UZUMAKI
la espiral maldita
(Junji Ito, Viz Media, 1998-1999)
Pok Manero
En el año 2000 se estrenó una película basada en este manga, dirigida por un tal Higuchinsky (así, sin apellido). Dicha cinta se ha proyectado en contadas ocasiones en nuestro país, incluyendo el evento del segundo aniversario de Penumbria que se llevó a cabo hace poco y donde pude verla por primera vez (a pesar de que me la habían recomendado muchas veces antes).
El filme nos narra la maldición que pesa sobre el pueblo de Kurouzu-cho, el cual está poseído no por un espíritu, ni por muchos, sino por un patrón: la espiral. Esta forma se empieza a manifestar entre los habitantes del lugar, casi siempre con apariencias grotescas y terribles. Si bien el horror atmosférico que se logra es soberbio, la historia se siente inconclusa, lo cual es entendible si consideramos que el rodaje se llevó a cabo antes de que el manga terminara de publicarse y no hizo más que apresurar la conclusión con lo que se tenía hasta el momento.
Habiendo visto la película, me animé a leer por fin el manga. La edición que conseguí corresponde a la versión en inglés publicada el año pasado por Viz Media, en un tomo único de tapa dura que contiene los tres volúmenes, es decir, la historia completa. Debo decir que esta versión impresa de la historia supera por mucho a su versión fílmica. Los primeros dos capítulos, que en la película son prolongados e intercalados con los otros a lo largo de todo el metraje, nos muestran el inicio de la maldición y sus primeras víctimas: los padres de Shuichi. La adaptación cinematográfica de estas partes es bastante fiel, mas no logra transmitir la profundidad del horror y lo grotesco que está presente en el manga desde el principio. El tercer capítulo, The Scar, comienza a mostrarnos transformaciones físicas por demás grotescas y fue omitido por completo en la película, al igual que The Firing Effect y Twisted Souls. Los que sí se trasladaron a la cinta fueron Medusa (el último de la primera parte), Jack-in-the-box y The Snail (de la segunda parte), pero estos dos últimos son llevados más allá en el manga, llegando a extremos insospechados y perturbadores.
La segunda parte profundiza en la atmósfera de terror, dejando a un lado la historia central de Shuichi y sus planes de escapar junto a su novia Kirie. En cambio, se vuelca de lleno en la exhibición del horror corporal y a veces hasta surrealista, con un faro maligno, mujeres embarazadas predatorias y el producto de sus acciones. La máxima expresión de la espiral se manifiesta con la llegada de un huracán que da pie a la tercera parte, en la que el horror cede su lugar una de las más oscuras fantasías post desastre que se puedan imaginar, con los habitantes de Kurouzu-cho batallando por sobrevivir en medio de casas malditas, pandillas, muerte, laberintos y planes de escape fallidos. Cuando finalmente se explica el origen de la “maldición” es demasiado tarde para escapar de ella, finalizando la historia con una nota fatídica sobre la inevitabilidad del destino. Adicionalmente, esta edición cuenta con un capítulo perdido que no encaja con el resto de la historia y una especie de epílogo cómico en tres partes, en el que Ito promete revelarnos el secreto de la espiral… o no.
Independientemente de las bromas en ese epílogo, el autor dice haberse puesto a estudiar todo lo que pudo sobre las espirales, su presencia en la naturaleza y la forma en que han influido en la humanidad. También tuvo una gran influencia de la literatura de H. P. Lovecraft, indicando que fue su expresionismo al crear atmósferas lo que inspiró su impulso creativo. Cabe mencionar que esta influencia se manifiesta en el sentido más amplio -y quizás el más correcto- de la palabra, pues más que tratarse de una obra lovecraftiana o que copia elementos de los textos del escritor de Providence, filtra y decanta la esencia del horror cósmico, se apropia de ella y la transforma en algo por completo distinto.
«Lovecraft», por Junji Ito.
Para todo aquel que disfrute del horror corporal y sobrenatural -y que sea de estómago fuerte, pues a veces llega a ser demasiado repulsivo-, este es un manga que no deben perderse, más si ya vieron la película. De ágil lectura y con imágenes contundentes, dudo que nadie se arrepienta de leerlo. A menos que uno empiece a notar espirales por doquier…
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Adrián “Pok” Manero, tras años como lector asiduo, decidió que el siguiente paso en su manía consistía en elaborar sus propias ficciones. Se dedica compulsivamente a leer comics y libros y a ver películas, quisiera ser como los gatos y disfruta escribiendo sobre sí mismo en tercera persona.