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TEENAGE MUTANT NINJA TURTLES

¡Poder tortuga!

(I)

(Kevin Eastman, Peter Laird & varios escritores y dibujantes; Mirage Studios, Image Comics & Dreamwave Productions, 1984-1993, 1993-1995, 1996-1999, 2001-2006, 2003)

 

Pok Manero

 

Como todo niño que creció en los años 80, fui fan de las Tortugas Ninja. O, como les decían a veces en el doblaje latinoamericano, los Ninja-Tortugas Mutantes. Dichos personajes han tenido una larga historia desde su incepción hasta la fecha, por lo cual les dedicaré dos entregas dentro de ésta, su columna sobre comics y otras curiosidades llamada El protocolo Pok.

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Este cuarteto de reptiles, que tuvieron legiones de fanáticos por todo el mundo, fue creado por Kevin Eastman y Peter Laird en 1984, siendo las estrellas de su propio comic independiente publicado por ellos mismos bajo el nombre de Mirage Studios. Su idea original era publicar un one-shot, un número único, cuya sola intención era parodiar algunos títulos populares de la época: los New Mutants de Marvel (con mutantes adolescentes), el comic independiente Cerebus de Dave Sim (con animales antropomórficos) y los comics de Daredevil, tanto en su origen (con un accidente en el que el contenedor de un compuesto radiactivo entra en juego) como en la temporada escrita por Frank Miller (en la que un clan ninja con nombre de una parte corporal -la Mano- lucha por controlar el bajo mundo neoyorquino). Inesperadamente, los artemarcialistas mutados fueron muy populares y el público quiso ver más de ellos. Mucho más. La caricatura y los juguetes hicieron de sus personajes los favoritos de los niños, pero en sus orígenes fueron mucho más oscuros.

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La primera serie de comics de las Tortugas, publicada en blanco y negro, mostraba a los anfibios avezados en las artes del ninjutsu envueltos en peleas callejeras y enfrentando a criminales comunes, alienígenas, robots y el clan del Pie por igual. La violencia mostrada en el título contribuyó a la popularización de los comics grim and gritty (crudos y descarnados) que dominaron el panorama del medio durante la segunda mitad de la década de los 80 y se extendió por casi todos los años 90. Además, si bien los interiores del comic eran monocromáticos, las portadas mostraban a las cuatro tortugas portando antifaces rojos. Recuerdo haber tenido un solo contacto con estas «auténticas» Tortugas Ninja durante mi niñez, creo que a través de un mini comic que se otorgaba como parte de un paquete para suscriptores a un club de fans o algo parecido. Esas tortugas me parecieron feas y, debo admitir, me dieron un poco de miedo y me dejaron un tanto inquieto. No tenían nada que ver con las que yo conocía, no tenían antifaces de colores, no hacían bromas y no decían Cowabunga. Decidí que no me interesaban y seguí viendo la caricatura y coleccionando las figuras de acción.

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Dicha serie animada cimentó el éxito rotundo del cuarteto mutante. Desde 1987, y mostrando un lado más afable y jocoso de los reptiles adolescentes, la caricatura fue la responsable de catapultar a estos personajes a la fama. De este modo, las Tortugas se convirtieron en una franquicia muy lucrativa. Mochilas, cereales, cuadernos, ropa, sábanas y cuantimás producto llevó las verdes caras de Leonardo, Miguel Ángel, Donatello y Rafael, también acompañados de Splinter, Abril O’Neil y Casey Jones, entre otros. Y no podemos olvidar a sus enemigos, liderados por Destructor y Krang, detrás de quienes siempre estaban Bebop y Rocoso, quienes, al menos en el doblaje latino, han ganado notoriedad recientemente, pues se ha descubierto que los actores que les daban voz se permitieron la libertad de usar albures en al menos un par de ocasiones. Con un tono ligero, esta serie se transmitió durante diez temporadas a lo largo de nueve años. Durante este tiempo, de 1989 a 1995, también se publicó el comic TMNT Adventures, que en sus primeros números adaptó algunos episodios de la caricatura, pero muy rápidamente empezó a presentar historias originales aunque más cercanas en espíritu a la serie animada que al comic original.

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De hecho, unos cuantos números de esta serie fueron publicados en español por Mac División Comics, bajo el título de Las Tortugas Ninja, pero tras muy pocos ejemplares también comenzaron a publicar historias originales y completamente apócrifas, creando personajes extrañísimos con tramas fumadas y debrayantes. Lo que se puede hacer con mucha creatividad y (me imagino) sin una licencia para publicar historias oficiales.

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Tanta popularidad de sus personajes ocasionó que Eastman y Laird tuvieran que enfocarse en el aspecto de negocios, dejando la dirección de sus comic en manos de varios escritores y dibujantes. Por lo tanto, las historias narradas no tenían una continuidad muy sólida que digamos. Para el número cincuenta de la serie volvieron a los guiones con la saga City War, que abarcó las últimas trece entregas del primer volumen (50-62). Adicionalmente a la serie regular, también se publicó en paralelo el título Tales of the Teenage Mutant Ninja Turtles, que durante siete números se dedicó a ampliar el mundo narrado de las Tortugas. A mediados de 1993 se canceló el título original, sólo para lanzar un segundo volumen dos meses más tarde, esta vez a todo color y a cargo de Jim Lawson, quien co-escribió la saga anterior y continuó las aventuras de las Tortugas y compañía. Pero las cosas habían cambiado, y tanto un declive en la popularidad de los personajes como algunas dificultades financieras que enfrentó Mirage hicieron que este nuevo título se cancelara tras sólo trece números.

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No obstante, tan solo ocho meses después, vio la luz un tercer volumen. Publicado desde 1996 por Image Comics y con guiones de Gary Carlson y arte de Frank Fosco bajo la supervisión de Erik Larsen, quien también hizo las portadas y es mejor conocido por ser uno de los fundadores de dicha editorial y el autor de Savage Dragon (que, junto con Spawn, son los únicos personajes que siguen publicándose desde la creación de Image). Esta serie, que constó de veintitrés ejemplares, fue la más controversial, pues sometió a las Tortugas a cambios drásticos y radicales. Tanto, que Peter Laird mostró su desaprobación y excluyó este volumen por completo del canon de la serie. A finales de 1999 se canceló el título, aunque tuvo una conclusión extraoficial en 2011 y 2012, cuando se publicaron dos números adicionales para atar cabos sueltos (lo cual los hace quedar aún MÁS fuera de canon, si eso es posible). De todas formas, a mí me parece que las alteraciones que se hicieron al cuarteto ninja en esta etapa no fueron tan graves como las del comic mexicano. Me pregunto, ¿qué dirían Eastman y Laird si leyeran dichos comics?

 

No podemos hablar de la tortumanía si no mencionamos las películas. Cuando estos personajes se encontraban en la cúspide de su popularidad, el estreno en 1990 de su primera cinta les dio una presencia y una tridimensionalidad que concretó los sueños de sus miles de fans gracias a las innovadoras técnicas de Jim Henson, que ayudó con la elaboración de los disfraces para las Tortugas. Basada en los primeros números del comic, la cinta respetó el origen del cuarteto, si bien se apegó más al espíritu ligero de la caricatura para hacerla apta a todo público.

Tanto fue su éxito que la secuela no se hizo esperar: al año siguiente se estrenó la segunda película que profundizó en el origen de los reptiles artemarcialistas y los enfrentó nuevamente a Shredder y a un par de mutantes malignos.

Dos años más tarde hubo una tercera película en la que viajaron al Japón feudal, pero nuestros héroes ya no estaban en la cima y el interés por ellos había declinado, así que los resultados en taquilla fueron menores a lo esperado. Además, hay que admitir que si uno no era un niño fanático de la franquicia, había poco en qué fijarse. Y con cada entrega, los guiones eran cada vez más pueriles.

Para finales de la década hubo un último intento de revivir a las Tortugas de «carne y hueso» (bueno, casi) en una serie de acción real, Ninja Turtles: The Next Mutation, que con sólo una temporada introdujo a una tortuga femenina (Venus de Milo) y pasó a la infamia como una de las peores etapas, si no la peor, en la carrera de estos personajes.

 

De 2001 a 2006, Laird retomó el control sobre sus creaciones con un cuarto volumen, titulado simplemente TMNT. Con arte de Jim Lawson, esta serie continúa la historia del cuarteto ninja quince años después del último capítulo publicado por Mirage (e ignorando la etapa de Image), con las tortugas convertidas en treintañeras. Un nuevo volumen de Tales of the Teenage Mutant Ninja Turtles fue publicado por Mirage con bastante regularidad entre 2004 y 2007, llegando a contar setenta números escritos y dibujados por varias personas. Este título también desarrolló la misma continuidad alternativa creada por Laird en la que uno de los personajes principales es Shadow, la hija adolescente de Casey y April. Esto sirvió para dar un tono juvenil al comic, aprovechando el renovado interés en las Tortugas surgido como consecuencia de la nueva caricatura que empezó a transmitirse en 2003. Dicha serie animada fue coproducida por Mirage Studios también, lo que les dio bastante control sobre el producto final y les permitió crear una versión más oscura y arriesgada que la caricatura de los 80. Esta nueva encarnación televisiva tuvo siete temporadas, permaneciendo al aire hasta 2009 y terminando con Turtles Forever, una película animada que conmemoró el 25 aniversario de la franquicia y reunió a estas Tortugas Ninja modernas con sus contrapartes de 1987. También hubo un comic que se publicó a la par en 2003, que al igual que lo hizo Adventures en su momento, adaptó los primeros episodios de la serie y después dio paso a historias nuevas. Aunque este comic, escrito por nada menos que Peter David y dibujado por LeSean Thomas, solamente duró siete números que fueron distribuidos por Dreamwave Productions.

 

Independientemente a la nueva caricatura y a los comics de Mirage, en 2007 se estrenó una película más en cines, llamada sólo TMNT. Ligeramente basada en las tres cintas anteriores, pero con un tono decididamente más serio e interesante, en esta ocasión se optó por prescindir de los actores reales y filmar todo por completo con animación computarizada. Incluyendo a Sarah Michelle Gellar, Chris Evans y Patrick Stewart dentro del reparto de voces, esta nueva entrega fílmica tenía muchas aspiraciones y su calidad prometía poder cumplirlas de buena manera. Pero antes de que pudiera concretarse cualquier plan, Nickelodeon compró los derechos de la franquicia en 2009 y su futuro se volvió incierto.

 

A la fecha, el señor Laird sigue publicando esporádicamente capítulos sueltos a razón de uno cada dos o tres años, habiendo retenido el derecho de publicar hasta dieciocho números cada año. En cuanto a las películas, en 2014 se decidió optar por un reboot y volver a contar el origen de las Tortugas en una cinta producida por el infame Michael Bay (sí, hay muchas explosiones).

Aunque su guión rayó en lo estúpido de tan simple, tuvo mucho éxito con el público infantil y, extrañamente, la secuela que se estrenará este año parece ser aunque sea un poco mejor, o al menos no tan mala; tendremos que esperar a verla.

En 2012 se estrenó una nueva serie animada para la televisión que ya está en su cuarta temporada y pinta bastante bien, llevando la tortumanía a nuevas generaciones y manteniendo el legado de Eastman y Laird con vida y muy saludable. Pero como si esto fuera poco, desde 2011 la editorial IDW se ha dado a la tarea de traernos la más reciente -y tal vez la mejor- encarnación en comic de las Tortugas Ninja. Pero de eso hablaremos en la siguiente entrega de esta columna.

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Continuará…

 

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Imagen de cabecera: RansomGetty.

 

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pokAdrián “Pok” Manero, tras años como lector asiduo, decidió que el siguiente paso en su manía consistía en elaborar sus propias ficciones. Se dedica compulsivamente a leer comics y libros y a ver películas, quisiera ser como los gatos y disfruta escribiendo sobre sí mismo en tercera persona.

@PokManero