NAVIDARK, NAVIDARK…
diez películas de terror para no morir en navidad
Miguel Lupián
Llegó la época de los suéteres ridículos, de los villancicos hasta en el baño, de los intercambios obligatorios en el trabajo, de morir electrocutado tratando de desenredar una serie de luces, de los centros comerciales atiborrados de compradores histéricos, de convivir con familiares que ni conocías… ¡El horror, el horror!
La única forma (si eres un Grinch, como yo) de sobrellevar estos días es adulterando el ponche con alcohol, escondiendo Cthulhus en el nacimiento o poniendo a todo volumen, justo después de arrullar al niño o pedir posada, “Heavy Metal Christmas” de Twisted Sister (puntos extra si logras proyectar en la tele este video cotorreador:)
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Dada la dificultad de lo anterior, te propongo que (justo después de que tu tía te haya dado de intercambio unos calcetines horrendos) te robes del refri un six de Nochebuenas, apañes una buena porción de pavo y ensalada de manzana (o de bombones, ñom, ñom) y te encierres a ver alguna de estas películas navideñas de terror:
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GREMLINS
Dante, 1984
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A veces se nos olvida que las grotescas y divertidas peripecias de Rayita y compañía suceden justamente en navidad, cuando el papá de Billy le regala un adorable Mogwai (posteriormente llamado Gizmo) que encontró en el barrio chino. El único requisito es que Billy debe cumplir tres reglas… ¿Las recuerdas?
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RARE EXPORTS
Helander, 2010
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En un pueblito finlandés están por descubrir que Santa Claus no es tan bondadoso como les han hecho creer… Combinación perfecta de la inocencia del cine de género ochentero con la brutalidad del actual.
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EL DÍA DE LA BESTIA
De la Iglesia, 1995
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El padre Ángel descubrió que el anticristo nacerá en Madrid, justo en la nochebuena. Así que tendrá que aliarse con José, un metalero buenoparanada (interpretado por el genial Santiago Segura, que tal vez ubiques como Torrente), para evitarlo. Humor negro a más no poder.
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BETTER WATCH OUT
Peckover, 2016
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Aunque al inicio parece ser la típica película de “invasión hogareña”, poco a poco se va retorciendo y convirtiéndose en algo muy negro (algo así como Mi pobre angelito versión gore).
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A CHRISTMAS HORROR STORY
Harvey, Hoban & Sullivan, 2015
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Un borrachín locutor de radio (William Shatner) nos cuenta, en plena nochebuena, tres historias de terror que se irán interconectando y cuyo final será espectacular. De las mejores “antologías” de terror que encontrarás.
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SILENT NIGHT, DEADLY NIGHT
Sellier Jr., 1984
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Un Santa Claus de centro comercial decide vengarse por todo lo que le hicieron de niño. Todo un clásico no sólo de la época, sino del slasher en general.
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KRAMPUS
Dougherty, 2015
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El carismático Krampus, criatura del folclor germánico, visitará a una típica familia norteamericana para demostrar a quién debemos rendirle pleitesía en estas fechas. (Sólo ten cuidado, porque hay otros Krampus merodeando las plataformas de streaming.)
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CUENTO DE NAVIDAD
Plaza, 2005
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En esta historia (perteneciente a la colección “Películas para no dormir”, donde también encontrarás La habitación del niño) una Santa ladrona es atosigada por una bola de chamacos ojetes. Evidentemente, la Santa se vengará. Paco Plaza nunca decepciona.
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P2
Khalfoun, 2007
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Una workaholic, por quedarse a resolver pendientes en la oficina, se queda encerrada en el estacionamiento (en el P2, sin albur) de la empresa justo en navidad. Por si fuera poco, el guardia está medio loco. Aunque no la dirige, se nota la mano de Alexandre Aja (Haute Tension, The Hills Have Eyes, Mirrors, Horns…) en el guión.
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THE NIGHTMARE BEFORE CHRISTMAS
Selick, 1993
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Para cerrar con broche de oro no podía faltar este clásico animado. ¿Qué te puedo decir? (También puedes ver el capítulo dedicado a esta peli en la serie documental The Movies That Made Us de Netflix.)
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Si se te ocurren otras, no seas Grinch y compártelas en la sección de comentarios.
Y aunque todavía faltan varios días, ¡deseo que tengas una horrible Navidark!
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Miguel Antonio Lupián Soto
Ex alumno de la Universidad de Miskatonic,
feligrés de la iglesia Cthulhiana
y devoto de San Lemmy.
¡LLÉVATELO!
Sólo no lucres con él y no olvides citar al autor y a la revista.
