BRUCE WILLIS NO SALVA AL MUNDO
Sobre asteroides, meteoritos y otras
“piedras extraterrestres”
Nelly Geraldine García-Rosas
Maravilla. Últimamente se ha hablado mucho sobre objetos celestes del tipo “piedra extraterrestre” en el mundo no científico. El paso cercano del asteroide 2012 DA14 y el impacto del, ahora, meteorito de Cheliábinsk saturaron los titulares a mediados de febrero. La aparición del cometa Pan-STARRS (C/2011 L4) en los cielos de marzo ha permitido imágenes hermosas y nos prepara para el espectáculo que será ISON. Como era de esperarse, el sensacionalismo hizo de las suyas en las mentes poco informadas. Es que, la verdad, hemos visto muchas películas.
¿Dónde estaba Bruce Willis para salvar a los más de mil rusos heridos? ¡Dos, DOS piedras extraterrestres nos atacaron con menos de 24 horas de diferencia! ¿Por qué nadie nos avisó? ¡El gobierno oculta información que conducirá a la ruina de la sociedad como la conocemos! ¿Dónde está Bruce Willis para salvar a la humanidad?
En serio, sí hemos visto muchas películas como Armageddon (1998) en la cual, ya lo dijo Neil deGrasse Tyson, las leyes de la física son opcionales. Sospecho que Michael Bay, el director, acepta como asesor científico a cualquier sujeto con bata de laboratorio que se le pare enfrente (¿Transformers, alguien?). Pero veamos un poco de realidad antes de ir a la película.
Nombra a la “piedra extraterrestre”
La a veces asfixiante o confusa nomenclatura científica puede parecer poco importante. Seguro que eso piensa Michael Bay, y tú NO quieres ser como él. Así que repasemos las diferencias entre las rocas espaciales, conocimiento que podrá hacerte ver interesante en una fiesta (tal vez no).
*respira hondo*
Los cometas son cuerpos de roca y hielo que se formaron la “parte fría” del Sistema Solar más allá de la órbita de Neptuno. Por ello cuando se acercan a las “zonas cálidas” comienzan a vaporizarse formando las bien conocidas coma (o cabellera) y cola.
Los objetos rocosos de tamaño reducido (comparados con un planeta, claro) son asteroides. A diferencia de los cometas, éstos se formaron en la “parte cálida” del Sistema Solar entre las órbitas de Marte y Júpiter. Adivinaron, en la Zona de Asteroides. Cualquier fragmento de asteroide que sea más grande que un grano de polvo se denomina meteoroide. El que cayó en Rusia, por ejemplo, era originalmente un meteoriode de 17 metros que ni siquiera pudo ser detectado con anticipación debido a su pequeño tamaño.
Cuando una “piedra extraterrestre” golpea la atmósfera de la Tierra se forma una estela de luz o meteoro (también conocidos como estrellas fugaces), y si el meteoro en cuestión es lo suficientemente grande como para sobrevivir la quemazón y caer a la superficie se convierte en un meteorito.
*se queda sin aire*
Los asteroides, cometas y meteoriodes que, a causa de la gravedad, rondan cerca de nuestro planeta se llaman objetos próximos a la Tierra (o NEOs por sus siglas en inglés). Ésos son los que pueden arruinar una romántica cena de galletas de animalitos entre Ben Affleck y Liv Tyler.
La Tierra es constantemente bombardeada
Ahora sí: que cunda el pánico. Todos los días nuestro planeta es golpeado por unas 100 toneladas de material (un peso equivalente a 13 o 14 elefantes africanos). —Pausa para generar imagen mental—. No lo notamos porque se trata, en su mayoría, de meteoroides que se desintegran con sólo tocar la atmósfera. Pero seguramente está ocurriendo ahora.
No todos los objetos próximos a la Tierra son potencialmente dañinos. De hecho, muy pocos. Quizá por eso nos fascina la idea de que, eventualmente, uno pueda destruir todo lo que conocemos.
Prepararse ante el peligro. La escala de Turín
¿Cómo saber si un NEO es potencialmente peligroso? —Pausa para que hagan bromas sobre Matrix—. El Programa de detección de objetos próximos a la Tierra de la NASA dice que el NEO cuya órbita de intersección mínima pase a una distancia de 0.05 unidades astronómicas o menos de la órbita terrestre (7.48 millones de kilómetros) y sea mayor a 150 metros de diámetro debe ser considerado como potencialmente peligroso. Esto, por supuesto, no significa que vaya a tener un impacto catastrófico. Hay más probabilidades de que nunca toque a nuestro planeta.
Pero el problema de la probabilidad es que sí puede ocurrir. Para eso existe la escala de Turín. Cada NEO es asignado con un número entre 0 y 10 que indica la posibilidad de impacto y las medidas a tomar. El nivel 0, por supuesto, es que no va a pasar absolutamente nada. Mientras no se alcance el nivel 3 no hay de qué preocuparse (aunque es muy probable que éstos sean reasignados a 0 mientras más mediciones sean hechas). Los impactos seguros están asignados entre los niveles 8 y 10 dependiendo de la magnitud del daño que causarán.
Hasta la fecha ningún asteroide ha sido clasificado con un número mayor a 4 y actualmente sólo dos están catalogados por encima del nivel 0 (ambos en 1). Así que, fuera de la ficción, podemos respirar tranquilos.
Lo siento, Bruce Willis
Las películas, sin embargo, no tratan de lo aburrido que es un nivel 0 en la escala de Turín. Los contadores de historias quieren mostrarnos cómo sería el mundo si estuviese a punto de ser destruido, qué harían las personas con tal de salvarse, a Bruce Willis y explosiones, muchas explosiones.
Debo decir que, después de toda la ciencia que intenté resumir, Bruce Willis no podría salvar al mundo con todo su carisma, ni siquiera las explosiones podrían salvar a Armageddon. Esta película tiene tantas inexactitudes (168 para ser exactos) que la NASA la ha empleado como parte de su programa de entrenamiento para que los empleados encuentren las imposibilidades mostradas en la cinta.
Lo siento, Bruce. Un asteroide del tamaño de Texas no podría sorprendernos en el último momento. Además del Programa de detección de objetos próximos a la Tierra que ya mencioné hay otros esfuerzos públicos y privados que no podrían dejar pasar un objeto de 1 400 kilómetros sin ser detectado con suficiente anticipación.
Lo siento, Bruce. Perforar un agujero de 240 metros en semejante roca espacial no asegura que una bomba pueda partirla en dos. Es el equivalente a rasguñar una pelota. Sin contar, claro, que un grupo de estudiantes descubrió que, incluso la más poderosa bomba nuclear construida al momento del filme, no tendría la energía suficiente para lograr que las mitades separadas mágicamente se alejaran como para dejar pasar a la Tierra entre ambas.
Lo siento, Bruce. No podrías salvar al mundo.
¿Qué hacer en caso de que alguna “roca extraterrestre” alcance un nivel 8 en la escala de Turín si no podemos contar con Bruce Willis? Sabemos que las armas nucleares no son la única solución para intentar desviar la trayectoria mortal de un asteroide. Pero cómo nos gustan las explosiones.
Nelly Geraldine García-Rosas, como cualquier otro ciudadano de a pie, se ha imaginado qué haría en caso de la colisión inminente de un asteroide gigantesco y si, como en Deep Impact (1998), la elegirían para sobrevivir y repoblar el planeta después del infierno. Sabe que lamentablemente (?) no ocurrirá una catástrofe tal en esta era. Para saber más (o, quizá, menos) visita nellygeraldine.com