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EL TERROR CREA, SE MAGNIFICA Y NOS TRASTORNA

LOS NUEVOS ROSTROS DEL HORROR

 

Lord Crawen

 

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El horror es un sentimiento inherente al hombre. El miedo es lo que los impulsa a continuar o cesar en su camino. Valiéndose de la imaginación (o posiblemente del arte de entablar conversaciones con seres de otros mundos), se han descrito innumerables historias sobre horrores y situaciones en las que el humano, en muchas ocasiones, no sale bien librado. La literatura del horror tuvo un auge importante en la época victoriana, pero muchos de estos autores y autoras no tuvieron el reconocimiento sobre sus historias; sobre todo las autoras, quienes vivían a la sombra de algún hombre para ver su obra publicada.

Con el paso del tiempo, la literatura forjó un vínculo con el invento de la cinematografía y a la fecha ese vínculo mantiene historias frescas y sigue aterrando a todos en distintas formas o agradeciendo su existencia, en el mejor de los casos.

Las películas de terror no han tenido el reconocimiento por los grandes críticos de cine, ¿pero quién podría ser mejor crítico que quien las ama y observa una y otra vez? El expresionismo alemán tiene filmes de terror más reconocidos que el resto de su filmografía. Se recuerda más a un Alfred Hitchcock por su aporte a los thrillers y al suspense. Se evocan recuerdos malignos al mostrar al final de los 70 la película El exorcista. Y ni hablar de los gloriosos años 80, que con los videoclubes y las cámaras en cada hogar se pudieron crear historias malísimas y a la vez sublimes con todo tipo de monstruos y criaturas; el nacimiento del género slasher, el giallo desde Italia y el surgimiento del cine de horror japonés.

Artistas plásticos comenzaron su trabajo impresionante para dar vida a monstruos que nos atemorizarían en la pantalla.

Resurgió la literatura del horror, que en la antigüedad no se había tomado en cuenta, y comenzaron a filmar películas o programas de televisión basados en ellos.

Para los años 90, el horror había sentado sus bases como un género cinematográfico al que todos tenían acceso. Se volvió no solamente una forma de contar historias sobrenaturales, sino también de corte político y económico. Comenzó a surgir el gore, además de filmar historias basadas en hechos reales.

Para el año 2000 la filmografía alcanzó un nuevo pináculo al contar historias de falsos documentales y las historias de extraterrestres y mundos post-apocalípticos.

En la primera década de los 2000 había zombis en todos los rincones de las pantallas. El cine español, surcoreano, irlandés y canadiense tomaron el estandarte para contar nuevas historias. Aparecieron películas traídas de China y Tailandia. Latinoamérica comenzó a tener un mayor auge en este tipo de cinematografía para contar mejores historias, siendo Argentina un exponente importante; además de Brasil, México, Uruguay y Venezuela.

Aunque ya existe la posibilidad de que cualquier persona pueda filmar una película de terror o una serie, escribir un libro, hacer una pintura, fotografía o programar una experiencia virtual, el terror debe basarse siempre en historias frescas para los amantes del género; esos que ya están cansados de los “jump scares”, de los monstruos debajo de la cama, de las naves espaciales que llegan desde otros mundos, de portales interdimensionales mal hechos y de criaturas que ya no dan miedo.

Sin embargo, como amante del horror, debo decirles que la manera de contar historias ha evolucionado y se mantiene siempre fresca. Pero, como todo en este mundo, debe buscarse, ir hasta los rincones a donde nadie más puede acudir sin temor a lo que se pueda hallar.

Les tengo algunos nombres. Varios ya los conocen, pero quiero hacerles un reconocimiento por sus aportes al terror.

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Los hermanos Duffer

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Aunque sólo tienen un largo (Hidden, 2015) y una serie de cuatro temporadas llamada Stranger Things, han llenado los corazones de los devotos del horror y los ochenteros de corazón. A través de guiones siniestros y criaturas bien trabajadas en CGI —junto a un elenco del cual no nos cansamos de ver sus aventuras—, el trabajo de estos directores de horror ha sido espeluznante. ¡Quién sabe qué nos tendrán más adelante!

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Scott Derrickson

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Si bien es un director y guionista americano metido en filmes fantásticos, ha tenido películas de terror que debemos tomar en cuenta, como el falso documental El exorcismo de Emily Rose y la tremenda presentación de Sinister (si no la vieron en el cine, se perdieron de una aterradora experiencia). Su trabajo más reciente fue The Black Phone, adaptación de un cuento de Joe Hill.

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Paco Plaza

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Como mencioné, el cine de horror español ha surgido de lo más profundo del abismo de la mano de Álex de la Iglesia, a quien recordamos por su ópera prima El día de la bestia. Paco Plaza no quiso quedarse atrás con la filmación de la suya: el falso documental REC. Aunque perdió el rumbo con la seguidilla de esta saga, Plaza nos entregó filmes como La posesión de Verónica y La abuela.

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Bong Joon-Ho

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No existe nada más aterrador que los humanos y su avaricia, que corrompe el universo y los lleva a un mundo post apocalíptico donde el menos favorecido debe luchar en este nuevo mundo. Si bien este director tiene filmes variados, últimamente ha tenido un repunte hacia lo que son los thrillers psicológicos. Basta con ver Snowpiercer (y vean la teoría que la une con Willy Wonka), Okja y Parasite, película ganadora del Oscar.

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Jennifer Kent

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Las mujeres en el terror —en los años 80— vieron la oportunidad de convertirse en estrellas y ahora son aclamadas con el título “Scream Queens”. Pero había pocas posibilidades para ellas en la dirección de una película. Afortunadamente para el mundo, tenemos a esta directora desde Australia, que con tan sólo dos películas ha propuesto una nueva mirada al horror. The Babadook y The Nightingale.

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Julia Ducournau

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Nacida en Francia, esta directora de filmes de horror realista es quien se encarga de tomar la silla de dirección para mostrar al mundo la importancia del papel de la mujer. Basta con ver Raw y su último trabajo Titane.

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Guillermo del Toro

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No podíamos dejar fuera a nuestro director de cine favorito en México, ya que desde Cronos ha mantenido una historia sobre la fantasía y los críptidos, trayendo a la vida a Hellboy y su historia de amor para los raros con La forma del agua.

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Brandon Cronenberg

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De tal padre, tal hijo. Si ustedes ya han visto la filmografía de David Cronenberg en los años 80 y 90, pues ahora su hijo trae dos películas que son sumamente histéricas y coloridas para los amantes del nuevo horror tecnológico: Antiviral y Possessor.

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Robert Eggers

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Su carta de presentación con The Witch le otorgó prácticamente la medalla al nuevo horror. Con The Lighthouse extendió el horror a lo que probablemente sea un acercamiento a lo lovecraftiano —que hasta la fecha nadie ha podido filmar— y finalmente con The Northman nos entregó una película mitológica y fantástica. Viene el tercer remake de Nosferatu con él como director. Espero grandes cosas.

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Ari Aster

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Tan sólo dos películas fueron necesarias para retomar el nuevo horror. Por un lado Hereditary, un filme con tintes oscuros que tiene un final avasallados, y por el otro, Midsommar, uno de esos pocos filmes con todo el colorido del mundo que aterra a cualquiera que ose verlo.

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Jordan Peele

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El horror no tiene color. Pero para la gente, sí. Jordan Peele, como las mujeres, se ha atrevido a sumarse a este género y tomar el papel de director y no del chico de color que moría en todos los filmes juveniles. No sólo rescata papeles para estos actores, sino que los vuelve protagonistas. Get Out fue su carta de presentación e incomodó a más de una persona. Pero Peele no se quedó ahí: construyó Us y nuevamente movió la cinematografía estandarizada, retomó The Twlight Zone con nuevas historias (muy a la Alfred Hitchcock), reconstruyó Candyman y ahora, con Nope, terminó por dar el golpe final para afianzarse como un director de la nueva ola de horror.

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Si todavía no se atreven a ingresar a este mundo, están a tiempo. Octubre está cerca y el horror, al salir de la puerta de su hogar.

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Jezreel Fuentes Franco (Lord Crawen) nació el 29 de junio de 1986 en la Ciudad de México. Estudió Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica en el Instituto Politécnico Nacional. Su pasión por la literatura y la música lo lleva a formar parte del taller de creación literaria impartido por el profesor Julián Castruita Morán y Alejandro Arzate Galván. Participante de Concursos Interpolitécnicos de Lectura en Voz Alta, Declamación, Cuento y Poesía. En 2014 es finalista del Concurso Interpolitécnico de Declamación. Participó en 4 obras de teatro de improvisación, las cuales fueron presentadas en los auditorios de la Escuela Superior de Ingeniería Textil y en el Cecyt 15. Ha realizado ponencias en eventos de «Literatura del horror” en el auditorio del centro cultural Jaime Torres Bodet. Actualmente publica en El nahual errante y Sombra del aire, ambas revistas de corte virtual.

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