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ESCAPAR

PARA REFLEXIONAR

Edna «Scarlett» Montes

 

 

Cuando era casi una niña leí una novela perturbadora. En ella, un gobierno totalitario controlaba toda la cultura que la gente consumía. Se quemaban todos los libros; quienes se resistían tenían un terrible destino por delante. Un día, una anciana se sacrifica heroicamente en vez de renunciar a sus ideales, encendiendo así la flama en el corazón de un adepto al régimen. Entonces, el protagonista se acerca a los libros y las ideas, cambia profundamente para luego rebelarse contra el gobierno.

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Poco después, llegó a mis manos otra novela, yo tenía 13 años. En este nuevo horror el régimen te dice qué pensar y cómo actuar. Por si eso no fuera suficiente, la gente vive en constante guerra con otros países sufriendo carencias; todo ello un plan del gobierno para evitar alzamientos. Si el odio puede dirigirse a otro país, la gente jamás cuestionará al propio. Nuestro protagonista tiene el trabajo de reescribir la historia completa para hacerla afín a los intereses del partido en el poder. Cuando él trata de rebelarse es brutalmente torturado hasta ceder, la causa está perdida, siempre lo estuvo.

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Ambas obras eran de ficción distópica: Fahrenheit 451 de Ray Bradbury y 1984 de George Orwell, respectivamente. Debo contarles cómo las obras de Asimov me hicieron reflexionar sobre aquello que nos hace humanos. Decirles que Ursula K. Le Guin me abrió un mundo de posibilidades. Hasta la saga de Harry Potter me ha hecho una mejor persona en el día a día. Es por ello que me tomo muy a pecho cuando otras personas aseveran que la fantasía y la Ciencia Ficción son “géneros menores” o “infantiles”.

"Portrait of Ursula K. Le Guin", por Michael Cho.

«Portrait of Ursula K. Le Guin», por Michael Cho.

En los años 50, durante la persecución de comunistas y la caza de brujas de McCarthy en Estados Unidos, un programa de TV escapó a la terrible censura de la era: The Twilight Zone. El gobierno dejaba de lado su guante de acero porque estaba claro, al menos para ellos, que un programa de fantasía no podía tratar ningún tema serio o importante. Se equivocaban. El episodio “The Monsters Are Due On Maple Street” comienza cuando un tranquilo vecindario se ve invadido por aliens. Los vecinos, incapaces de reconocer a los extraños, se vuelven histéricos, acusándose los unos a los otros de modo infundado. Si cambiamos aliens por comunistas, la crítica social es más que clara.

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Asumir que algo “infantil” es por ende superficial o inmaduro es un grave error. Después de todo, muchas de las lecciones más valiosas de la vida nos vienen justamente de los fantásticos libros infantiles. Mi primer contacto literario con el alcoholismo fue en El Principito, mi primera noción del acoso escolar y la adopción vino de Matilda. La idea de que las mejores cosas no cuestan nada y el tiempo es mi recurso más valioso lo aprendí de Momo.

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Puede haber quienes digan que la literatura de género no vale la pena, mas por mucho que me encante la literatura “propia/adulta”, sé dónde está mi corazón. No me olvido del poder de mi mente para recorrer nuevos mundos. Incluso puedo crearlos. La Fantasía y la Ciencia ficción no son escapismo inútil. Esos géneros nos permiten vernos a nosotros mismos, a nuestra sociedad, desde fuera para poder comprendernos mejor. Con ellos vamos desde la crítica social hasta la esperanza en el futuro, entendernos es aprender lo que está mal con nosotros. Aquello en lo que queremos convertirnos, así como lo que no deseamos ser. Por eso, la próxima vez que alguien les diga que la literatura de género es para escapistas no me ofenderé. La imaginación puede no gustar a todos, pero a otros les apasiona, les significa algo, la hicieron suya y la expanden a nuevos confines. Eso ya es bastante.

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puerta2Edna “Scarlett” Montes
Lectora, escritora y friki irredenta. Egresada de Miskatonic con tarjeta de cliente frecuente en Arkham. Tiene tantos fandoms que ya hasta perdió la cuenta. Divaga mientras espera que Cthulhu despierte de su sueño en R’lyeh o al fin le entreguen su TARDIS; lo que ocurra primero.

@Edna_Montes