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PROMETHEUS 

22 PUNTOS APENAS SALIENDO DEL CINE

Rafael Villegas

(Léase sólo después de verla, spoiler alert
+ mega spoiler salido de la bocota de Ridley Scott)

1)   No es el peliculón que algunos esperábamos, ni la gran precuela que los fans de Alien querían. Es algo intermedio entre ambas opciones. Prometheus no logra definirse.

2)   Si algo me fascina de Alien es precisamente todo aquello que no tiene que ver con el survival horror, es decir, muy poco. Que no se me malentienda: Alien es una muy buena película, no necesito decirlo, un verdadero clásico, pero por alguna razón no logro entusiasmarme con ella. Me entusiasmé con los trailers de Prometheus, que no anunciaban la historia de los siete perritos que van muriendo uno por uno, sino una búsqueda de los orígenes de la humanidad. Ni más ni menos.

3)   En este sentido, los primeros veinte minutos de Prometheus son sugestivos (no completamente originales, por supuesto): la fuente extraterrestre de la vida y la conciencia (recordando a 2001), científicos buscando respuestas a los grandes misterios, un viaje al otro lado del universo patrocinado por una compañía que trae su propia agenda, un robot que emula al Lawrence de Peter O’Toole, quién sabe si para humanizarse o si para reconfirmarse como simulacro humano.

4)   El Prometeo, la nave en la que viajan, llega por fin a su destino. A nadie, excepto a la pareja sentimental de científicos Shaw (Noomi Rapace) y Holloway (Logan Marshall-Green), satisfacen los motivos de la exploración. Y aquí comienza el problema con Prometheus: todos (excepto David, el androide) comienzan a actuar como imbéciles.

5)   Han viajado (creo) durante dos años para llegar al planeta-satélite LV-223 y no pueden esperar un tiempo prudente (el día está terminando) para bajar de la nave y comenzar a explorar las construcciones tipo-pirámides huecas frente a las cuales aterrizan. El motivo: es navidad y Holloway quiere abrir sus regalos ya.

6)   Por supuesto, el tiempo no les alcanza para hacer la exploración. Se desata una tormenta justo cuando se disponen a salir de la pirámide. No pueden esperar otro día y, valiéndoles cualquier método arqueológico, se llevan la cabeza cercenada y bien conservada de un ingeniero (la raza creadora de la humanidad). Parece que traen encima los tiempos de CONACyT. Por supuesto, la tormenta los alcanza casi al llegar a la nave, poniendo en riesgo la vida de Shaw, así como a su reliquia arqueológica.

7)   A todo esto, antes de que la tormenta comenzara, dos miembros de la expedición (un biólogo y un geólogo encargado de armar el mapa tridimensional del lugar), por alguna razón que no queda muy clara, deciden partir rumbo a la nave. Ya no aguantan estar en la pirámide hueca. Se van. Luego sabemos que nunca llegaron a la nave. Cuando salieron, sus compañeros no pudieron darse cuenta de que su vehículo seguía estacionado en la entrada de la pirámide, que nunca había arrancado.

8 )   En Alien varios personajes mueren francamente por imbéciles. En Prometheus eso pasa en más ocasiones, pues la tripulación es innecesariamente más numerosa y, me parece, más imbécil. Los primeros en morir, por supuesto, son el biólogo y el geólogo. Dos situaciones incomprensibles: se pierden en los túneles de la pirámide justamente los personajes que no deberían perderse. El geólogo es el experto en túneles, se supone. Además, él es quien crea y lleva el mapa del lugar. Él no puede darse el lujo de perderse. Pero se pierde, al parecer porque andaba marihuano o algo así. Luego se encuentran con una especie de lombriz-cobra que, aunque no luce tan amenazadora, no justifica el comportamiento del biólogo. Su fascinación con el animal lo obnubila y casi casi termina diciéndole a éste: “kitty kitty kitty, lechita lechita, kitty kitty kitty”. Por supuesto, la lombriz-cobra decide acabar con la vida de semejante tarugo y, de paso, con la del geólogo, que para entonces ya está bien high.

9)   Los cascos de los exploradores traen cámaras (mismas que para el año en que sucede la historia deberían ser de mejor calidad, supongo). Mientras el biólogo y el geólogo están perdidos descubren algunos lugares interesantes, como uno donde se amontonan cuerpos extraños. Digo, cositas que deberían interesar a ciertos arqueólogos que viajaron al otro lado del jodido universo. Pero no, ellos andan en lo suyo. El único que medio los pela es Janek (Idris Elba), capitán de la nave. Luego los ignora porque se va a coger con Vickers (Charlize Theron),  la representante de la compañía Weyland.

10)  Todos son demasiado cool como para preocuparse de verdad por la exploración científica. Todos menos David (Michael Fassbender), sin duda el mejor personaje de Prometheus. Un androide tan interesante como el Ash (Ian Holm) de Alien. Sólo David muestra curiosidad científica para preocuparse por estudiar los espacios del sitio de exploración, dado que a Shaw y Holloway no les interesa darle ni una checadita al mapa. Así es que da con una cámara donde sucede tal vez la mejor escena de la película: David encuentra el sarcófago de un ingeniero vivo después de entender parte del funcionamiento de un mapa sideral tridimensional. La curiosidad de David resulta mucho más interesante que la fe cristiana de Shaw.

11)  Como sea, es a Shaw y no a David a quien poco a poco van convirtiendo en protagonista. Pero Shaw, por supuesto, no es Ripley (Sigourney Weaver); aunque es ella la que, sabemos, va a sobrevivir. Prometheus deja de lado su propio camino para tratar de cruzarse con Alien. Y los perritos comienzan a morir: personajes de los que nunca supimos ni sus nombres desaparecen como si nada.

12)  Un paréntesis: Holloway andaba agüitado porque no había podido hablar con los ingenieros. Por eso se empeda y decide que no le interesa ya nada de lo que han encontrado (arquitectura, arte y escritura extraterrestre, una cabeza “olmeca” enorme, el cuerpo y vestimenta de un gigante de 2000 años de antigüedad… minucias arqueológicas, pues). En estado alcohólico, Holloway es infectado por David con una sustancia negra encontrada en el sitio de exploración. David anda en lo suyo, insisto, es el único que parece tener una sincera curiosidad científica. Eso o también se dio cuenta de que Holloway es un personaje casi innecesario. Digo casi, porque en realidad sirve para “embarazar” a Shaw y provocar de manera indirecta la escena de la cesárea, equivalente visual de aquella de Alien en la que la comida le hace daño a Kane (John Hurt).

13)  De repente aparece el señor Weyland (Guy Pearce), que no estaba muerto, andaba congelado. Resulta que Weyland y Vickers son padre e hija y que traen sus problemillas. Dato intrascendente. Lamentablemente, Vickers es otro de los personajes prescindibles de Prometheus. Su función no queda clara en la trama, al grado de que al final, después de la aparición de su padre, prácticamente se le borra como personaje.

14)  Lo que pasa en seguida es una serie de eventos para justificar la aparición del xenomorfo (el monstruo de Alien). Se descubre que los ingenieros buscan la aniquilación de la humanidad. La pregunta que se hace Shaw es por qué primero nos crearon y después cambiaron de parecer. El ingeniero, que uno esperaría que se encontrara del lado opuesto del xenomorfo de Alien en el espectro civilizatorio de comportamiento, en realidad actúa como éste: es un grandulón golpeador que no articula ni una sola palabra.

15)  El capitán Janek y sus ayudantes salvan el día sacrificándose con el Prometeo al estrellarlo contra la nave del ingeniero. Evitan la desaparición de la humanidad. Lo cual está muy padre, por supuesto, con el inconveniente de que no conocimos lo suficiente a Janek (y menos a sus ayudantes, el tipo-oriental y el tipo-latino) como para entender sus motivos y como para que nos importe algo su muerte.

16)  Decía en el punto uno que Prometheus no es una precuela de Alien. Cuando el ingeniero toma asiento y se pone su casco, entendemos que es un piloto y que el lugar es el centro de mando de una nave. Nos vemos tentados a suponer que es ahí, justo ahí, donde las historias de Prometheus y Alien se cruzan: en el sitio del space jockey. De tal manera que las acciones de Prometheus afectarían directamente a las de Alien. Pero no es así. Si hacemos memoria, el piloto que encuentran en Alien está muerto sobre su asiento, al parecer listo para despegar. Aquel piloto tiene un agujero en su vientre. Suponemos que sirvió de “incubadora” para un xenomorfo. En Prometheus, el piloto no muere en su nave, sino en el Prometeo, después de pelear contra la criatura que lo inseminará para dar a luz al xenomorfo. El piloto de Alien no es el mismo que el de Prometheus. Hay más naves, como luego nos enteramos por David. Pero no es sólo eso: Alien y Prometheus suceden en planetas-satélites distintos. El de Prometheus: LV-223; el de Alien: LV-426. Por supuesto, entre los eventos de una historia y la otra pasan treinta años, tiempo en el que perfectamente caben nuevos sucesos de alguna secuela de Prometheus. Pero según lo que se ha mostrado hasta ahora no hay entrecruzamiento físico entre ambas historias. No porque sucedan en el mismo universo ficcional tendrían que considerarse como secuela o precuela.

17)   Al final, sólo quedan vivos Shaw y David. Como haya sido, Ridley Scott ha logrado quitar lo que considero el lastre de su historia. Con Shaw y David dirigiéndose al verdadero hogar de los ingenieros y origen remoto de la humanidad hay elementos suficientes para terminar esta historia de gran forma. Esa es la película que quiero ver.

18)   Prometheus  no es una mala película. No lo es porque no todo en el cine es la historia. Las películas están hechas de un montón de elementos que, cuando embonan bien, producen obras maestras. Pero Prometheus no es obra maestra, aunque algunos de sus elementos sean brillantes: la fotografía, el diseño de producción (agradezco que tengamos H. R. Giger como nunca antes), el sonido,  la música, un par de actuaciones, la idea central del filme… todos funcionan a varios niveles, generando sentidos que no necesariamente pasan por la narrativa. Sin embargo, Prometheus pretende contar una historia, es en el guión donde se empantana. Eso sí, es necesario aceptar que Prometheus nunca aburre, sabe mantener el interés y tiene varios momentos memorables. Y eso no es cualquier cosa.

19)   Otro asunto positivo es que Ridley Scott parece despertar después de esa vacuna contra el insomnio que fue Robin Hood.

20)  Algunos se han quejado de que Prometheus lanza muchas preguntas y no las contesta. Yo no lo veo como un problema, no todavía, pues se sabe que Prometheus apunta hacia una secuela, por lo menos. En teoría (pues uno de los guionistas es Damon Lindelof, ¿recuerdan Lost?), es ahí donde se daría respuesta a las preguntas. Veremos.

21)  Le echo la culpa a Cinemex de cualquier inexactitud expresada en los puntos anteriores. Sufrí mucho con sus lentes 3D, tan angostos que no me permitían ver la pantalla completa. Además, si movía ligeramente la cabeza hacia arriba o hacia abajo se afectaba la visión en algunas zonas de la pantalla. Para acabarla de fregar, en escenas particularmente oscuras los objetos ubicados al fondo pierden definición y sus figuras se ven como haces de luz.

Mega spoiler salido de la bocota de Ridley Scott:

22)   “Si lo piensas como un escenario en el que los niños se están portando mal, hay momentos de nuestra historia en los que hemos estado fuera de control […] Podrías pensar: ‘mandemos a un emisario a ver si puede detenerlo’. ¿Y sabes qué? Lo crucificaron”.[1]

No sé qué pensar. Esto justificaría todo ese rollo cristiano de Shaw y los dos mil años de antigüedad del cuerpo del ingeniero descabezado, pero…

RAFAEL VILLEGAS

(Tepic, 1981)

Autor de “La virgen seducida”, “Video Ergo Zoom” y “Nada”.

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