HALLOWEEN KILLS
una trama que se ahoga en litros de sangre
Israel Yerena
Tras una larga espera, Michael Myers finalmente volvió con Halloween Kills, secuela de la cinta de 2018 que, si bien no es superior a ésta y tiene bastantes cosas que criticar, sí cumplió totalmente con su objetivo principal: ser un slasher y nada más. Y en ese aspecto es bastante buena.
Tras escapar de la trampa de fuego en que Laurie (Jamie Lee Curtis) lo encerró, el psicópata Michael Myers vuelve a desatar una serie de brutales y sádicos asesinatos. Sin embargo, en esta ocasión, y embriagados por el miedo y la ira, el pueblo de Haddonfield se alzará en armas para acabar de una vez por todas con el asesino.
Halloween Kills es un producto tanto fallido como bien logrado, pues dependiendo de la perspectiva con la que se le mire podemos elogiarla o destrozarla. Por esta razón abordaremos ambos puntos de vista de la manera más equilibrada que podamos.
Si hablamos de su trama, Halloween Kills es una película bastante fallida: a pesar de contener gratos momentos de emoción y algunos de suspenso, lo cierto es que se siente más como una película de relleno que como una secuela. Aunque brinda nuevos datos en torno a la personalidad y proceder del psicópata, la verdad es que no aporta mucho a la historia en general.
Además, la información que nos dan es tan poca y tan ambigua que genera más dudas que respuestas. Sin embargo, esto es totalmente comprensible tomando en cuenta que esta secuela es, como dijimos, un simple relleno y que estos nuevos datos (aparentemente innecesarios) serán de suma importancia y se explicarán mejor en Halloween Ends, última película de esta trilogía.
Es decir, Kills sólo es un pretexto para mostrar el sadismo del villano pero, al mismo tiempo, la matanza que lleva a cabo es totalmente necesaria para provocar que él y Laurie estén furiosos para su enfrentamiento final (aunque, por desgracia, aquí Jamie Lee Curtis brilla por su ausencia).
Retomemos esto último para defender las razones por las que Halloween Kills sí es una muy buena película. Porque es todo lo que prometía ser: un slasher lleno de gore, violencia y litros de sangre donde sólo importa la creatividad y la cantidad de asesinatos. ¡Y cumplió con eso!
Además, recurre bastante bien a la nostalgia retomando personajes vistos en la película de 1978 y, más importante, no sólo muestra flashbacks sino que también recrea y retoma a la perfección escenas del pasado que evocan totalmente al estilo de John Carpenter. Dichas escena son, por decir lo menos, emocionantes y, por decir lo más, magnificas. ¡El look del joven Michael Myers es maravilloso!
Por otro lado, aunque los últimos minutos fueron emocionantes y llenos de violencia con un final hasta cierto punto esperado, no hay que olvidar que el director ya había anunciado que omitirán cualquier elemento sobrenatural en Michael Myers (algo que esperamos que respete para no acabar esta trilogía con la salida más fácil).
En resumen, la trama de Halloween Kills no es buena, incluso puede sentirse como una película vacía. Pero, en cuanto al subgénero que pertenece, es un emocionante slasher inundado de muertes. Es sencillamente un pretexto para ver al Boogeyman hacer lo único que sabe hacer: matar.
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Carlos Israel Yerena Cruz
Egresado de la carrera de Comunicación de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Contribuyente de la revista electrónica “Encuadres”, escribiendo reseñas y noticias acerca del género de terror.
Titulado mediante la tesis “La masacre de Texas: del asesino histórico al fílmico”.
Amante de los temas tabúes, lo retorcido y lo bizarro, desde muy temprana edad -cuando apenas era un pequeño Ghoul– encontró en el género de terror un refugió en el cual depositar y liberar todos aquellos deseos perversos que crecen hasta en la mente más pura. Sin importar la vertiente, ya sea literaria o cinematográfica, el horror es un género que lo ha sumergido en un mundo que le ha enseñado que, a veces, la belleza más extrema se encuentra en las obras más grotescas.
De estómago curtido principalmente por los filmes slashers, el género de horror también le ha demostrado que la mente y la naturaleza del ser humano son, quizá, las fronteras más lejanas y oscuras que nunca terminarán de ser exploradas, pero que piden a gritos que alguien se adentre en ellas. En la literatura, gracias a Lovecraft, ha aprendido que, aunque sea en unas cuantas páginas y en breves oraciones –escritas a veces por las mentes más solitarias e incomprendidas– se alberga el horror más profundo de todos, aquel para el que ni siquiera se han creado las palabras ni ojos que sean dignos de describirlo.
¡Iä, iä! ¡Cthulhu fhtagn!
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