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CHINA, TAIWÁN Y EL CINE DE WUXIA

 

Juan Manuel Díaz

 

Crouching Tiger, Hidden Dragon es una película del año 2000 dirigida por el gran director taiwanés Ang Lee, la cual, en su momento, fue reconocida como la iniciadora de la nueva ola del cine chino comercial. Aquí haré una aclaración para los lectores que no estén muy enterados de la situación entre China y Taiwán. Ambos países reclaman el nombre de China. Hay una disputa política entre las dos Chinas desde 1949, cuando el gobierno de la República de China fue expulsada durante la guerra civil hasta refugiarse en el archipiélago de Taiwán. El nuevo gobierno, liderado por el Partido Comunista Chino, cambia el nombre y es lo que conocemos como la República Popular China, es decir, China continental.

¿Qué tiene que ver esto con el cine? Pues bien, Ang Lee fue parte de esa generación de directores taiwaneses que empezaron a hacer cine a principios de los 90 en la llamada Nueva Ola Taiwanesa. El hecho de que en el año 2000 haya realizado una cinta patrocinada por el gobierno chino continental a pesar de todas las disputas políticas y particularmente en un género histórico como el wuxia, no es poca cosa. Gracias a estos esfuerzos, ahora tenemos cintas taiwanesas en los Caballos de Oro (premios de la academia cinematográfica china). La cuestión, claro, es que ninguna película taiwanesa puede hacer referencia explícita a la separación entre China y Taiwán, o mencionar el reclamo que tiene Taiwán sobre el gobierno legítimo de China.

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Pues bien, ¿cuál es el tema central del wuxia y de la cinta en cuestión? El wuxia es el género histórico de artes marciales. No se debe confundir con el cine de kung fu, donde el gran Bruce Lee estableció las características principales. El wuxia se desarrolla en un ambiente de la China medieval, por lo general en la dinastía Qing, la cual logró la unificación del territorio que conocemos actualmente como China, lo cual, a su vez, le da muchos tintes nacionalistas. Además, hay elementos fantásticos en las cintas y muchas veces hay temas relacionados con la mitología china. En Crouching Tiger, Hidden Dragón, Chow Yun-fat y Michelle Yeoh (la ahora nominada al Oscar por Everything, Everywehere, All at Once) interpretan a un par de guerreros en busca de una espada robada y de una asesina. En realidad, es un melodrama histórico hecho como homenaje a la tradición del cine de wuxia.

Los protagonistas, Li Mu Bai (Chow Yun-fat) y Yu Shun Lei (Michelle Yeoh), están enamorados, pero debido a una promesa al amigo difunto de Mu Bai no pueden confesar su amor. Además, encontramos a Jen (Zhang Ziyi) enamorada del ladrón Lo (Chang Chen); ambos en sus papeles que los volvieron estrellas internacionales. Las dos parejas se involucran entre sí cuando un ladrón roba la espada legendaria de Mu Bai y reaparece Jade Fox, asesina del maestro del propio Mu Bai. Entre duelos épicos de artes marciales, muchas veces un poco gratuitos, se despliega el drama entre maestros, alumnos, amantes y amigos. La brillantez del wuxia, lo cual Ang Lee logra capturar perfectamente, es la tradición de las secuencias de acción como formas de dinamizar el drama.

La cuestión es la siguiente: en el cine estadounidense las secuencias de acción tienden a ser espectáculo, mientras que en el wuxia hay drama en las peleas. Los personajes dirimen sus propios conflictos internos por medio de los duelos. No es sólo la secuencia para sorprender a la audiencia, sino que resultan en peleas íntimas profundizadas por las relaciones personales entre los personajes. Es cierto, en algunas ocasiones los duelos parecen innecesarios; sin embargo, hay que entender la intensión del director. No sólo pensando en audiencias chinas, Lee pretendía hacer un filme de wuxia que llamara a las audiencias occidentales. Así que hace un exacerbado despliegue de artes marciales —lo más estético posible— para demostrar todo lo que puede ser el cine wuxia. Además, por medio del género Lee muestra lo que él mismo llamó “la China de la imaginación”. Es decir, una visión un poco idealizada de la China histórica (no tanto una representación fiel del país en una época). Y me parece que aquí es donde está la genialidad de la película: sintetiza todas las formas de romantizar e idealizar lo que las películas de wuxia hicieron en su momento.

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Tal vez por esta razón Ang Lee decidió participar en una producción de la China continental. Fue una forma de sintetizar las cosas en común tanto de China como de Taiwán, al tiempo que celebra una historia compartida y una tradición fílmica que me parece habita en ambos países. A pesar de que en diferentes momentos históricos tanto la República de China (Taiwán) como el gobierno del Partido Comunista Chino prohibieron el género del wuxia por considerarlo decadente e ir contra los esfuerzos de modernización del país. La China comunista llegó a llamar al género como cine “contrarrevolucionario” por representar una época feudal. Con todo, fue durante los 60 y 80 en Hong Kong y Taiwán donde el wuxia vivió una época dorada, particularmente en Hong Kong con las producciones de Shaw Brothers Studio, muchas de ellas dirigidas por el ahora legendario director King Hu.

En China continental, a medida que el gobierno empezó una serie de reformas económicas y política en las décadas de los 80 y 90, fueron permitiendo hacer cine y televisión recuperando formas tradicionales. Entre ellas el wuxia, dando como resultado la superproducción de Crouching Tiger, Hidden Dragon. Es así como detrás de la producción de un cine que se veía como tradicional y nacionalista se encierra toda una serie de transformaciones sociales, económicas y hasta políticas al interior tanto de China como de Taiwán. Fue un hito la filmación de la cinta sin la cual no podríamos entender ni el cine chino ni el cine taiwanés. Tampoco sería posible que cintas taiwanesas y chinas convivieran en los mismos festivales o que cineastas taiwaneses participaran en las premiaciones chinas. Es uno de esos casos en los que, entendiendo el contexto de la cinta, se vuelve más apreciable las condiciones únicas y excepcionales que permitieron que se filmara. Y podemos apreciar  el resurgimiento del género, dando como resultado una nueva oleada de cintas como House of the Flying Daggers, Curse of the Golden Flower, Shadow, Hero, Warriors of the Yang Clan y hasta una producción estadounidense con los actores Jet Li y Jackie Chan titulada The Forbidden Kingdom, la cual relata la épica clásica de la literatura china Viaje al Oeste, en la que Dragon Ball está inspirada.

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Juan Manuel Diaz de la Torre

Nací en la Ciudad de México un 11 de octubre de 1985.

Ese día fue viernes y debí nacer a las 6 de la mañana, pero llegué hasta las 8.

Tal vez por eso me gustan los viernes y dormir hasta tarde.

Soy escritor de poesía, cuento, novela y viñeta, aunque mi trabajo diurno es ser profesor e investigador.

En realidad, creo que mi chamba es comunicar: sin importar que sea una reflexión en forma de cuento, un análisis de una película o algún apunte sociológico, lo único que hago es comunicar.

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