LAS ESQUINAS DE LA FANTASÍA
Juan Albor
Dice Orson Scott Card que lo fantástico es lo más flexible dentro de la ficción y abarca casi todo lo que puede ser creado, dejando fuera muy poco. Quizás esa es una de las razones por las que amamos las aventuras y los mundos completamente distintos al nuestro, sin que eso signifique despreciar la ficción más cercana a lo que conocemos como real.
Hay algunas historias, tanto en los libros como en el cine y televisión, que juegan con los límites de lo fantástico y nos dejan conocer, por un tiempo, lo que pareciera impensable. En la fantasía, hay dos ejes principales que dibujan las fronteras: el de la escala de la historia en su mundo, que va de lo individual a lo épico, y el de la magia, que va desde lo más bajo hasta lo más alto.
Claro, hay muchos más elementos que tomar en cuenta y las definiciones no son estrictas, sino que sirven como guías de lo que la fantasía suele ser y nos ayudan a encontrar algo similar a lo que nos gusta y ya hemos leído. Sólo recomendaré cuatro series bien conocidas, para mostrar estas cuatro esquinas o cuadrantes en el mapa de fantasía que tanto amamos recorrer. Después de todo, la influencia en el género, por parte de Tolkien, ha sido insuperable.
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A Song of Ice and Fire
George R R Martin
No podemos dejar que los árboles nos impidan ver el bosque. Actualmente es una de las series más populares de fantasía, de la cual saben, por lo menos el nombre, incluso aquellas personas que no consumen el género.
Está en el cuadrante de lo épico, con un nivel bajo de magia. Si bien los hechizos y criaturas mágicas existen y cuando aparecen en escena tienen gran importancia, la trama no depende ni es influenciada constantemente por ellos.
Por otra parte, la escala épica de la historia nos lleva a dos continentes, conflictos políticos, mercantiles y militares en ellos, de la mano de múltiples narradores y sin un protagonista definido.
¿Por qué leerla? Por Tyrion y Arya, por los dragones, por las historias de humanoides que montaban arañas gigantes, por un caballo que cambia de sexo y para alistarte porque se acerca el invierno.
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The Malazan Book of the Fallen
Steven Erikson
¿Épica? Por supuesto: múltiples continentes, 10 novelas y cientos de personajes, así como una gran cantidad de hilos narrativos. La intriga y los juegos de poder, tanto de los humanos como de los dioses, comienza desde el primer capítulo del primer volumen.
¿Magia? Del nivel más alto. Constante y asombrosa, sin reducirse a lo trivial o a las escenas de acción que no avanzan el desarrollo de los personajes o los conflictos. La magia sucede todo el tiempo y para diversas tareas. La aparición de divinidades con intereses específicos, así como la posibilidad de que los mortales asciendan a los mismos niveles, son elementos que dan gran dinámica a estas novelas.
Erikson es bien reconocido, pero no famoso. Creó el mundo en el que lleva a cabo sus relatos junto con su amigo Ian C. Esslemont. Ambos son arqueólogos y Erikson además es antropólogo. Ian tiene sus propias series de Malazan, pero la saga principal de este mundo es de Erikson y, para el disfrute de muchos, ya está terminada.
Los conflictos son muchos, algunos con cientos de miles de años de antecedentes. Los personajes están elaborados con cuidado y poco a poco se descubre qué hay detrás de la complejidad de los planteamientos iniciales.
¿Por qué leerla? Por una niña poseída por un dios asesino, una espada que encierra un reino, una ciudad voladora, cuervos mágicos, un noble desposeído y un gremio de asesinos reconocido formalmente en una ciudad… todo eso tan solo en la primera novela.
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The Kingkiller Chronicle
Patrick Rothfuss
Otra serie que se ha vuelto popular y que está incompleta, por ahora. Su esquina es la más lejana de la épica, pero conserva la magia como elemento muy importante. Incluso existe un reino completo de criaturas fantásticas, alienado del propio. Se aleja de lo épico porque sólo es relevante la historia trágica del protagonista y sus batallas personales.
La forma en que dicho personaje cuenta su vida, deja ver que se puede dudar de cada una de sus palabras y que sus motivos son peculiares y están velados.
¿Por qué leerla? Para que digas que te gusta “desde antes de que saliera la película y la serie”. Por el uso hermoso del lenguaje. Por las burlas al género, el narrador desconfiable y el dragón vegetariano adicto a las drogas. Y por el sinnúmero de tesoros escondidos entre sus páginas.
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The Gentleman Bastards
Scott Lynch
El completo opuesto a la obra de Erikson: la historia es similar en estructura básica a la de Rothfuss: relacionada solo con un personaje. Además, aunque el mundo es fantástico y distinto al nuestro, la magia ocupa un rol menor, que se aleja más que lo escrito por Martin, del extremo alto de los hechizos, la brujería y demás artes.
Es difícil pensar en alguien a quien le guste la fantasía y que no le parezcan interesantes las aventuras de Locke Lamora. Su habilidad e inmadurez contrastan entre sí, lo cual tiene por consecuencia escenarios poco agradables para Locke, pero cautivadores para los lectores.
¿Por qué leerlo? Porque se trata de un ladrón y un estafador en un mundo de fantasía, ¿qué otras razones necesitan?
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Desde lo épico y de escala mundial con mucha magia, hasta las historias más personales e íntimas en las que lo más fantástico es el mundo en el que suceden, la fantasía no deja de sorprendernos y ofrecernos sitios y aventuras que nos alejan de la realidad gris y la rutina. A esos autores siempre daré las gracias por sus letras y les pediré, de forma egoísta, más ficción, por favor.
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Imagen de cabecera: «The Gentleman Bastards: Sabetha», por Rvain.
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Juan Albor es editor de tiempo completo y un escritor muy incompleto. Adora aprender cosas nuevas y es tan curioso que si fuera gato ya habría muerto más de 7 veces. Transhumanista, amante del Earl Grey y la fotografía.
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