VENENO PARA LAS HADAS
pactos maquiavélicos
Miriam Gálvez Mancera
«Nana, ¿cómo se hace pacto con el demonio?»
La maldad no siempre es propia de mayores, a veces se exhibe en formas inesperadas como el arquetipo de una niña que se dogmatiza a sí misma en «bruja», aprovechándose de la ingenuidad de otra para intimidarla, manipularla y así tomar el control en su pequeño mundo desolado. Encuentra ponderación en las fábulas espeluznantes que la niñera familiar comparte con ella. Fascinada por la nigromancia y su magia negra, pronto se convertirá en una obstinación.
El maestro del horror mexicano, Carlos Enrique Taboada, erige este gran clásico (1986) del género. Thriller sobrenatural, sobresaliente y con un enfoque original, además de las egregias actuaciones por parte de sus dos pequeñas protagonistas: Verónica (Ana Patricia Rojo) y Flavia (Elsa María Gutiérrez).
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Destaca la manera fulgurante para presentar secuencias en las que los adultos no son bienvenidos, muy al estilo de William Hanna y Joseph Barbera en una famosa tira cómica sobre un gato y un ratón. Pero el hecho es que elegir en esa época esta atrevida estilística de rodaje, donde toda la película se basa en una perspectiva vista desde los ojos infantiles, fue un gran acierto. También podría interpretarse como analogía sobre sí los niños perversos son el resultado de núcleos familiares disfuncionales o aquellas en las que los padres están notablemente ausentes.
La estética del filme —con tintes de giallo— crea una atmósfera de tensión. Si esto fue un homenaje intencional, logró el cometido. El suspenso es palmario con pequeñas escabullidas cándidas entre el desarrollo de los personajes que no restan valor a la historia, y eso es porque siempre sabemos que algo tétrico se está incubando.
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Ilustración de Hadria Herrera.
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La brillante idoneidad del director para mantener un ritmo constante durante toda la película no es tarea fácil, se apoya en presiones psicológicas para desarrollar manifestaciones fantásticas. Componentes temáticos profundos, desde el bullying hasta la curiosidad de las pre-adolescentes que anhelan reconocimiento.
Al igual que con otras de sus historias, Taboada crea un sutil terror embriagador con un final muy satisfactorio que está mucho más cerca de un cuento de hadas gótico.
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Actualmente se exhibe en la Cineteca Nacional (CDMX).
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Miriam Gálvez Mancera
SuperHeroína coyoacanense. Pseudo aprendiz sibarita. Bakeadicta. Cazadora de imágenes. Pesadilla, malestar creado por la mente enferma de algún noctámbulo en insomnio desesperado.
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