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OCTUBRE

2022

 

Alma Mancilla

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Para el mes de octubre les traigo una novela evanescente sobre caballos que dejan un rastro en la memoria, cuentos que remiten al desastre y a los miedos más cotidianos y concretos, historias devastadoras sobre nuestros desaparecidos y la gente que los busca y un libro imperdible sobre marionetas inquietantes con un trasfondo de mucha oscuridad.

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Caballo fantasma / Karina Sosa Castañeda

(Almadía, 2020)

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Karenina (Ka, como la llama su padre) está obsesionada con los caballos y busca el rastro de su madre muerta. También tiene tatuado el nombre Alexander von Humboldt, es arquitecta y está muy sola. Le gusta, no obstante, leer, y así vive, acompañada de los escritores, esos muertos que escribieron ficción. En esta novela que se lee de un tirón y cuyas líneas de inicio me hicieron pensar un poco en El extranjero de Camus, todo ocurre en compañía de lo literario, y ésa es quizá su principal virtud. En capítulos cortos, algunos de apenas unas cuantas líneas, la autora nos relata a modo de diario esa búsqueda de la figura materna, misma que, dadas las circunstancias de su temprana partida, no puede ser sino un fantasma, un rostro desdibujado, delineado apenas en la memoria de quien tanto se esfuerza en extraerlo de la oscuridad. Por las páginas de Caballo fantasma vemos aparecer aquí y allá los nombres de Macedonio Fernández, Juan Carlos Onetti, Sándor Márai, Anton Chéjov, Robert Musil, Leonora Carrington, a veces en cortas citas que hablan de los caballos, o acaso a manera de coordenadas de lectura o de velado mapa mental de la protagonista y, ¿por qué no?, de la propia escritura del libro que tenemos entre las manos. Con algunas frases de una gran belleza una lamenta un poco que el final llegue tan pronto y que la autora no nos haya dado unas cuantas pistas más para dar solidez a la trama. No obstante, su lectura me pareció disfrutable, con más capas de las que se ven a simple vista. Un libro sobre la ausencia, la soledad y la forma en que lo literario puede ser, a veces, una tabla de salvación para quien busca un asidero entre las sombras.

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Bajo un cielo lívido / Philip Fracassi

(Dilatando Mentes Editorial, 2022)

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Una boda que culmina en un evento cataclísmico; una pareja enfrentada a un inesperado desastre en un parque de diversiones; una niña que, asustada e indefensa ante el acoso de su padre, encuentra consuelo en las visitas de un fauno; un científico fascinado por un descubrimiento geológico que resulta ser algo aterrador; una chica recién llegada a un pueblo en el que, ni duda cabe, ocurre algo anómalo; un hombre enfrentado a la pesadilla de quedar bajo los escombros y confrontado por presencias que bien podrían ser benignas, bien algo más ambiguo y oscuro. En los ocho cuentos de esta colección los miedos internos parecen engendrar siempre una pesadilla externa, monstruosa en toda la extensión de la palabra. El desastre en Fracassi es una recurrencia temática que no hace sino mostrar el carácter vulnerable de lo humano, con personajes que se mueven siempre en un territorio de indefensión, incapaces de hacer frente a aquello que invariablemente los supera, llámese cataclismo natural o especie alienígena. Pese a ello, y como se señala en el excelente epílogo, Fracassi hace que esa insignificancia humana se transforme en grandeza al mostrarnos el complejo entramado de las emociones de sus protagonistas, con lo que consigue que estos nos importen no por quiénes son o por lo que hacen sino por el sólo hecho de existir. Al principio me descolocó un poco el constante cambio de puntos de vista al que Fracassi es adepto, pero una vez que una se acostumbra los cuentos fluyen, y fluyen muy bien. Una consigna en la elaboración del cuento de terror suele ser “piensa en tus miedos y parte de ahí”; tengo la impresión de que Fracassi hace justo eso: enfrentarnos a nuestros más reales y aciagos temores, morir aplastados, ahogados, quemados, acosados, encerrados en un manicomio, sin saber quiénes somos o por qué estamos ahí. ¿Cómo podría alguien afirmar que no se trata, en cada uno de esos casos, de perspectivas espeluznantes? ¿Quién diría con honestidad que no se siente aterrado ante un escenario semejante? Los cuentos, de desigual extensión, son todos, en cambio, de gran contundencia y algunas de sus imágenes son lo suficientemente poderosas para quedarse allí, haciendo eco en la mente tras haber cerrado el libro, un poco aturdidos, como esperando un instante de redención, una luz que no termina de aparecer. Abrumador, bello, complejo, un imperdible del terror actual.

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Despojos / Lola Ancira

(Fondo Editorial del Estado de México, 2022)

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Una mujer que busca reconocer entre los cadáveres de los desaparecidos al de su propio hijo; el hijo que, impotente, es testigo de las violencias de las que es víctima su madre; un hombre que llama a su hija desaparecida desde una vieja cabina telefónica; un violentador víctima de una inesperada venganza; una mujer a quien le han hurtado los huesos de su marido muerto; un dentista que oculta un secreto terrible. En los ocho cuentos de Despojos hay justamente eso: restos que nos hablan de sí mismos y que, igualmente, nos hablan también de otra cosa: de lo que en vida rodeaba a ésos que hoy están muertos, de la violencia que, como se sabe, engendra siempre más violencia, del limbo en el que por fuerza permanecen quienes no pueden sino buscar y recordar. Con una escritura nítida y ecos de E.A. Poe, Ámparo Dávila y Adela Fernández, Lola Ancira parece querer decirnos que hay cosas peores que la muerte: el olvido, la pérdida del sentido de lo humano, la desesperanza, la indignidad del cuerpo ultrajado, el silencio forzado del desaparecido. Entre las páginas de este libro deambulan muchos cuerpos: desmembrados, recientes, antiguos, momificados, cuerpos que no aparecen, cuerpos que aparecen donde no se les debería encontrar. Antes que regodearse en la contemplación gratuita del espanto destaca la mirada siempre lúcida que Lola Ancira dirige lo mismo hacia víctimas que hacia victimarios, hacia la forma, a menudo injusta, en que se reparten los castigos y las culpas y, con ello, se traza una línea muy delgada en la que en ocasiones se transita, sin saberlo, del uno al otro bando. “La tierra no habla, los cuerpos sí”, afirma uno de los personajes (casi siempre femeninos) del libro, y eso, desde luego, es verdad: hay en lo que queda de lo que fuimos una voz, un murmullo que duele escuchar. En el reconocimiento de los cuerpos hay también otra cosa, algo que tiene que ver con el sufrimiento pero igualmente con la resiliencia, con el hecho de poder devolver a las víctimas un ápice de la identidad y de la humanidad que su terrible destino les arrebató. Un libro que nos enfrenta sin concesiones a los horrores que en un país como el nuestro son, por desgracia, cotidianos; decía Faulkner que el que escribe enciende una cerrilla y arroja así luz sobre la oscuridad que nos rodea, y en este caso esa oscuridad no es sino la de nuestra realidad. Merecido ganador del Certamen Nacional de Literatura Laura Méndez de Cuenca en su categoría de cuento es éste un libro duro, valiente y conmovedor.

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El secreto de la ventriloquia / Jon Padgett

(Dilatando Mentes Editorial, 2022)

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Un narrador nos guía por las etapas de una terrible introspección; un niño se sabe amenazado de muerte por su hermano o, mejor dicho, por una entidad manifestada a través de una misteriosa voz; un avión se estrella causando una catástrofe que, acaso, no sea en realidad producto del azar sino de una terrible fuerza mayor; una detective investiga un crimen local y termina desentrañando un secreto espeluznante; una mujer evoca una zanja de drenaje que alguna vez discurrió junto a la casa de su infancia y que tal vez tenga algo que ver con los enigmáticos eventos que desde entonces asolan al pueblo. El escenario de los doce cuentos que Jon Padgett nos ofrece es siempre el mismo: Dunnstown, un pueblo en apariencia anodino y escenario aquí de lo incomprensible: una especie de contaminación que parece ser la manifestación de una oscuridad ubicua cuyos contornos, sin embargo, no terminan nunca de delimitarse. En la clara estela de Ligotti (quien escribió la presentación) el horror de este libro es de carácter metafísico, pesimista, melancólico, un terror anclado en la insignificancia humana y en el carácter doloroso de la existencia transcurrida en medio de la decadencia y la soledad. En las páginas de El secreto de la ventriloquia se asoma la intuición de algo maligno y a la vez inevitable, un mecanismo devastador que se ha puesto en marcha mucho antes del punto en el que se da inicio a su lectura. Los personajes de estos cuentos son minúsculas piezas sacrificables, maniquíes humanos sin importancia, seres menores a disposición de una perversa mentalidad superior. Me gustó en particular la forma en que las historias están interconectadas y a medida que la lectura avanza las piezas van uniéndose y encajando unas con otras de manera inteligente y sutil. Al final, el libro resulta similar a la casa de “Sueños origami” (uno de mis cuentos preferidos): algo que se expande y se contrae, revelando poco a poco todos sus secretos y todo su horror. Los motivos, recurrentes, nos remiten al Ventrílocuo Supremo, a una entidad llamada Patas Largas, a la omnipresente niebla negra, a un manuscrito que promete los secretos de la ventriloquia y termina entregando mucho más. Y al centro se erige Dunnstown, su parque municipal y, escondida en su interior, esa vieja fábrica de papel donde no se sabe si todo comenzó o algo está a punto de culminar. Fiel amante del terror, Padgett nos regala cadáveres con alteraciones anatómicas, espeluznantes muñecos de madera cuya voluntad parece sustituir a la de quien los maneja, una Hermandad devota de no sé sabe exactamente qué, sueños que, en apariencia, no lo son, todo ello como parte de historias profundas y bien armadas, con un trasfondo que llega a provocar verdadera inquietud. En el sentido estrictamente formal no me gustaron algunos finales pero, ¿qué más da?: el efecto total es apabullante, rico, expansivo y, a la postre, de un deleite devastador.

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Alma Mancila

Escritora y lectora voraz. Antropóloga en otra vida. Autora de los libros de cuentos Casa encantada (Instituto Mexiquense de Cultura, 2011), Las babas del caracol y otros relatos(Instituto Mexiquense de Cultura, 2014 / Lugar Común Editorial, 2019), El criado y otras historias de aflicción (Bitácora de vuelos ediciones, 2020) y de las novelasHogueras(Editorial Terracota, 2013), Archipiélagos (UAEM, 2015), De las sombras(INBA/Lectorum, 2018), El predicador (FOEM, 2019) y Fulgor (Malpaso/Salto de página, 2022). Miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Facebook: https://www.facebook.com/alma.mancilla.9

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