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EL MUNDO DESPLEGADO E INDESCRIPTIBLE

Después del fin del mundo de Jonathan L. Howard

Lord Crawen

Howard Phillips Lovecraft continúa siendo un misterio para muchos de nosotros. Tal vez porque su literatura ha pasado a ser una obra de culto (técnicamente hablando, aunque hay extremistas) y el horror cósmico se ha entretejido de la mano de muchos más escritores, guionistas, directores de cine o teatro y hasta músicos.

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Dentro de su inenarrable e indescriptible trabajo literario, podemos hilvanar muchos de sus escritos; al parecer, entre esos fragmentos existen muchas historias bajo continuación y la eterna pregunta sobre la existencia de estos seres y de los libros que tanto describe para que sean traídos hacia nuestro mundo.

El mundo. Ese sitio redondo lleno de minerales y agua que gira alrededor de un astro estelar de alta temperatura en el vasto espacio vacío, silencioso, inquebrantable del cual formamos una mínima parte en el hábitat terrestre, del cual conocemos tan solo una muy pequeña parte de su territorio.

¿Y qué decir sobre nuestras mentes? ¿Sobre nosotros mismos?

¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos al morir?

Lovecraft no plantea dichos elementos dentro de su literatura, pero las pone en tela de juicio al brindarnos un indicio de universos paralelos o más allá de este pequeño hábitat al cual llamamos planeta tierra. Hablando sobre estos universos paralelos, los cuales están de moda gracias a la ciencia ficción y a descubrimientos de la física cuántica, Jonathan L. Howard continúa con su saga de libros, con el ahora titulado Después del fin del mundo.

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Este libro es un choque y la continuación al anterior sobre las aventuras de Carter & Lovecraft, quienes vuelven en esta nueva publicación, intentando salir de un mundo… desplegado.

Las definiciones sobre mundos y universos paralelos, como el caso del gato de Schrödinger, suelen ser tan solo conceptos y paralelismos abstractos, sin un título en común, ya que muchos de este nuevo y futuro conocimiento aún no se despliega hacia nuestras mentes (algo que posiblemente suceda cuando no estemos en este plano universal).

Howard nuevamente toma algunos elementos de la literatura de Lovecraft y hace dos trabajos muy interesantes dentro de este libro. Retomando la reseña anterior, los títulos de cada uno de los capítulos hacían referencia a cuentos de Lovecraft, mientras que el libro se desarrollaba en nuestro mundo, en nuestra realidad del día a día, indicando que Lovecraft tenía una presencia por demás literaria y hasta ahí.

En esta segunda publicación, el mundo desplegado hace referencia a todo lo que alguna vez Lovecraft y Randolph Carter investigaron, haciendo conjeturas en sus cartas y escritos sobre un mundo que podría sobreponerse al nuestro con una variación de cálculo matemático y físico a través de la antimateria (suena loco, pero quienes han leído a Lovecraft estarán de acuerdo conmigo). Howard inserta los elementos de Lovecraft en un Estados Unidos diferentes, ubicando la ciudad de Arkham o la universidad de Miskatonic en este mundo desplegado y con títulos del mundo que conocemos.

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Es interesante la forma en cómo el escritor toma estos recursos para poner a sus personajes en un mundo que muchos de nosotros ni siquiera podemos imaginar. En este universo, el hubiera existe.

¿Alguna vez se han preguntado qué sería del mundo si Alemania (en especial el ejército aquel, innombrable, indescriptible e inenarrable) hubiesen ganado la segunda guerra mundial? ¿Qué sería del mundo sin la bomba atómica sobre Hiroshima? ¿Cuál sería el sistema regente mundial?

Antes de que se tomen un segundo para señalar a Howard como supremacista del color de las páginas de un libro nuevo, dense un tiempo para tratar de imaginar dicho mundo y que muchas de estas interrogantes no nublan nuestras mentes, sino que en el momento en que se despliega la historia de nuestro mundo ante nuestros ojos hemos inclusive llegado a pensar en ese “hubiera”.

El escritor nuevamente juega con sus personajes en este mundo desplegado, lovecraftiano y con otro orden mundial, pero sin perder el suspenso de la primera entrega, porque aun en el mundo desplegado existen las dudas de la existencia de seres que controlan el mundo más allá de nuestros ojos.

Y sí, también me llegué a preguntar durante este análisis literario si en el mundo desplegado existirá alguien como yo, que se dedique a lo mismo, que se vea igual o incluso que tenga la misma edad.

¿O acaso ustedes no lo han pensado?

El final del libro, o de ambos, los dejo a su criterio.

Howard juega con todos estos elementos que actualmente se señalan como poco inclusivos, racistas, clasistas, nihilistas y cual sea el adjetivo que busquen señalar, pero de una forma que olvidamos la existencia de los mismos, al no entablar un juicio o prejuicio sobre tal o cual personaje.

Piensen en el fin del mundo tal cual lo conocemos (del que existen millones de versiones paralelas) como una opción diferente y con posibilidades de vivir en un mundo donde las cosas que hubieran sucedido están sucediendo en otro plano.

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AQUÍ puedes leer la reseña del primer volumen.

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Jezreel Fuentes Franco (Lord Crawen) nació el 29 de junio de 1986 en la Ciudad de México. Estudió Ingeniería en Comunicaciones y Electrónica en el Instituto Politécnico Nacional. Su pasión por la literatura y la música lo lleva a formar parte del taller de creación literaria impartido por el profesor Julián Castruita Morán y Alejandro Arzate Galván. Participante de Concursos Interpolitécnicos de Lectura en Voz Alta, Declamación, Cuento y Poesía. En 2014 es finalista del Concurso Interpolitécnico de Declamación. Participó en 4 obras de teatro de improvisación, las cuales fueron presentadas en los auditorios de la Escuela Superior de Ingeniería Textil y en el Cecyt 15. Ha realizado ponencias en eventos de «Literatura del horror” en el auditorio del centro cultural Jaime Torres Bodet. Actualmente publica en El nahual errante y Sombra del aire, ambas revistas de corte virtual.

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