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THE HOUSE OF THE DEVIL

la exquisitez de lo diabólico

Israel Yerena

 

En años recientes, recurrir a la nostalgia ha sido un gancho clave para atraer más miradas hacia una película. En el género se consigue —sobre todo— al realizar tramas, homenajes o usar recursos técnicos parecidos al cine de terror de los 70 u 80. Sin embargo, desde el 2009 hubo una cinta que se adelantó a todo esto con maravillosos resultados: The House of the Devil, del director Ti West.

Una universitaria, desesperada por su falta de dinero, acepta trabajar de niñera bajo las órdenes de una pareja anciana. Lo que la desdichada mujer no sabe es que a quien deberá cuidar no se trata de un niño, sino de algo más oscuro, malévolo, y que incluso ella podría formar parte de un plan más perverso sin saberlo.

Utilizando una edición, vestimenta, musicalización y trama totalmente retro, el director Ti West nos presenta una impactante y turbia película que de haber sido estrenada en los años 80 hoy en día sería todo un clásico de culto del terror.

La trama de The House of the Devil es exquisita por su sutilidad, ya que aunque no es una cinta aterradora en cuanto a los sustos visuales o de sobresalto, sí logra generar una atmósfera completamente insana y sofocante a través de escenarios oscuros y situaciones extrañas que rodean a la protagonista.

En esta historia no abunda la sangre ni el gore, mucho menos los fantasmas o los monstruos. No, aquí el peso de la historia recae más en lo que no se ve, es decir, en lo que se sabe que está (o podría estar) ocurriendo dentro de las habitaciones de una casa que exuda una vibra totalmente demoniaca.

Por esta razón, no se trata de un filme que pondrá los nervios de punta a quien la mire: es un producto cuyo terror se cuece a fuego lento hasta lograr un desenlace impactante y sorpresivo más por su tratamiento que por su originalidad (pues si bien puede ser un tanto predecible, no dejar de ser sumamente macabro).

¿Hace falta una razón más para verla? Tomen a El bebé de Rosemary y El horror de Amityville, mézclenlas bien, déjenlas reposar; den una mordida, sientan el sabor… y eso es The House of the Devil.

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PS: Al ver esta cinta uno se puede imaginar la razón del porqué A24 decidió producir la próxima cinta de terror dirigida, precisamente, por Ti West: X.

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Carlos Israel Yerena Cruz

Egresado de la carrera de Comunicación de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán. 

Contribuyente de la revista electrónica “Encuadres”, escribiendo reseñas y noticias acerca del género de terror.

Titulado mediante la tesis La masacre de Texas: del asesino histórico al fílmico.

Amante de los temas tabúes, lo retorcido y lo bizarro, desde muy temprana edad -cuando apenas era un pequeño Ghoul– encontró en el género de terror un refugió en el cual depositar y liberar todos aquellos deseos perversos que crecen hasta en la mente más pura. Sin importar la vertiente, ya sea literaria o cinematográfica, el horror es un género que lo ha sumergido en un mundo que le ha enseñado que, a veces, la belleza más extrema se encuentra en las obras más grotescas.

De estómago curtido principalmente por los filmes slashersel género de horror también le ha demostrado que la mente y la naturaleza del ser humano son, quizá, las fronteras más lejanas y oscuras que nunca terminarán de ser exploradas, pero que piden a gritos que alguien se adentre en ellas. En la literatura, gracias a Lovecraft, ha aprendido que, aunque sea en unas cuantas páginas y en breves oraciones –escritas a veces por las mentes más solitarias e incomprendidas se alberga el horror más profundo de todos, aquel para el que ni siquiera se han creado las palabras ni ojos que sean dignos de describirlo.

¡! ¡Cthulhu fhtagn!

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