THE VIEWING
ARTILUGIOS SENSORIALES
Miriam Gálvez
En los últimos años pocos filmes me han impresionado y removido tantas vísceras como Mandy de Panos Cosmatos (2018): absoluto maestro en recrear los años ochenta con destreza fehaciente; no solo en cuanto a su estética, sino de igual proporción son los atributos que conjunta como la ciencia ficción, el fantástico y el horror cósmico: secuencias y épica sobresalientes que enmarcan a plenitud su facultad para lograr una simetría despiadada en su arte y crónica óptica (que no me sorprende en lo absoluto, proviniendo de una casta que logró remarcables producciones cinematográficas en aquella década).
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Beyond the Black Rainbow (2020) & Mandy (2018)
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Fue muy emocionante descubrir en la antología macabra Guillermo del Toro’s Cabinet of Curiosities / El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro (2022) un episodio dirigido por este tremendo realizador: The Viewing, éxodo indómito e irracional que gira principalmente en la periferia de una posible invasión extraterrestre desusada que simboliza —en tal profusión de bríos— la pujanza estilística y única que evoca a sus trabajos anteriores (siendo más cercana a Beyond the Black Rainbow de 2010), que puede ser enrevesado desmenuzar si no eres devoto.
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Esta vez situada en 1979, Cosmatos —nuevamente— logra una narración peculiar con su precinto audiovisual emblemático en la que un pequeño grupo compuesto por un escritor, un psíquico, una astrofísica y un músico en rehabilitación (probable homenaje al cantante Boots Riley de la banda The Coup) —figuras visionarias y con amplio expertise en sus nichos profesionales— son invitadas confidencialmente a un arquitectónico estético, refinado y opulente recinto para contemplar un misterioso objeto (una piedra alienígena) que es adquirido con bretes por un singular millonario coleccionista cuyos gustos (excéntricos) no tienen precio; siendo el flamante dueño de una AK47 chapada en oro, entre otras piezas excepcionales, e interpretado por el gran Peter Weller (Lionel Lassiter) —conocido globalmente por su trabajo en Robocop (Verhoeven, 1987) y sus secuelas—, marcando un compás magistral y abrumador en su caracterización.
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Peter Weller & Panos Cosmatos
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Con acentuados tintes sociopolíticos, este mediometraje (uno de los mejores de 2022) ahonda en diálogos que muestran situaciones propias de la época como las posturas intelectuales demócratas tomadas con base en el régimen de Jimmy Carter o el gobierno del sanguinario Muammar Gaddafi; este último es traído a colación por la peripecia que la avispada Zahra (Sofia Boutella) experimentó en el pasado como médico de cabecera del mandatario y que en la actualidad es cercana colaboradora y musa de Lionel, cuya glosa encarna a la perfección lo que una “actriz-autor” simboliza mediante un proceso creativo en donde los histriones ejecutan una «construcción físico-psicológica de personajes a desarrollar con base en un guion en el que toman decisiones que se erigen de una idea en la posible obra intelectual intangible y original con una nueva figura creada»*, que Boutella logra con espectacular precisión.
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Sofia Boutella
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La música de Daniel Lopatin & Massimo Contini es un vigoroso subterfugio como protagonista y cobra relevancia al ser parte fundamental de la ficción que se introduce de manera literal en el argumento.
Los movimientos de cámara —alucinantes— capturan a detalle lo que sucede en el convite. Una vez que los protagonistas ceden a los placeres de estupefacientes creados meticulosamente con insumos ostentosos por la doctora Zahra y al alcohol de alto nivel sibarita que su anfitrión Lassiter les prevé sin tapujos, conciben una práctica de un artilugio sensorial y energético para sedarlos y llevarlos así al punto algente para el propósito primordial por el cual fueron convocados a la velada, intercambiando de una manera pasmosa la atmósfera de esta aventura y despabilando a una bestia espeluznante.
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Junto a Maegan Houang, quien co-escribió el guion, Panos nos regala una fantasía fantasmagórica excéntrica llevada a otro nivel, humedecida por deslumbrantes ponderaciones disyuntivas que desembocan en hábitos líricamente visuales con interminables referencias del periodo. Más que un capítulo de una compilación, es una obra profunda y excepcional del género contemporáneo. Metáfora lovecraftiana que vale la pena mirar con todo el discernimiento que nos permita nuestra conciencia. Para mí es la pieza más emblemática de la serie, que actualmente se exhibe en Netflix.
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Miriam Gálvez
SuperHeroína coyoacanense. Pseudo aprendiz sibarita. Bakeadicta. Cazadora de imágenes. Pesadilla, malestar creado por la mente enferma de algún noctámbulo en insomnio desesperado.
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