barker. Podríamos pensar que el libro contiene imágenes abruptas de críptidos o cuerpos mutilados. Nada más allá de un mundo simple y nada complejo.

Clive Barker

En El ladrón de días, Clive Barker expone un universo paralelo al de James Matthews Barrie, autor de Peter Pan. Conocemos esta historia ya sea de manera literaria o por todas las versiones cinematográficas entregadas hasta hoy. Barker nos transporta a una versión más oscura de esta historia, donde relata la historia de Harvey Swick, un niño aburrido en el ajetreo del día a día y con unos padres ocupados más en ellos que en él. Una noche, un hombre llega hasta su ventana y se presenta como Rictus, quien le invita a pasar unas vacaciones de verano donde sus sueños se hacen realidad con tan solo pensarlos.

La premisa es ya algo gastada para muchos cuentos infantiles, pero lo que realiza Barker en este cuento dista mucho de las narrativas constantes. Más allá del miedo a crecer o de la obtención de los regalos más preciados en el universo, es el precio a pagar por la estancia en esta villa vacacional. Harvey, dentro de este sitio, conoce a muchos niños y solamente a una mujer adulta (aparte de Rictus y otros seres que habitan el lugar, quienes son los anfitriones de la villa pero no se dejan ver en las actividades cotidianas del lugar). La lectura comienza a ponerse incómoda una vez que los niños desean todo lo que les place: las estaciones del año pasan en días u horas, el factor tiempo se mueve de una manera anormal, porque —al igual que en Peter Pan— ninguno de ellos crece.

Pero siempre hay un precio por las comodidades: en este mundo nada es gratis.

Cansado de su estancia en villa vacaciones, de tenerlo todo y a la vez nada, de extrañar su aburrida vida con sus padres, Harvey decide romper la barrera del espacio-tiempo y salir del lugar, lo cual resulta en un vuelco en la historia que nos golpea con prontitud ahora que llegamos a la adultez.

¿Qué es el tiempo?

Portada original creada por el propio Barker.

Lo tenemos y no al mismo tiempo. No tenemos control sobre él, ni nos controla. Solo es un factor que se denota en nuestras mentes cuando recordamos que algo teníamos que hacer en ese momento específico, deseando que se detenga todo o regresar las manecillas para volver a ese momento y no replicar lo que consideramos un error.

Mas las cosas no suelen ser así. Podremos hacer los viajes que queramos a tierras en universos oníricos, pero realmente el tiempo corre y nos desplaza, rompe nuestros sueños y proyectos si no lo cuidamos, nos separa de personas a las que estimamos y no las llamamos o las olvidamos por problemas personales o trabajos constantes.

Interiores ilustrados por el propio Barker.

Nadie nos dice cómo vivir, tampoco existe una forma de control de la vida. El individualismo nos permite ir y venir, tomar decisiones a tiempo o no.

Al final de la historia, Harvey se vuelve el factor que denota el nombre del libro. Aunque pensábamos en que Rictus o el amo de la villa, el señor Hood, eran quienes controlaban el espacio-tiempo, no resulta ser completamente cierto.

Este libro es una invitación a la lectura con nuestros hijos, sobrinos o pequeños que se atrevan a acercarse a nosotros para una lectura breve, para compartirlo con adultos que creen que ya no tienen tiempo o para reflexionar en los tiempos oscuros cuando las personas que creíamos siempre estarían ya no lo están.

Para Harvey, e incluso para el mismo Barker, el final es la redención del personaje: nos da un aprendizaje del uso efectivo de nuestro tiempo al igual que el uso que le damos alrededor de las personas que son parte de nuestra existencia. Lo que se pueda leer es muy distinto a lo que podamos ejecutar en la vida. Historias van, historias vienen, moralejas se aplican o no a nuestra forma de vida.

En nosotros está la decisión de usar el tiempo de mejor manera.

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Jezreel Fuentes Franco (Lord Crawen) nació el 29 de junio de 1986 en la Ciudad de México. Estudió Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica en el Instituto Politécnico Nacional. Su pasión por la literatura y la música lo lleva a formar parte del taller de creación literaria impartido por el profesor Julián Castruita Morán y Alejandro Arzate Galván. Participante de Concursos Interpolitécnicos de Lectura en Voz Alta, Declamación, Cuento y Poesía. En 2014 es finalista del Concurso Interpolitécnico de Declamación. Participó en 4 obras de teatro de improvisación, las cuales fueron presentadas en los auditorios de la Escuela Superior de Ingeniería Textil y en el Cecyt 15. Ha realizado ponencias en eventos de «Literatura del horror” en el auditorio del centro cultural Jaime Torres Bodet. Actualmente publica en El nahual errante y Sombra del aire, ambas revistas de corte virtual.

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