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UN DOS TRES POR…

(I)

Manuel Barroso

 

Hace poco leí el texto de Joshua Chaplinsky 12 novelas inéditas que desearíamos leer (algo así podría traducirse el título). La idea me pareció estupenda. “¿Por qué no hacer algo así?”, pensé. Tal vez no sé de 12 obras inéditas que me encantaría leer, pero conozco ocho por las que mataría a un ruiseñor para que vieran la luz. Y quiero hablarte de ellas.

Y eso es lo que voy a hacer.

sifuentesPlanetaria de Gerardo Sifuentes

Lo he dicho antes, lo repito ahora: Gerardo Sifuentes es uno de los escritores más arriesgados de la escena nacional. ¿Con dos libros? Sí, con dos libros ha sido suficiente para llevarse de calle a casi todos sus contemporáneos (dentro y fuera de este baúl). Y temo decirles que lo que ha estado cocinando es más pesado. Un texto que habla de un planeta Tierra donde la ciencia se vuelve religión y está por enfrentar una invasión que no había logrado pensar hasta ese momento. Todo esto en un libro fragmentario que es novela, colección de cuentos, collage, literatura gráfica.

Es decir, el libro más experimental con las formas narrativas que ha visto México en un muy buen rato.

¿Por qué querríamos leerlo?

Porque tenemos once años sin un libro de Sifuentes, por eso.

Nota:

Acaban de decirme que este libro se presentará el 13 de octubre en la Feria del libro del Zócalo de mano de la editorial Resistencia. ¿Su nombre? Planetaria.

gabyPequeños naipes de ópalo de Gabriela Damián Miravete

Mucho se habla de que el cuento es un género poco atendido por el mercado porque, entre otras cosas, los autores lo están dejando a un lado para hacer novelas. Creo que no hay un libro de cuentos, entre los autores mexicanos nacidos después de 1960, construido con la atención arquitectónica que muchos le exigen a sus narraciones largas. Pequeños naipes de ópalo es lo contrario. Desde la estructura (dividido en las cuatro estaciones del año, tres textos por división, el sabor de cada estación bañando las palabras que la construyen) hasta el prefacio científico sobre esos naipes que narran la historia del mundo, todo está pensado con la mente de alguien que se sabe capaz de construir una catedral donde todos hacen capillitas.

¿Por qué querríamos leerlo?

Gabriela Damián es heredera de los grandes constructores de libros de cuentos y entiende que el trabajo duro en este oficio lo es todo (lleva años con el libro). Por si fuera poco, ha mostrado, con textos aquí y allá, que tiene una prosa atrapante y que domina sus cuentos con la misma maestría con la que un dinosaurio controla sus movimientos para seducir a un faro.

zárate3Voces del mar inmóvil de José Luis Zárate

Zárate es de los favoritos en este baúl, eso no es secreto para nadie. Lo que tal vez no sepas, Lector, es que tiene una cantidad inmensa (realmente inmensa) de material inédito. Uno de esos textos es Voces del mar inmóvil. Material ganador del penúltimo premio VID que está armado por tres cuentos y una novela breve que, si crees en mis palabras, está a la altura de La ruta del hielo y la sal. El libro es resultado de un trabajo cuyo origen puede rastrearse en Hyperia y sigue en Las razas ocultas y que aquí encuentra su cumbre: Voces del mar inmóvil es la gramática (ojo, no poética: Gramática) de un mundo, después de creerse abandonado por dios, se descubre observado por algo tan terrible que bien podría ser su deidad perdida.

¿Por qué querríamos leerlo?

Porque es José Luis Zárate, no se necesita mayor explicación.

malpicaCura de piedra de Antonio Malpica

Toño Malpica se ha hecho de un nombre grande en la literatura infantil y juvenil, donde se le ve produciendo libros por montones. A mí me da la impresión que se le encasilla en ese nicho porque no se habla tanto de su literatura para adultos (no me voy a meter ahorita a discutir ese término). Y creo que ese es un error. Para mí, su trabajo más interesante se encuentra en Apostar el resto, Siete esqueletos decapitados o Nocturno Belfegor.

En realidad, el mejor libro de Malpica es Cura de piedra, último ganador del premio VID.

Hablamos de una novela situada en un México tan sobrepoblado que hay que hacer filas de dos horas para comprar una dona, hay que emplear gente como acomodador de metro (el tipo que empuja a las masas para que entren al vagón) y todos –solteros o con familia– en casas donde viven otras diez personas más.

Los que tienen trabajo y manejan dinero electrónico, claro. Los desempleados son arrojados a la calle, son invisibles, son el último refugio del dinero en efectivo.

¿Por qué querríamos leerlo?

Antonio Malpica tiene un don narrativo que parece de nacimiento. La ligereza y velocidad (virtudes calvinianas) de su escritura sumado a un olfato privilegiado para las historias lo hacen uno de esos autores que amas leer.

Nota:

Después de años en el cajón cibernético del disco duro, Cura de piedra verá la luz en noviembre. Corro en círculos con los brazos levantados y gritando de felicidad.

Continuará…

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IMG00330-20120517-2113-1Manuel Barroso nació, creció y murió antes de enterarse de ello. Por eso reseteó la consola y sigue aquí.

Lee como poseso, escucha rap y jazz de forma adictiva, escribe porque le duelen las historias. Odia las verduras.

Mañana comprará un rifle