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Bitácora de Navegación del Nautilus 8

TRANSMISIÓN RECIBIDA

 

Marina Ortiz

 

El quinto reino: 13 narraciones sobre la dimensión “N” (1965) es un libro de cuentos de ciencia ficción del escritor regiomontano Ramiro Garza (1930-2021). Son relatos cortos con diferentes voces narrativas: entrevistas, reportes, discursos, juicios, testimonios y demás. El efecto obtenido es una focalización en la crítica social, ya que el punto de vista subjetivo de la primera persona facilita la comunicación de un juicio o una opinión. El primer cuento —“A quien encuentre esta botella flotando en el espacio”— nos explica el objetivo del libro: una llamada de auxilio, una petición de cambio, una esperanza arrojada a un mar impreciso.

La ciencia ficción, nos dice el escritor Ramón López Castro en su Expedición a la ciencia ficción mexicana (2001), “trabaja con el veneno de la inconformidad, de la aventura”. El mundo que los personajes observan los llena de desilusión, indiferencia o desidia. La progresión de la narrativa es la misma: seguimos un planteamiento de un espacio especulativo (futurista o fantástico) y presenciamos el desmoronamiento de algún valor, el fracaso de algún proyecto, el ocultamiento de algún conocimiento, la idiotez de las personas, el peligro de ciertas ideas, etc. Las voces, entonces, exponen escepticismo hacia el progreso humano porque sus intenciones no llevan a un mejoramiento real, expresan resentimiento hacia la economía de mercado porque banaliza todo aspecto de la sociedad y desconfían de las personas en puestos de poder e influencia porque no priorizan el bienestar de las personas.

El teórico Darko Suvin, en su texto “On the Poetics of the Science Fiction Genre” (1972), define a la ciencia ficción como la literatura de la alienación cognitiva, producida gracias a un novum¸ un elemento de novedad extraña. Este es el centro de la experiencia literaria, ya sea en la trama, el discurso, la escritura misma o su lectura. Los cuentos de El quinto reino… presentan un mundo donde el novum genera resistencia, renuencia, miedo o amenaza. Las voces concluyen que es imposible que un novum prospere en semejantes condiciones, lo que suscita la siguiente cuestión en la tripulación: ¡qué contradicción la de este mundo de ciencia ficción que rechaza su propia constitución! ¿Cómo funciona esta lógica? Así que sacamos nuestros trajes de buzo y salimos a explorar.

El novum es producto del espacio. Un espacio conocido que contiene áreas inexploradas, abierto a la creación o al descubrimiento de cosas nuevas. Esa potencia desconocida es parte de su esencia, accesible y con variable distancia. Entonces, un espacio en la ciencia ficción está estudiado, catalogado, y es tangible gracias a la ciencia y la tecnología; es por eso que se representa como infinito, pero cognoscible. La realidad se reconoce familiar y misteriosa a la vez. El tiempo lineal, moderno, no se acaba: el futuro es reserva de nuevos conocimientos. Por eso es que la ciencia ficción es un género de exploradores, aventureros, intrépidos, investigadores, científicos; ya sea que elijan serlo o no, independientemente si el novum investigado sea benéfico o amenazante. Hacen falta muchos viajes para asegurar que esta es la estructura base de un cronotopo de la ciencia ficción (nuestros geógrafos, geólogos, cartógrafos, químicos y físicos no se dan abasto entre tantos mundos ficcionales).

El quinto reino reporta lo siguiente: el novum puede banalizarse, infravalorarse, desperdiciarse, dispersarse e incluso destruirse. Esto es consecuencia del desplazamiento del punto de origen que articula los significados: es decir, la persona. En esta ficción, su pertenencia al cosmos se ha desdibujado porque el hombre ha construido una visión de vida donde sólo importan sus propias creaciones, como si éstas fueran independientes de la dimensión espacio-temporal. Carece de relevancia el cosmos porque hemos posicionado a nuestra economía, tecnología, industrias de la comunicación y cultura como únicos órdenes. Si la inmensidad e infinitud del tiempo-espacio empequeñecen al humano y sus creaciones, es mejor sustraerse del entramado gigantesco que nos sostiene y cuida. Ya no contribuimos a una narrativa donde tenemos que admitir la existencia de algo desconocido, atemorizante o imposible de controlar. Mejor ignorar la apertura del cosmos, ignorar al novum.

Ramiro Garza

La concepción del espacio y del tiempo —y del novum— no cambian, sólo se ignoran, y esto genera un sentimiento de realidad sin profundidad, ni sustento ni sentido. Se desarticula la correspondencia entre las personas y la dimensión que contiene su existencia. Los personajes de El quinto reino… son reporteros, maestros, editores o radioescuchas que constatan cómo sus sociedades han perdido el rumbo porque han formulado una vida de ilusión, de espectáculo, de irrelevancia. El novum llega pero nadie lo atiende porque se han condicionado a rechazar cualquier indicio de lo desconocido que sólo demostraría lo efímeros que son nuestros progresos. Entonces, se afirma y cultiva la imposibilidad del prosperar. El tiempo ya no es un lienzo para proyectar sueños en él, para eso está la televisión, aunque sean otros los que dicten qué soñar.

La perspectiva de libro —su vena pesimista, decepcionada o resentida— y su intención de denuncia son notables por su origen: una voz de mediados del siglo XX, proveniente de una de las ciudades más importantes de México, le pidió a su presente que atendiera su advertencia, que escuchara sus reclamos, que cambiara su rumbo. Ahora nos llega a nuestra actualidad su mensaje embotellado. Desde mi cabina de navegación observo y me produce extrañeza: por un lado está la redundancia en la fórmula de los cuentos, pues escuchar el mismo discurso de sinsentido 13 veces resulta cansado; pero por el otro, no puedo evitar empatizar con mi compatriota y entender su esfuerzo, pues he visto la misma sociedad que él, las mismas dinámicas industriales y comerciales, la indiferencia por las artes, el descuido de la urbe y sus habitantes… la imposibilidad del prosperar de un novum. Entonces guardaremos el mensaje de Ramiro Garza en nuestros archivos e integraremos el mapa que hemos trazado de El quinto reino… a nuestro atlas. Nos permitirá entender mejor el vasto y turbio panorama del universo y el lento andar del tiempo.

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AQUÍ puedes descargar El quinto reino…

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Ana Marina Ortiz Baker

Soy de Monterrey, Nuevo León, México.

Desde la licenciatura estudio la ciencia ficción y la fantasía, y estoy por terminar una maestría en Literatura Hispanoamericana.

Mi tesis de investigación fue sobre el cyberpunk mexicano, en específico el tema del espacio y su relación recíproca con los personajes.

Me gustan los temas del cuerpo, la mujer, la ciudad, los mitos, la magia y la naturaleza.

Los conocimientos que tengo, que son un tesoro para mí, aún tienen mucho que crecer.

Twitter: @maro_baker

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