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MADAGASCAR 3: LOS FUGITIVOS O EL REVERSO DEL CIRQUE DU SOLEIL

 

(Madagascar 3: Europe’s Most Wanted, Eric Darnell-Tom McGrath-Conrad Vernon, Estados Unidos, 2012)

Pok Manero

Entré al cine de malas: había estado esperando a mi acompañante por largo rato. Me desanimaba la idea de verla en español, ya que en México nos tratan como changos y no nos dan la opción de verla en su idioma original. Y de por sí no esperaba gran cosa de ella: las anteriores, si bien no son malas, tampoco son nada de otro mundo. Dicho todo lo anterior, debo admitir que me divertí mucho, aun a pesar de mí mismo.

         No obstante, la cinta tiene fallas, bastantes. En cuanto a continuidad, descarta prácticamente por completo lo que ocurrió en la entrega anterior. Lo único que preserva de la misma es que los animales se encuentran en África, no en la isla titular, y la relación amorosa entre Gloria y Melman. Fuera de eso, es como si nada hubiera pasado en la primera secuela. El cuarteto de cuadrúpedos aún siente nostalgia por su zoológico en Nueva York  y quiere volver. Como los pingüinos y los chimpancés se fueron a los casinos de Monte Carlo, deciden alcanzarlos allá para regresar todos juntos. Entonces me surge la pregunta: si pueden desplazarse de África a Francia por sí solos y sin mayor problema, ¿por qué no irse directo a Norteamérica? En fin, entremos de lleno a la historia, en la cual una agente de Control Animal persigue a las bestias y éstas se infiltran en un circo para recorrer Europa y conseguir regresar al nuevo continente.

          Si buscan desarrollo de personajes, vayan a otra parte. Aquí es nulo. Los personajes originales carecen de conflicto y los nuevos lo resuelven demasiado fácil. No hay arcos argumentales interesantes ni nada parecido. Lo que sí hay es la noción de que, si el Cirque du Soleil pudo crear el concepto del circo sin animales, ellos harán lo propio al montar un espectáculo sin personas. Si hacemos a un lado las obvias dificultades prácticas de poner un show tan elaborado sin siquiera contar con pulgares oponibles, es bastante disfrutable el resultado: luces, colores, bailes y explosiones que mesmerizan junto con la música.

         Ahora bien, si lo que quieren es reírse un buen rato, están en el lugar indicado. Los pingüinos, como siempre, se roban la película. Aunque el rey Julien, mi personaje favorito en las anteriores, aquí no luce tanto (¿será acaso por el doblaje?). Para terminar, como nota final, una reflexión: ¿no les parece que Julien, con su megalomanía y su estupidez, se parece mucho a Enrique Peña Nieto? Fácilmente me imagino al candidato con una corona de hojas tropicales, haciendo el ridículo todo el tiempo.

 

Adrián “Pok” Manero, tras años como lector asiduo, decidió que el siguiente paso en su manía consistía en elaborar sus propias ficciones. Se dedica compulsivamente a leer comics y libros y a ver películas, quisiera ser como los gatos y disfruta escribiendo sobre sí mismo en tercera persona.  vinetaspalabrasyfotogramas.blogspot.com