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¡CLÁVENSE EN LA TEXTURA, MAESTROS!

 

El Antolo

Los Comicólogos han lanzado un reto, el cual invita a su audiencia a leer comics de al menos tres números de extensión (o un trade paperback recopilatorio) para cubrir doce distintas categorías que van desde leer comics de fantasía épica, horror y ciencia ficción, hasta comics de romance, comedia o autobiográficos. Si tienen dudas de la dinámica, diríjanse a sus redes sociales (Facebook: Los Comicólogos, Twitter: @LosComicologos, #RetoComicólogo) para consultar la convocatoria.

Como parte de este reto en su categoría ¡Que viva México! (8) me di a la tarea de estudiar esa creación de Trino y Jis, dos autores mexicanos que han trascendido con su arte gracias a este personaje nacido del ocio, la hueva y el no recibir sus juguetes de parte de los reyes cuando eran niños: el Santos.

Decidí leer la colección completa, la cual contiene: (léase con voz de anuncio de arcón navideño) nueve tomos recopilatorios de sus tiras publicadas en La Jornada desde el 89 hasta el 99 en formato paperback (pasta suave, pa’ que se entienda), un tomo salido de no sé dónde con nuevas ilustraciones todas sexualmente explícitas y un tomo que te cuenta todo lo que pasó antes y durante el desarrollo de la película El Santos contra la Tetona Mendoza. Todo esto hermosamente empacado en una caja ilustrada retebonito y con una pestaña con imán pa’ que no se te ande abriendo (la caja).

La recopilación de tiras es exactamente lo que se puede esperar de ellas: contenido irreverente, soez, agraviante, incoherente, escatológico, sexual y pitero… pero harto divertido. Lo que encontré fue fascinante, ya que me enteré que el Santos se inspiró en aquel luchador tan famoso, el Enmascarado de Plata, pero aumentando los defectos del mexicano promedio: gordo, malhablado, machista, etc. Hicieron esto con el propósito de hacer un crítica poco constructiva a nuestra sociedad, hasta que el personaje adquirió vida propia. De hecho, hasta hubo una demanda por ahí, tratando de impedir que la película mostrara al Santo de esa manera. Lo acompaña el Cabo, su amigo policía que siempre está a su lado incondicionalmente, sin embargo el personaje también es una exageración (vamos, es prácticamete su patiño… y en varias ocasiones, algo más). Estos personajes, junto con muchos otros, viven una serie de aventuras que sólo pudieron haber sido creadas por las mentes de un par de moneros inmaduros.

Llegué a la conclusión que no quedaba más remedio que reírme. ¿Cómo no divertirse con esta parodia del estereotipo mexicano, si la exageración y la burla son constantes durante toda la vida de la tira? Esta surgió en una época en la que los mexicanos necesitábamos un héroe que nos representara y salvara de las garras de un gobierno injusto (que sigue vigente), donde la pobreza y la inconformidad eran el pan de cada día… pero desafortunadamente obtuvimos todo lo contrario.

Ya ha habido otros estudios de estas tiras, varios críticos expertos intelectuales se han dado a la misma tarea y su opinión sigue la misma línea: ya sea que se le considere una crítica social incisiva al México de la época, la realidad política que hemos vivido gracias a los gobernantes ineptos o la indiferencia de la plebe ante la decadencia del país reflejada en unos dibujitos, el Santos se ha convertido en un icono de la caricatura mexicana por su manera de retratar a nuestro México lindo y querido.

En resumen: ¡Buenos, los cabrones!

¡Kriga Bundolo!

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El Antolo es un inadaptado social, Comicólogo por elección, amante del entretenimiento en varias de sus corrientes y neurótico ocasional. La presunción no es su fuerte y es confiable por naturaleza. La escritura y lectura son un escape necesario en su vida.

@ElAntolo

 

 

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