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Este número decidimos dedicarlo a la infancia.

Al respecto, nuestro autómata Mariano F. Wlathe, ganador en dos ocasiones del 2º lugar en el Concurso de Cuento sobre Alebrijes del Fideicomiso Museo de Arte Popular (2010, 2014), apuntó lo siguiente:

“Cuando Penumbria me pidió un párrafo acerca de lo que considero importante a la hora de escribir desde una óptica infantil, dos cosas vinieron a mi mente. La primera fue la inocencia, no sólo como candor sino como ausencia de culpa. La inocencia puede ser salvaje y violenta. Puede convertir a los niños en víctimas, pero también puede volverlos verdugos implacables. La segunda fue la lógica. Los niños poseen una lógica brutal. Muchas veces sus respuestas pueden parecernos sin sentido, disparates tiernos que los padres disfrutan contando como chistes, pero son producto de una lógica rigurosa. Una lógica que, al no poseer suficiente información, busca llenar los vacíos entrecruzando ideas que le parecen afines. Este desconocimiento de las normas, físicas o sociales, que rigen el mundo y la manera en que lo suplen es una excelente forma de crear universos tan complejos y geniales, como el País de la Maravillas de Carroll. Estos dos elementos son, quizá, mis principales herramientas a la hora de crear visiones y mundos infantiles, ya sea en cuentos para niños o no”.

Esperamos que los siguientes cuentos sorprendan al niño (perverso) que llevas dentro.