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EL RITUAL

Un aterrador descenso al sur del cielo

Rodrigo Ayala

 

Dentro de las grandes novelas de horror de este milenio, El ritual, del escritor inglés Adam Nevill, ocupa un lugar privilegiado. En la narrativa y conceptos centrales del autor, nacido en 1969 en Birmingham, se encuentran ecos de autores como Arthur Machen, Algernon Blackwood y, sin duda, H.P. Lovecraft, mentes maestras de la literatura sobrenatural y exponentes del bautizado horror cósmico de las cuales Nevill bebe a profundidad para crear un libro que eriza la piel en cada página (no es exageración).

La historia nos narra el viaje de Luke, Philip, Dom y Hutch (amigos desde la universidad) a lo más profundo del Círculo Ártico escandinavo. Sin embargo, como ocurre a menudo entre las personas que han dejado atrás la juventud para entrar a la vida adulta, comienzan a darse cuenta de que sus personalidades ya no son compatibles. Este es el primer horror al que se enfrentan. El segundo es cuando, exhaustos y lastimados por su poca experiencia como excursionistas, deciden tomar un atajo y se internan en un bosque milenario que parece no haber sido pisado por nadie desde hace mucho, mucho tiempo. A excepción de una criatura de tamaño y hábitos fuera de lo racional, que comienza a acosarlos conforme avanzan sin rumbo en medio del miedo y la oscuridad.

Nevill es uno de los autores de la moderna literatura sobrenatural que explota a su favor todos los recursos ambientales y literarios para sembrar miedo en el lector de una manera sutil. El bosque en el que se desarrolla su cruel y escalofriante relato es el gran protagonista de esta historia (además del monstruo que lo habita, por supuesto).

Juntos son un solo ente que asusta y va arrojando a los amigos a un profundo pozo atestado de horribles descubrimientos. Cuando menos se dan cuenta, el bosque y lo que en él habita les han tendido una trampa que los conduce directamente a un infierno frío, lluvioso, impregnado de musgo y dominado por una fuerza milenaria que les hace ver lo ridículos de sus miedos cotidianos.

Pese a desarrollarse a la intemperie, bajo el amparo de los elementos propios de la naturaleza, El ritual te hace sentir una extrema sensación de claustrofobia agudizada por las decrépitas casas de madera y la iglesia que los amigos descubren en su viaje. En ellas son testigos de sacrilegios y ofrendas a fuerzas que habitan la Tierra desde mucho antes de lo que pueden imaginar. Su desconocimiento de ello, aunado a su escasa habilidad como excursionistas, los hace sentir frágiles e idiotas. Nevill, como toda la literatura de horror, parece advertirnos que jugar con lo desconocido trae fatales consecuencias.

Además de ser un relato de terror perfectamente escrito y desarrollado a lo largo de sus sesenta y nueve capítulos, elementos que lo hacen recomendable para todo lector gustoso de lo gore y sobrenatural, hay un elemento que hace que esta reseña de El ritual cobre sentido para los amantes de la música extrema y su cultura: la aparición en la segunda mitad del libro de una banda de black metal llamada Bloody Frenzy, gracias a la cual podemos conocer un poco acerca del significado auténtico y primigenio de un género desarrollado a partir de la semilla de bandas como Mercyful Fate, Bathory, Venom, Angel Witch o Celtic Frost, por citar a algunas de ellas.

Breve paréntesis: el black metal es un subgénero del heavy metal que tiene sus raíces en las bandas antes mencionadas durante los primeros-mediados de la década de 1980, pero consolidado plenamente en los primeros años de la década de 1990. Escandinavia, especialmente Noruega, es la región donde el black metal se consolidó con toda la estética y filosofía con las cuales se le conoce en la actualidad gracias a bandas como Mayhem, Burzum, Emperor y Darkthrone, quienes formaron la primera ola del black metal y cuyos miembros se dedicaron, aparte de componer música, a quemar iglesias por toda Noruega en señal de su repudio al cristianismo.

Personajes como Dead (primer vocalista de Mayhem), Euronymous (fundador de Mayhem) y Varg Vikerness (fundador de Burzum) son tres de los personajes más emblemáticos del black metal en su etapa de plena consolidación y formación como auténtico subgénero. Sobre ellos puedes leer en materiales como el libro Lords of Chaos: The Bloody Rise of the Satanic Metal Underground, de Didrik Soderland y Michael Moynihan, o ver su vida llevada al cine en la cinta Lords of Chaos (2018), del director Jonas Åkerlund y que es una adaptación del libro mencionado. Pero volvamos a El ritual, verdadero protagonista de este texto.

Según la visión de los personajes creados por Nevill, el verdadero black metal no es la música del diablo (el cual es sólo una representación simbólica de su repudio al cristianismo) sino que es el ritmo consagrado a los antiguos dioses nórdicos comandos por Odín, el gran Wotan, desaparecidos a partir de la llegada del dios crucificado a las regiones escandinavas dominadas por los vikingos. El black es la música a través de la cual se busca adorar un pasado perdido y tachado de pagano por los cristianos. De ahí toda la parafernalia oscura, diabólica y blasfema de sus ruidosos protagonistas.

Los enloquecidos personajes de Loki y Fenris son los encargados de dar vida a la música de Bloody Frenzy, cuya misión es la de invocar y adorar a la criatura cornuda que habita el bosque protagonista de la historia. Es muy probable que estos extravagantes personajes estén totalmente inspirados en las citadas figuras de Dead, Euronymous y Varg Vikerness, tomando en cuenta también que Nevill menciona al final de su novela la lectura del ya mencionado Lords of Chaos: The Bloody Rise of the Satanic Metal Underground, de Didrik Soderland y Michael Moynihan, como fuente de información.

Los interesados en el black metal y su filosofía disfrutarán a lo grande la manera en que Adam Nevill nos retrata la fascinante, y a la vez absurda, personalidad de Loki y Fenris: chavillos bárbaros y violentos que visten camisetas de Gorgoroth y chamarras con estoperoles al mismo tiempo que demuestran todo lo infantiles y miedosos que pueden ser pese a su tenebroso y esmerado corpse paint.

Adam Nevill es un tipo entusiasta del metal y lo hace patente en este tremendo y aterrador cruce entre horror y música extrema. En entrevista para el blog This is Horror, el autor señaló: “La investigación sobre el black metal se basó en lo que ya sabía por mi interés personal en el heavy metal y el increíble libro Lords of Chaos. Es un tema con el que estoy familiarizado: he visitado Noruega varias veces y he visto muchas bandas de black metal en el festival Graspop Metal Meeting en Bélgica. Cuando era adolescente escuchaba a bandas como Celtic Frost, Bathory y Venom. El black metal se desarrolló desde principios de los años ochenta hasta convertirse en algo mucho más grande en los noventa”.

Adam Nevill (foto de Tania Glyde).

Hay sitios donde todavía quedan rastros de antiguos y aterradores dioses. Lee El ritual para descender al sur del cielo y comprobarlo. Es una experiencia aterradora.

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También puedes ver en Netflix su adaptación cinematográfica (Bruckner, 2017:

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Rodrigo Ayala Cárdenas

Humano con el deseo de ser extraterrestre. El rock, el heavy metal, los libros, el cine de horror, lo extraño, la noche, los bosques, lo sobrenatural, el café y las carreras de larga distancia son sus amadas obsesiones. Ilse es el amor de su vida.

 

 

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