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ESPIRAL Y TIEMPO

una mirada a la serie True Detective

 

Amaranta Castro

 

¿Cómo te sentirías si un día o una noche un demonio se deslizara furtivamente en la más solitaria de tus soledades y te dijera: “Esta vida, tal como la estás viviendo ahora y tal como la has vivido [hasta este momento], deberás vivirla otra vez y aún innumerables veces. Y no habrá en ella nunca nada nuevo, sino que cada dolor y cada placer, cada pensamiento y cada suspiro y todo lo indeciblemente pequeño y grande de tu vida deberá volver a ti, y todo en el mismo orden y la misma secuencia, e incluso también esta araña y esta luz de la luna entre los árboles, e incluso también este instante y yo mismo. ¡El eterno reloj de arena de la existencia se invertirá siempre de nuevo y tú con él, pequeña partícula de polvo!?

F. Nietzsche

 

 

La serie antológica True Detective, transmitida por HBO, narra tramas policiales donde los protagonistas tienen el deber y la obsesión de resolver los crímenes que les son asignados. Cada una de las cuatro temporadas presenta historias y personajes cuyos elementos principales prestan atención a la vida de los detectives y a los problemas personales por lo que pasan.

Sin embargo, una mirada atenta sugiere que la serie aborda cuestiones filosóficas que se extienden más allá de la premisa principal.  Como resultado, además de los misterios que se deben resolver, los protagonistas se enfrentan a cuestiones que sobrepasan la percepción del personaje. El espectador tomaría el papel de observador omnisciente, capaz de intuir un trasfondo denominado metafísico sobre el que descansan las premisas principales de cada temporada.

Uno de los casos más ejemplares de esto se encuentra en la primera entrega, en donde el detective Rust Cohle (Matthew McConaughey) tiene sinestesia, lo cual le permite observar los elementos que componen los casos en los que trabaja de una manera diversa. Quizá sea mediante la percepción del mundo que tiene el personaje lo que permite entender al espectador las perturbaciones que ocurren en el fluir del tiempo y el destino de acuerdo con la serie.

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Desde la primera temporada se dieron guiños a la manera en que la metafísica del tiempo remite al eterno retorno de la filosofía. Esto es, la idea de que los acontecimientos en el mundo se repiten siempre durante la eternidad. En determinado momento, Cohle explica a partir de la teoría de cuerdas de la física, la cual propone que, en una escala de mayores dimensiones, el tiempo en el que vivimos puede verse a la manera de un círculo plano que no tiene final.

Contrario a ello, el símbolo de la espiral es una constante en la serie y en los casos a investigar. La espiral en este sentido simbolizaría la ruptura de ese tiempo circular e imperturbable. La espiral, al estar presente en los asesinatos y desapariciones de las que constan las tramas de cada temporada, hacen el enfoque, en primer lugar, al sufrimiento que las víctimas deben pasar una y otra vez durante toda la eternidad, y en segundo lugar, a la labor de los detectives de resolver esa perturbación en la vida de las víctimas. En la tercera temporada se muestra a la manera de un limbo cómo ambos detectives repiten, a lo largo de treinta años, el movimiento que los llevó a investigar el caso.

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No es casualidad que Issa López, directora y escritora de la cuarta entrega, eligiera al espíritu de Travis Cohle, el padre del ya mencionado detective Cohle, como el guía que señala el camino hacia el enigma de la trama.

Si se pone atención, a lo largo de las cuatro temporadas, la vida familiar y sentimental de los detectives es lo que les sirve de ancla para continuar el camino y el deber que tienen con las víctimas. Como lo menciona López en una entrevista: «Nadie se va nunca del todo. Creo en esa parte de la filosofía. Ese es el ethos de esta serie».

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Por estas razones, la serie True Detective escapa conceptualmente de la definición de temática de novela negra y se encuentra más cercano a un trasfondo filosófico donde el espectador juega el papel de un habitante en una dimensión superior, como lo llega a señalar el personaje Cohle. El espectador podría ver que los personajes repiten el ciclo de acontecimientos en los que están inmersos y que estos iniciarán varias veces.

La serie, vista desde una óptica filosófica, plantea que, aunque los acontecimientos y el tiempo se repiten como postularon los estoicos o Nietzsche, también hay elementos que permiten entrever una superación del “limbo”, como se muestra en la segunda temporada, donde al detective Ray Velcoro (Colin Farrell) se le menciona que tiene aspecto de haber vivido muchas vidas.

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La serie True Detective presenta un acercamiento a una concepción filosófica del mundo donde los crímenes, los detectives y los personajes que giran en torno a la trama de cada entrega se someten al determinismo del flujo de los acontecimientos. Al final no se ve si las perturbaciones en el círculo del tiempo, la espiral que se genera en los momentos de tensión y la resolución de los detectives presenta un avance y ruptura con lo que hasta entonces fueron los acontecimientos o es el elemento necesario para continuar en el eterno retorno.

A esta cuestión corresponde al espectador proporcionar una lectura de los sucesos presentados en las tramas. Lo que queda claro es que la línea que separa la realidad de lo espiritual y trascendente es permeable en el universo de ficción mencionado.

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Amaranta Castro

Primer lugar en la categoría de Poesía en el Festival Internacional de Escritores y Literatura de San Miguel de Allende. Ha publicado en diversos periódicos y revistas. Sus poesías fueron seleccionadas en la obra de escritoras contemporáneas mexicanasRomper con la palabra(Eon, 2017) y participó en la antología peruana Microrrelatos de horror escritos por mujeres (Luna Negra, 2022). Autora del libro Bosque Camaleón (Crisálida, 2022).

IG:_amantine_

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