#MINIRP
79
#minirp es un ejercicio literario (utilizando la plataforma Twitter) que incentiva la imaginación, partiendo de una imagen dada para crear historias.
Las historias que sobresalieron en nuestro ejercicio 79:
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Las voces se acallan, las imágenes se aclaran y dejan ver el futuro, ahora me consume y libera; soy uno con la máquina.
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Escapó hacia el pasado. Abrazado a la máquina fue en busca del segundo en que la vio para evitar que volviera a entrar en su vida.
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«Ser es estar conectado», concluyó el filósofo, mientras se hacía uno con la red, igual que el resto de la humanidad.
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A pesar de la prohibición, el cyborg dio rienda suelta a sus impulsos binariosexuales. «Soy libre, amo a unos y ceros», proclamó.
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Puso el cañón en su boca y jaló el gatillo, despertó unido a la máquina y se arrepintió del suicidio.
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Por más que lo criticaran, él no se consideraba un adicto. Solo no podía dejar de criticar a su “yo” de las otras realidades.
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La reina marciana era exhibicionista y obligaba a sus esclavos humanos a mirarla.
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Los iluminados de fin del siglo XXI adoramos a Dios dentro del monitor de un viejo iMac.
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Un impulso, todavía humano, le obligó a abrazarse al último resquicio de esperanza antes de la desolación.
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La luz mortecina le avisó de que debía separarse de su maestro y, arrodillado ante él, rezó una oración a los antiguos dioses.
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Se enamoró de un ser de otra especie y, pese al miedo, sus vidas conectaron fundiéndose en uno.
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Música futura- Es el año 2099, lejos quedaron bodyrock, darkwave y demás ritmos… lo actual es el «Transsextech»: beats al desnudo.
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Intentaba arreglar la máquina del tiempo, ya que no dejaba de indicar que todos los tiempos son ahora.
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La computadora lo engulló en un instante para convertirlo en cientos de puntos titilantes de luz en los avisos del crucero espacial.
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Cronenberg y la hazaña casi imposible, suicida dirían algunos: su nuevo film ciberporno-de horror cósmico «Eterno frenesí metálico».
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Los noctambulatrónicos tenemos sueños de fluidos eléctricos y sólo despertamos para derramar lágrimas de bytes.
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“Amor a crédito”
Cada vez que iba a un cajero experimentaba la magia pitagórica de sentir el saldo a cero de su cuenta. Puro vicio.
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Las técnicas interrogatorias en el siglo XXII han evolucionado. Ya no hacen falta ni pistolas ni lamparillas enfocando los ojos.
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Todos los lunes publicaremos una nueva imagen.
¡MUCHAS GRACIAS POR JUGAR CON NOSOTROS!
