Seleccionar página

CUANDO LA TINTA COBRA VIDA

 

Vanessa Puga

 

 

En los último años me he topado con que mucha de la Literatura Juvenil (YA, siglas en inglés) no sólo ha crecido exponencialmente, sino que, como suele ocurrir con las “fórmulas mágicas” de ventas, tiende a repetir patrones.

Hay heroínas que suelen estar solas por equis razón, se encuentran atrapadas en un triángulo amoroso entre el amigo de toda la vida y el extranjero (que puede o no representar la idea del “chico malo”) y la travesía por el mundo trazado en cada libro acaba en una “evolución” que, en la mayoría de los libros, es previsible.

Este esqueleto literario lo he hallado en cualquier cantidad de historias: Katniss, en el utópico mundo de Los juegos del hambre, está reacia a abrirse a alguien más porque la vida es ruda. Sólo confía en Gale, que bien podría ser el amor de su vida, y al quedar atrapada en la carnicería que año con año crea el Capitolio, topa con el hijo del panadero y todo se complica [Ojo, para un análisis maravilloso acerca de Katniss y la locura, recomiendo ampliamente leer a mi estimada Cristina Urrutia en El Fantasma del Ático].

juegoshambre3

Bella, autoexiliada en Seattle, no quiere hablar con nadie porque es socially awkward y entonces conoce a los Cullen y se siente atraída por Edward, aunque Jacob podría ofrecerle una mejor vida.

crepsaga

Ally (heroína a quien les presenté en esta misma columna) adora a su mejor amigo Jeb, pero al reencontrar a Morfeo y volver al País de las Maravillas se enfrenta a un mundo de posibilidades…

susurros

¿Por qué se sigue explotando este modelo? Simplistamente les digo: porque vende. Porque lo leemos. Yo me he chutado la saga completa de Crepúsculo, con todo y que masacra la idea de los vampiros; he viajado al País de las Maravillas aunque no soy fan de Alicia y he estado en la guerra contra el Capitolio aunque era fácil predecir algunos giros y elementos de la trama. No sé en el caso del resto del mundo, pero para mí siempre es bueno leer algo más light, para pasar el rato.

Conociendo este tipo de esqueletos literarios, no me sorprendió la premisa del inicio de la saga de Dioses de Papel.

sagadiosespapel

Katie Greene, una chica que se queda huérfana, es exportada (literalmente) a Japón para vivir con su tía Diane. Diane supone que la forma más fácil para que Katie se empape de la cultura japonesa es inscribirla en un colegio no pensado para extranjeros: el Instituto Suntaba. Ahí, Katie conoce al rudo Tomohiro: alguien con el don del dibujo y la caligrafía… y con la capacidad de ser la descripción de “perfecto imbécil” con pies.

Katie se siente intrigada por Tomohiro, un muchacho huraño que oculta algo: un poder extraordinario que busca la mafia japonesa para su propio beneficio: el control de la tinta.

Les estoy hablando del libro Tinta, escrito por Amanda Sun y editado por Oz Editorial. Tinta es de esas historias que inician con el esqueleto literario ya planteado, aunque se vale de la cultura japonesa para enriquecer los pormenores.

tinta

El libro (físicamente hablando) tiene dos cosas que me gustan mucho: la primera es un glosario de términos japoneses que se utilizan a lo largo de la historia. Eso, complementado con explicaciones de algunas tradiciones cotidianas de los japoneses, permite al lector entender el comportamiento de varios personajes, aunque quien esté leyendo no esté familiarizado con la cultura oriental.

El segundo detalle que tiene el libro y que se me hace hermoso es la tinta desparramada en sus hojas, un trabajo de diseño editorial increíble. Al narrar la historia de los dioses japoneses que pueden hacer que la tinta cobre vida, Oz Editorial jugó con la idea a lo largo del libro, dejando manchas que van tomando forma a lo largo de las páginas, pájaros de tinta que alzan el vuelo conforme uno pasa las hojas… En fin, un trabajo que complementa lo que la mente va trazando en la imaginación al ir leyendo.

Amanda Sun

Amanda Sun

La historia es emocionante: carreras en moto, persecuciones, un jefe Yakuza, dragones orientales, el choque de dos culturas, artes marciales, la tradición milenaria de la caligrafía: todos esos elementos se conjuntan en la primera entrega de esta saga. (Sí, ya sé: siempre les cuento de inicios de sagas, pero no les doy las continuaciones, es plan con maña).

Si tienen la oportunidad de leerlo, les aseguro que pasarán un rato ameno. La traducción no tiene desperdicio, puesto que Oz Editorial cuida cada detalle al momento de pasar al español los textos.

La saga de los Dioses de Papel cuenta con cinco libros (incluyendo una precuela). Pueden ver los títulos y el orden en inglés en Goodreads. De hecho, los libros se pueden comprar en versión ePub en Gandhi a precios bastante accesibles (en inglés).

Para saber cuándo estarán todos en español, vale la pena seguirle la pista al perfil de Facebook de Oz Editorial

Ya me contarán qué les parece esta saga.

****

VPVanessa Puga

También responde al nombre de Nerea o al apelativo de bruja. Dicen que nació en la Ciudad de México, pero ella sospecha que la inventaron las novelas de fantasía y aventura y la aventaron en un mundo que no le corresponde. Tiene un serio crush con lo creepy. Ávida lectora y escritora —de preferencia a mano, con letra cursiva y tintas de colores—, es imán de geeks aunque no entienda todos los fandoms. Hornea panqués cuando está excesivamente estresada.

Facebook 

Twitter: @Nereavpv

¡LLÉVATELO!

Sólo no lucres con él y no olvides citar al autor y a la revista.

by-nc-nd