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POLÍTICA Y LIBERTAD

IV

Emiliano González

Primera parte

Segunda parte

Tercera parte

 

En nuestros días, proponer un cambio social para lograr un arte revolucionario ya es tan absurdo como suponer que la democracia es anterior al ritual dionisiaco o que el modernismo es posible solamente después de la unión de estados americanos, unión que en política nunca ha existido, aunque sí en filosofía y letras. Es científicamente correcto suponer una revolución o un cambio a nivel personal, no individualista, ya que este último implicaría un egoísmo sin límites. Así como falla la religión obligatoria –recuérdese la Inquisición–, también falla el materialismo dialéctico al ser forzado, y sólo se realiza en el realismo socialista que celebra el triunfo revolucionario (realización de sueños), en el surrealismo, en el estridentismo y en el realismo mágico. El ritual dionisiaco (fenómeno religioso y artístico) es anterior a la democracia (fenómeno político), versión política del ritual. Pericles es el primer aristócrata que se vuelve demócrata, mas no es el primero influido por el ritual. Anterior a la transformación colectiva es la transformación personal de algunos aristócratas iniciados.  La democracia, intento de generalizar ciertos casos particulares, es feliz al principio, cuando no hay guerras. La segunda guerra del Peloponeso estropea en definitiva la paz ateniense, necesaria para el desarrollo armonioso de la democracia.

La novela gótica, leída por todas las clases sociales, es anterior a la revolución francesa, e implica justicia y libertad, al criticar opresiones y crueldades. Walpole se considera tragicómico y podemos recordar que la tragicomedia surgió durante la paz democrática de Pericles.

Horace Walpole

Goethe, Hoffmann y Balzac son los autores literarios favoritos de Marx. Influidos por los góticos, autores definitivamente raros, los románticos y los decadentes critican opresiones y crueldades. El amor en estos autores es también un recuerdo de los góticos.

Después de la segunda guerra mundial, ya no podemos unir opuestos enemigos, como hacían los surrealistas de la década de los 20, a menos que lo hagamos en textos de humor negro. Sí podemos unir diferentes u opuestos armoniosos. Eros y Afrodita unen imagen e idea, cuerpo y mente, materia y dialéctica, decadencia y simbolismo, vanguardia y modernidad, existencia y esencia, percepción e imaginación, forma y fondo, barroco y conceptismo, necesidad y deseo, intuición y razón, literatura y filosofía.

«Afrodita y Eros», por Henri Camiller Danger

La confusión entre enemistad y competencia deportiva es tal que el triunfo sobre los nazis, debido a la falta de difusión cultural, fue tomado por los norteamericanos como triunfo sobre un partido de futbol, no como el triunfo de la inteligencia sobre la estupidez, de la piedad sobre la crueldad, de la democracia sobre la aristocracia tiránica y pedante. Si hubiera habido difusión cultural no habría habido guerra de Vietnam ni Hell’s Angels.

Yo creo que Neal Cassady, al desnudarse entre los Hell’s Angels, cree que Crowley es nietzscheano y homosexual (inmoralista) cuando se muestra desnudo con su grupo, también desnudo, en el pueblo de Cefalú y es expulsado por la policía fascista. Tal vez Crowley ha querido simplemente probar la validez de cierta teoría mágica y ha fracasado. Sin embargo, ha resultado nietzscheano por el solo hecho de arriesgarse en un pueblo vigilado por la policía, fascista o no. Cassidy es claramente partidario de Gide al relacionar a los homosexuales con los anti-sociales y los “hombres nuevos”, sin piedad cristiana, nietzscheanos. El cineasta experimental Kenneth Anger ha acercado a Cassady a los libros del mago Crowley y del inmoralista Gide. ¿Deseaba Crowley ser castigado?… Freud afirma que el anti-social quiere ser castigado porque tiene complejo de Edipo, lo ignora y desea concretar la vaga angustia que le provoca ese complejo. Sin embargo, Crowley no era anti-social.

Cassady y Kerouac.

El ideal nudista y sensual es cosa del futuro de la humanidad. Un espacio feliz, con gentes desnudas que recuperan la inocencia del paraíso bíblico, y con gentes vestidas que las toleran, es bueno, pero es indudablemente del futuro, cuando habrá pueblos experimentales en vez de campos nudistas.

Las pocas confrontaciones de desnudos y vestidos han dado resultados desastrosos. Las gentes vestidas odian  a las gentes desnudas, de tal modo que éstas tienen que alejarse de la ciudad y unirse con la Naturaleza, para tener una vivencia de libertad. Goethe y sus amigos desnudos la intentan, aunque no la logran, al ser imprudentes. El nudismo sensual es tentativa romántica, y dentro del romanticismo es decadentista al constituir un experimento avanzado. La retórica romántica de Nietzsche, acompañada por fragmentos irracionales, nos hace pensar en Crowley tratando de repetir el romanticismo e introduciendo un elemento de riesgo que hace fracasar la tentativa y que lleva a la gente sensible a gran dolor y tristeza. Dentro del materialismo dialéctico de tipo político, Isadora Duncan es un ejemplo de libertad, que en el mundo de la danza ha logrado triunfos y fracasos. Es también un intento de recuperar la honestidad de la danza griega en general y del desnudo en el teatro de la época de Pericles en particular, mezclando lo social con lo personal.

Isadora Duncan

Las uniones sexuales de Adán y Eva antes de la aparición de la manzana demuestran la existencia de una sexualidad inocente. Dos bebés, uno bueno y el otro malo, nacen después de la aparición de la manzana. Y aunque finalmente el hijo malo mata al bueno, éste sigue existiendo en las creaciones humanas. El otro, en las destrucciones. El veneno de la manzana es como una droga de Circe que siempre necesita una droga “moli” como antídoto. La gente vestida está impregnada del veneno de la manzana. Este implica destrucción y enfermedades sexuales de tipo físico y mental. Toda gente vestida necesita desnudarse para bañarse. Durante el baño debe recordar la inocencia originaria y debe recordarla también al leer libros buenos, contemplar cuadros y oír música, es decir, al tener contacto con el arte.

En el mundo nazi, que no tiene ningún contacto con el arte, están Adolfo y Eva en vez de Adán y Eva, y en vez de la desnudez inocente está la culpable, castigada todo el tiempo en los campos de concentración. Las capacidades judías, como las socialistas, son envidiadas y odiadas por los nazis, ya que éstos roban elementos judíos y socialistas y los deforman, usándolos para sus propios fines.

Los Hell’s Angels, al matar al gordo y al negro en un concierto de los Stones en Altamont, deforman el ritual dionisiaco, en que los gordos travestidos, que representaban a los sodomitas, aparecían bailando después de la muerte y de la apoteosis del dios, y en que un negro, precursor de los actores cómicos, participaba. El gordo de Altamont no era sodomita ni representaba a un sodomita: buscaba la inocencia originaria. Pero se basaba en el ejemplo riesgoso dado por Cassady. El temor al riesgo era visto, por el pobre gordo engañado, como un obstáculo que había que vencer para lograr la verdadera libertad. No sé si el gordo conocía a Crowley. Pero sin duda tenía cierta información sobre Cassady, ya que éste es más cercano cronológicamente al gordo que Crowley, y pertenece al movimiento beat, anterior al subterráneo. Debo mencionar al grupo de la Pluma, situado entre la época beat y la subterránea, grupo psiquedélico que recibe el ataque de pandilleros atraídos por una estatua de la cabeza de Ezra Pound, y que nos recuerda a los surrealistas atacados por los “camelots del rey”, atraídos por los elogios del Marqués de Sade.

Los Hell’s Angels no sólo deforman el ritual dionisiaco: también deforman una de las consecuencias de éste: la comedia Las alegres comadres de Windsor, de Shakespeare, en que el gordo Falstaff es atacado por una pandilla. La comedia es terminada en 1599.

Goethe, con el pelo largo, desnudo, de noche, en el agua, bajo la luna, por bromear, asusta a un campesino, dando origen a la creencia en un espíritu acuático en la región. Años después el poeta Shelley, autor de Alastor (1816), asusta a unas damas al aparecer desnudo, luego del baño, en la noche. Ninguno de los dos autores busca el riesgo, pero Goethe se muestra imprudente al asustar al campesino en vez de ocultarse simplemente en el agua. ¿Para qué dar origen a una superstición? Cuando Goethe se desnuda pretende encarnar a Sátiros, el espíritu dionisiaco de su propia farsa Sátiros o el demonio del bosque deificado, farsa terminada en 1773. Sátiros es importante para Osman Spare, amigo de Crowley, influido por Goethe cuando se refiere a su amistad con las plantas.

Machen en El gran dios Pan (1895) recuerda a Sátiros, aunque no menciona a Goethe y alude a un hombre raro desnudo con Helen, hombre que aterroriza, provoca pesadillas y finalmente vuelve idiota a un niño, hijo de un labrador.

Helen de Machen es como la Helena infernal de Goethe y esta vez provoca suicidios, y es que el suicidio también es tema de Goethe. Machen quiere decir que un mal da origen a otros. La pequeña imprudencia de Goethe puede dar origen a males que son cada vez peores. Nos hace recordar el cuento de Bradbury “El ruido del trueno”.

 

El incidente de Goethe y el campesino asustado nos hace recordar asimismo a los hermanos Stolberg, unos condes amigos de Goethe, partidarios del movimiento Tormenta y Tensión (Sturm und Drang), que precede al romanticismo, condes que se bañan desnudos en público, pretendiendo inocencia edénica, y son apedreados y detenidos. Gracias a la influencia de Goethe son liberados, mas la imprudencia de mostrarse en púbico nos llama la atención. También podemos observar que la desnudez de dos hombres no es tan edénica como la desnudez de un hombre y una mujer.

En cualquier lugar del mundo la desnudez debe ser armoniosa y el sensorialismo deportivo, que tiende a la desnudez, debe admitir a la sensualidad artística para llegar a lo humano.

Hay algo de la unión nazi de deporte y guerra en la atmósfera olímpica de México en ’68. El deporte usado para obstaculizar o impedir lo amoroso proviene de la República de Platón. En épocas recientes, durante el campeonato mundial de futbol, los gritos demesurados de “gol” sin advertencia alguna, rompen el ritmo natural de la comida, ponen en peligro al comensal con el cuchillo filetero o el tenedor en la boca, y arruinan la atmósfera apacible de las parejas en los restaurantes. Cuando una persona quiere desayunar, comer o cenar, desea hacerlo a gusto, sin molestias. No desea estar en un estadio, emotivo y ruidoso, en que hay locura de la multitud.

El homo-camelopardo, del cuento de Poe “Cuatro bestias en una” (1836), es un gobernante heliogabalesco, de origen sirio, que ama a las olimpiadas y odia a los judíos. Este cuento debería ser más distribuido y conocido, pues previene el irracionalismo político. Asimismo, debe ser más conocido el hecho de que el grupo de futbol americano de Baltimore es llamado los Cuervos en recuerdo de Poe.

Los estridentistas, que hacen poesía materialista y dialéctica, perciben el deporte pero también su deformación. Maples Arce en Poemas interdictos (1927) alude al “campo de deportes con sus lunas auténticas” y en Radio (1924), de Luis Quintanilla, los competidores amistosos se vuelven enemigos. El poema se inicia con los últimos suspiros de unos marranos degollados e incluye otros ruidos significativos. La cita de Wilde al principio del libro de Maples Arce no es inmoralista sino decadente, pues trasciende el narcisismo a través del arte. Quintanilla de seguro recuerda el sueño del cerdo, el sacerdote y el moribundo, que está en “El estanque de Lindeborg” de Morris, cuento deformado por el conde de Lautréamont y transformado por Lovecraft.

En una crónica de sobremesa, el español Jacinto Benavente observa:

Los deportistas de nuestra sierra de Guadarrama se oponen a la construcción de un Sanatorio para tuberculosos.

El deportista ha leído a Nietzsche; el deportista no tiene compasión. Como aquel hombre frío, del que habla Wordsworth en una poesía, capaz de estudiar botánica sobre la sepultura de su madre, el deportista considera el mundo como un inmenso campo de recreo. Si su afición es el automóvil, quisiera que el mundo fuera una inmensa carretera asfaltada y que hasta los cráneos de los transeúntes fueran de asfalto para deslizarse con suavidad sobre ellos.

La unión de cursilería y crueldad, del social y el anti-social y del “fresa” y el “naco” está en la justicia corrupta de ’68, que a veces persiste en nuestra época. Las sombras infernales ya no deben amenazar a la conciencia revolucionaria. En ’68 destacan el fresa, social y cursi y el naco, anti-social y cruel. Este último desciende del pachuco y es como él. Ni el fresa ni el naco son amigos del movimiento subterráneo ni del estudiantil. El naco llega a ser agitador peligroso dentro del movimiento estudiantil, y a formar grupos de choque en contra de éste, después de ’68. El fresa y el naco han odiado por igual a las formas políticas y a las no políticas de transformación. Mi novia Patricia y yo éramos molestados por una pandilla de nacos futboleros, principal hecho que no contribuyó a nuestro noviazgo y que determinó nuestra separación. Antes, mi novia Rosalina y yo fuimos separados por una familia de fresas. Patricia fue el segundo intento de amor subterráneo. Ya desde el primero, había una búsqueda –aunque no un hallazgo– de lo edénico.

Al ser meramente sensorial, el deporte está lejos de la sensualidad. El erotismo es para antes o después de la actividad deportiva. Durante ésta, la erección es peligrosa y la excitación distrae a la mujer. La naturaleza sensorial del deporte ha sido empleada con fines anti-sensuales por los deformadores del deporte, como Platón en la República. El cuerpo deportivo puede ser erótico antes o después del juego, no durante éste.

El hombre invisible, la desnudez y la muerte son elementos de las narraciones de London y Wells, y aparecen juntos por primera vez en la leyenda griega de Giges, en que el pastor Giges, invisible gracias al anillo de un esqueleto, posee a la reina que el rey ha expuesto desnuda. Giges mata al rey y ocupa su lugar. Esta es una variación del forastero que en los viejos cuentos de hadas mata al rey y se casa con su hija, volviéndose rey, y ese forastero es un trovador disfrazado. Crowley se refiere a ese forastero en El libro de Thoth (1944), añade que es el tonto de la familia y que se origina en la época matriarcal. Un rey de la historia real, el rey trovador René, ha modificado el carácter primitivo y brutal del rey trovador de la leyenda y los cuentos de hadas.

En el futuro la gente podrá ver directamente, en el teatro, el cuerpo desnudo, como los estudiantes de arte en las academias, y no sólo en el cine, en fotos, en esculturas o en cuadros. El teatro, al ser irreal, admite el desnudo y el disfraz, opuestos a la monotonía de los atuendos cotidianos. Los pueblos experimentales, nudistas y sensuales del futuro, con seres vestidos y desnudos, llegarán a existir gracias al desnudo en el teatro y a la ropa libre y urbana.

La ropa protege contra el aire, la tierra, el agua y el fuego.

En los pueblos futuros, la ropa será siempre protección y nunca hipocresía. Ciertas regiones de la ciudad serán variaciones de esos pueblos.

En la actualidad, la falda corta y el escote en las mujeres, el pelo largo y la barba en los hombres, implican aceptación de la Naturaleza, mientras llega la Edad de Oro futura, en que habrá atuendos agradables y desnudo integral. Los hombres y mujeres con cuerpos u organismos delicados o poco apropiados colaborarán siendo amigos del movimiento liberador. Una difusión cultural cósmica  es necesaria. Sin ella, es imposible realizar el movimiento. La cultura muestra alternativas, a diferencia de la educación, que advierte sobre los obstáculos. El riesgo es uno de ellos.

Nietzsche creía que el riesgo provocaba un descubrimiento. Me imagino que suponía que Colón descubrió América gracias al riesgo. Pero lo cierto es que este navegante no era tan arriesgado, pues conocía los males y remedios de otros navegantes en latitudes desconocidas. Colón no era lobo de mar, no era imprudente y en consecuencia no podía ser devorado por las sirenas. Él no habría deseado que en América se realizaran utopías irracionales.

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Imagen de cabecera: «Ram Horned Woman», por Adam Rosenlund.

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Emiliano González

Autor de Miedo en castellano (1973), Los sueños de la bella durmiente (1978, ganador del premio Xavier Villaurrutia), La inocencia hereditaria (1986), Almas visionarias (1987), La habitación secreta (1988), Casa de horror y de magia (1989), El libro de lo insólito (1989), Orquidáceas (1991), Neon City Blues (2000), Historia mágica de la literatura I(2007) y Ensayos (2009).

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