#MINIRP
107
#minirp es un ejercicio de escritura digital (utilizando la plataforma Twitter) que incentiva la imaginación, partiendo de una imagen dada para crear historias.
Las historias que sobresalieron en nuestro ejercicio 107:
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—Doctora, ¿está segura de que perderé peso?
—Claro, mi método nunca falla.
—¿Alguna dieta?
—Así es, a base de ácido fluorhídrico.
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Y de nada sirvió sus sueños.
Ella se los consumió
En la tibieza de la noche
Y de a poco
Murió.
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El show de cocina de Consuelo no duró mucho: «Muy ácido», decían. «Muy crudo».
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Era simple lógica: el Néctar de los Dioses no podía destilarse de lo divino. Es para ellos, no para nosotros.
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Odiabas las bañeras, querido: son cosas de burgueses, me decías… ¡Y hoy estás en una! ¿Mas quién nos avisó del cataclismo nuclear?
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Minimalismo mágico- La muerte casera por agua es joya artística, economía suprema: una bombilla, vieja bañera y la cuchara ritual.
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La melliza hermosa se murió. La fea para obtener su belleza lentamente se la comió.
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Porque te amo devoraré tus pecados, uno a uno, hasta que se salve tu alma.
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El mito del día y la noche: una muere para que la otra viva, y así sucesivamente, en una danza sempiterna de muerte y resurrección.
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¿Y qué querías que hiciera?
Me acostumbré a ti, y la costumbre es más fuerte que la sensatez.
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Te quiero mucho, mucho, no soporto la idea de que te devoren los gusanos, prefiero nutrirme de ti.
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No sé si podré comerte sola, Mario. Tendré que llamar a tus hermanas. Si hubieras ahorrado un poco, te podríamos haber enterrado.
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El balneario «La Fuente de la Juventud» prometía un método exfoliante revolucionario.
Los comentarios del más allá lo corroboraban.
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Tenerte en mi pecera
Alimento de mi pena
Para beber tu vida entera,
Te espero en mi bañera.
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A las alumnas se les enseña la correcta postura a la hora de consumir a sus maridos.
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Para extraer tu aroma fue necesario muchísimo alcohol; el resultado es un perfume irresistible, todos de mí se enamoran al instante.
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Terminó la dictadura
del devorador de almas.
Es tiempo de alimentarse
día a día con la esencia misma
del ser humano…
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Quería descubrir su niño interior, por esta razón lo sumergió en un baño espumoso de ácido clorhídrico concentrado.
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Todos creían que su mejoría era obra de la nueva medicación. En realidad, se debía a las conversaciones con su otro yo.
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«Pasó tanto tiempo desde la última vez que nos vimos. No sé si habrás tenido tiempo de reflexionar sobre lo nuestro…»
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No es fácil ser médium. O como con los ojos cerrados o no llego al postre tranquila.
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Ante el azote de su guadaña le propuso una tregua de “profundo carmesí”, sirope y sales de baño que pudiera complacerla, y así fue.
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No temes a los cadáveres que se levantan de su tina, sino a la boca de ella (¿te ha besado?) cuando los va sacando con la cuchara.
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La viuda lamentó no haber leído la letra pequeña del contrato prematrimonial.
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Tenía una gran sensación de paz, lástima que se despertó en esa habitación tan extraña, blanca, sin ventanas, acolchada.
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Ya mi madre me había dicho, corazón mío, que tus descarnados huesos hacían buen caldo.
Por gula o por celos, te pruebo.
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Retuvo pacientemente su gula cruelmente reprimida para deleitarse, como una dama, con el primer bocado de la carne macerada.
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Para convertirme en un devorador de almas, primero debo devorar un cuerpo.
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Me he debido equivocar en algún ingrediente; me dijeron que esta sopa resucitaba a un muerto.
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Buen buqué, sabroso, algo áspero al tragar pero aceptable, con cuerpo y aroma, buen año el de este muerto… dijo la sumiller.
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¿Y tú eras la Muerte?, preguntó irónicamente la vieja Cenicienta mientras sorbía su famosa sopa de cianuro sin perdices.
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Cada tarde sorbía un trozo de su propia vida, no sacaba cuentas, no quería perder el misterio del último bocado.
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Cansado, el buen H.P. aceptó un baño en casa de Azeneth, la de piel cobriza… y ese fue su fin: Ella lo había esperado por eones.
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Tomé el veneno hace tres años, nadie ha encontrado mi cuerpo. Estoy condenada a beberlo cada noche hasta que entierren mis huesos…
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Ante el inerte Howard, un brebaje fue sorbido por Sonia para olvidar los días pasados con el que en vida odió su estirpe mosaica.
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No importa que me mates y me devores, cada bocado que des te recordará que eres mía. Para eso nos encerré en este lugar.
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Para que nadie se alarmara por su ausencia, contaron que Gregorio se había convertido en un monstruoso insecto.
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La señora Hitchcock quiso echar una mano a su marido en los ensayos de Psicosis. Sin cortinas la toma quedaba un tanto rara.
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Ciega de nacimiento, no sabe nada de la momia que parece mirarla, esperarla, ni del hospital psiquiátrico donde la acaban de dejar.
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Ella lo encontró… es decir, sus mondados restos: vio de frente a El Rey de Amarillo, y no hay agua que lave su nefasta presencia.
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Era tan obsesiva que incluso muerto se empeñaba en que tomara el jarabe para la tos.
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La Joven Poeta tomaba con delicadeza el té que su maestro solía ofrecerle… cuando era ente viviente: hoy es un esqueleto ilustrado.
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No dejaría de hacer la fiesta, por una nimiedad. Lo mejor de todo es que ahora Marta sí sería la comidilla de todos
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Todos los martes publicaremos un nuevo ejercicio.
¡MUCHAS GRACIAS POR JUGAR!