Primera carta náutica
UNA ISLA CON PUERTOS INFINITOS
Alejandra Q. Pérez
En décadas recientes, las historias de piratas han sido altamente populares en medios artísticos como el cine y el manga/anime. Sin embargo, estos míticos y problemáticos personajes han sido un recurrente en la literatura desde el siglo XVIII. ¿Pero qué es un pirata? ¿Y por qué se le relaciona con monstruos marinos y tesoros malditos? Quizá la pregunta puede aparentar tener una respuesta obvia, pero la realidad es que existe un trasfondo tan grande como los siete mares.
Si bien en la historia la piratería se da a raíz de conflictos entre marineros ingleses y franceses enviados especialmente para perjudicar el poderío español en el mar de las Antillas y el mar Caribe, en la literatura lo americano no tuvo tanta relevancia. La literatura de la piratería es una invención inglesa, siendo la tradición anglosajona la principal representante del género, así como la encargada de colocar las bases que ahora identificamos como elementos clásicos de este tipo de historias. Personajes con parches en el ojo, piernas de palo o garfios en lugar de mano, capitanes acompañados por alguna mascota como un loro o un mono (sin olvidar el ron y el dinero como cosas indispensables en la vida en el mar) son algunas de las características que hicieron de estos personajes algo novedoso en su momento.
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Marooned (1909) de Howard Pyle
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En la actualidad, pensar en piratas es pensar en aventuras donde lo mítico es parte fundamental del viaje. Sin embargo, las obras clásicas nacieron totalmente alejadas de monstruos marinos y leyendas aterradoras. Los pioneros del género, como Daniel Defoe (El capitán Singleton,1720), Sir Walter Scott (El pirata, 1821), Robert Louis Stevenson (La isla del tesoro, 1883) y Emilio Salgari (El corsario negro, 1898), se apegan al realismo de los piratas y corsarios de la vida real. Renovando las aventuras épicas escritas por los griegos, los nuevos viajes marinos también buscan crear esa esencia de esplendor épico que acompaña a Odiseo, sumando batallas feroces al estilo de las libradas por Aquiles y su ejército.
Teniendo en cuenta lo anterior, es curioso observar la falta de elementos fantásticos en las primeras ficciones sobre piratas. Mucho más curioso resulta el cómo, poco a poco, los nuevos autores han agregado esa fantasía que le añade un nuevo grado de adrenalina a estas historias, siendo, precisamente, la mitología griega la inspiración perfecta para esto.
Uno de los grandes colosos de dichas historias sobre piratas y fantasía es, por supuesto, la saga de películas protagonizada por Johnny Depp y Orlando Bloom: Piratas del Caribe. La saga se estrenó en 2003 con Piratas del Caribe: la maldición del Perla negra, donde toda la historia gira en torno a la maldición caída sobre el capitán Barbosa y su tripulación tras el robo de un tesoro maldecido por dioses aztecas dado a Hernán Cortés. El famoso capitán Jack Sparrow se enfrentará a estos seres en su búsqueda de venganza por una traición de Barbosa cometida en el pasado.
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La ficción sobre piratas volvió al ojo de mira con estas películas, quienes mezclan los elementos de la cultura azteca, como lo es el tesoro mismo y la mención a los dioses aztecas, con el horror y la aventura, dando como resultado un viaje cargado de fantasía y batallas emocionantes.
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Existen muchas obras actuales que permiten una comparación interesante con obras clásicas. Como ejemplo rápido podemos mencionar la película animada El planeta del tesoro (2002), que es una reescritura de ciencia ficción de la novela La isla del tesoro (1883), o, por el lado oriental, el anime/manga One piece (1991), que toma elementos de mitologías distintas adaptadas a la historia de la era pirata. La figura del pirata y los viajes que emprenden han tenido evoluciones interesantes en el arte, pasando de ser sólo hombres en busca de fortuna y ron a ser protagonistas de historias complejas e inseparables de lo fantástico.
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Esta primera carta náutica sabe a poco en comparación con el enorme mar que queda por explorar, pero la paciencia en cualquier travesía siempre es bien recompensada.
¡Subid a bordo, almas del mar!
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En Los tesoros del Corsario negro pretendo centrar la atención en las obras sobre piratas y de viajes cuyo eje temático se mezcle con elementos fantásticos de cualquier género, dándole énfasis al análisis de la mitología y simbolismos que la mayoría utilizan.
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Alejandra Q. Pérez (Guadalajara, Jalisco; 1999)
Egresada de la Lic. en Escritura creativa (UdeG). Codirectora del proyecto Palabras en Común, dedicado a la difusión del arte y la creación de talleres literarios. Ha publicado en diversas revistas y antologías digitales y físicas. Ponente en el Primer Encuentro de Estudios Frikis (Colef, 2023) y en el Primer Encuentro de Minificcionistas en Jalisco (UdeG, 2023).
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